Me lo contó un policía (Basado en hechos reales)

Dos problemas

sábado 26 de noviembre de 2022 | 6:00hs.

La cleptomanía es un trastorno mental que se caracteriza por una inclinación o impulso obsesivo por robar; es la incapacidad recurrente para resistir el impulso de robar objetos, que por lo general no necesitan, y que suelen tener poco valor. El tema es que quien sufre el robo, generalmente desconoce la “enfermedad” que padece el autor del hecho, y si lo descubre, lo termina denunciando en la comisaría. Esto sucedió en un pueblo del Alto Paraná (cuyo nombre no doy por razones obvias), de esos pueblos chicos donde en pleno centro, la gente tiene su huerta, un gallinero, amplios patios y a veces, hasta una vaca para ordeñar la leche diariamente. Cierto día llegó a la comisaría, un señor de muy buena posición económica, poseía un aserradero, camiones, camionetas, autos y un  campo con animales, el cual  informó que tenía un problema con su esposa; quien al lugar que concurría, “sustraía” a escondidas los objetos más insólitos y sin que los necesitara. ¡Era cleptómana! El señor pedía disculpas anticipadas y se ofrecía a pagar y/o reparar todo aquello que su esposa realizara, aclarando: “Es mi esposa y yo la quiero mucho”.

Cierto día llegó a la comisaría una anciana sumamente indignada y con una máquina fotográfica de aquellas instantáneas; muy temprano en el día, había sorprendido a su vecina con una jarra ordeñando a su vaca, y al verse fotografiada ni se inmutó, pasó el cerco de alambres hacia su casa y se llevó el “producto”. No es la primera vez, aclaró la anciana. Traté de explicar aquello que padecía esta señora, que debía disculparla, y que el esposo le iba a pagar por las veces que su vaca fuera ordeñada sin permiso, pero la damnificada no entraba en razones, no entendía que se tratara de una enfermedad, ella lo llamaba de otra manera, pues conocía la posición económica de la autora. “Yo vivo sola y nunca robé un clavo; así es fácil tener plata”, repetía la anciana.  Al final se calmó, guardó su máquina y las fotografías que tenía como pruebas, entendió y se marchó. Me quedé pensando, la cleptomanía me produce dos problemas: explicar la inimputabilidad del autor, y lograr la conformidad de la víctima…


Por Luis Eduardo Benítez
Comisario general (RE), Abogado

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