Pareja negó abusos en perjuicio de dos hermanas de 12 y 15 años

A pocos días de conocerse la fuerte denuncia que hicieron dos hermanas de 12 y 15 años de Puerto Iguazú ante autoridades de la escuela a la que asistían por reiterados hechos de abuso sexual que padecieron por parte de su padrastro, hechos que al parecer contaban con la complicidad de la propia madre de las criaturas, los acusados en el caso cumplieron ayer con la audiencia indagatoria ante la Justicia.

Tanto el hombre como su pareja fueron trasladados hasta el edificio del Juzgado de Instrucción Tres de la Ciudad de las Cataratas en donde luego de designar abogado en el proceso optaron por contar su versión de los hechos ante los investigadores.

De acuerdo a los datos a los que pudo acceder este matutino en base a fuentes que intervienen en la investigación, la pareja implicada negó todos los hechos que se le acusan.

Más allá de esto, desde el Juzgado se dispuso que a raíz de los elementos de prueba que se tienen hasta el momento en el caso los apuntados continúen tras las rejas. También se supo que el hombre fue imputado de forma provisoria por abuso sexual con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente, mientras que la madre por abuso sexual con acceso carnal en modalidad omisiva.

Más allá de la diligencia judicial, los voceros consultados indicaron que se espera que en los próximas días las víctimas sean revisadas por un médico.

Por otro lado, ayer por la mañana, un grupo de vecinos se reunió en el ingreso a la escuela  para interiorizarse sobre los avances del caso y conocer los detalles de cómo fue la intervención de las autoridades de dicho establecimiento al tomar conocimiento de las acusaciones.

En ese contexto, la directora dialogó con los tutores presentes y aclaró que, al igual que este sensible caso, en otras oportunidades previas, el centro educativo tomó cartas en el asunto ante supuestos casos de abuso y otros por violencia familiar.

“Ya habíamos intervenido en los casos de violencia familiar, pero desconocíamos el abuso sexual. Así como la niña nos contó lo que había sucedido el fin de semana se tomó intervención y se buscó la forma de proteger a las menores de lo que estaba pasando”, explicó Patricia M., directora de la institución.

Sobre el protocolo que se sigue ante denuncias por casos de abuso la docente explicó que cuando los maestros y directivos detectan o toman conocimiento un caso deben realizar un acta en base al testimonio del niño que luego es elevado a la Dirección Municipal de la Niñez o a la Secretaría de la Niñez, dependiendo de la situación de cada municipio y si cuenta o no con dicha dirección.

Acto seguido se realizan informes mensuales del estado de los pequeños en donde los docentes deben dar a conocer si los niños continúan asistiendo a clases, si presentan signos de violencia, si están siendo cuidados en todos los ámbitos, como ser higiene, alimentación, entre otros ítems que indiquen que los hechos de violencia cesaron.

Rompieron el silencio

La situación, colmada de violencia familiar, explotación infantil y abuso sexual que vivían la adolescente de 15 años, con discapacidad motriz y retraso madurativo, y su hermana de 12 salió a la luz luego de que los vecinos del barrio donde viven, en Puerto Iguazú, se involucraran y la alentaran a contar lo que estaban padeciendo.

Según trascendió, la menor de las hermanas se acercó a la maestra, pidió hablar con ella y con la directora.

Ya en la oficina, contó con crudos detalles que había sido abusada por su padrastro con la complicidad de su madre.

Tras la denuncia realizada por las autoridades escolares,  tanto el padrastro como la madre fueron detenidos.

Los vecinos, por su parte, consignaron que en repetidas oportunidades denunciaron el maltrato hacia las niñas debido a que hace algunos meses estas comenzaron a ser obligadas por su madre y su padrastro a salir a vender comida.

Como si fuera poco, las castigaban con golpes si regresaban con productos sin vender.