Por el estrés, crecen los casos de bruxismo

El cuerpo se expresa y es necesario prestarle atención y hacerle caso. Factores externos como los niveles ansiedad y el estrés producto del ritmo ajetreado de vida y otra cuestiones, pueden manifestarse negativamente en la salud, lo expresan profesionales que tratan a pacientes todos los días.

Y en ese contexto, los casos de bruxismo se incrementaron en los últimos años y aunque los odontólogos recalcan que es una patología que siempre se detectó en consultorio, se potenciaron durante la pandemia del coronavirus e inclusive actualmente.

“El bruxismo es una actividad parafuncional de causas multifactoriales al que principalmente se le asocia el estrés. Consiste en el apretamiento y rechinamiento de los dientes, que se piensa que se da solamente mientras dormimos, pero también hay mucha gente que lo realiza durante el día sin darse cuenta”, explicó al respecto Oscar Quagliozzi, presidente del Colegio de Odontólogos de Misiones, en diálogo con el programa Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7

 Y agregó: “Hay personas que empiezan a tener tics como movimiento mandibular o apretamiento de los dientes cuando están en situaciones de tensión o muy concentrados, no se dan cuenta hasta que se genera el dolor o el desgaste dentario”.

El profesional señaló que en ocasiones se detecta en la consulta cuando el paciente llega por cualquier otro motivo “y nos damos cuenta de que tiene desgaste dentario, que muchas veces está asociado con la sensibilidad porque en algunos casos más extremos se fracturan las piezas dentales”.

Sin embargo, Quagliozzi señaló que en estos últimos años aumentó la consulta directamente por bruxismo, lo cual atribuye a que existe más información al respecto “y como hay más gente que lo tiene por ahí hay un compañero en la oficina que le cuenta o se percatan que tienen los dientes de adelante trincados o como ‘serrucho’, como dicen ellos”.

Más allá del desgaste dentario, el bruxismo produce otras molestias como dolores de cabeza, nuca y hasta de espalda.

“Empezamos a preguntar a los pacientes si tienen dolores en los cachetes, si suelen tener cefaleas concentradas en la frente o en la nuca que son lugares de músculos que participan en la masticación. Entonces el paciente empieza a decir, ‘sí, mirá, me levanto con dolor en tal y tal zona’. Hacemos el diagnóstico primario de bruxismo y luego desarrollamos las distintas formas como para tratar esta patología”, detalló.

Esta patología bruxismo es hoy por hoy una de las principales causas de molestias, aseguró y contó que en el consultorio se ven pacientes que llegan porque se le salen las restauraciones, porque se les rompió un diente, porque tiene dolores al masticar o dolores musculares. “Esto se ve asociado por el ritmo de vida que llevamos, al estrés, a las dificultades económicas que hay en nuestro país”, sostuvo.

Tratamiento

El odontólogo explicó que para tratar el bruxismo existen diferentes alternativas, pero que dependerán de la particularidad del problema que tenga cada paciente. Como primera medida es importante concurrir a la consulta odontológica, que lo que hará es hacer placas miorrelajantes que se colocan en la dentadura superior para dormir a la noche. El objetivo de esto es desactivar los  movimientos de la boca y que la persona no rompa sus dientes ni termine con los dolores.

“Hoy en día ya está el uso de odontología con toxinas botulínicas y ácido hialurónico que lo que buscan es descontracturar ese músculo que está contraído y es el que participa en esa fuerza extrema”, acotó.

Señaló que el bruxismo se trata conjuntamente con kinesiólogos y fisioterapeutas dado que detectan que la parte postural -columna, boca y demás- están relacionados entre sí.

“Un odontólogo general está capacitado para hacer una placa miorrelajante, pero en casos más complejos va derivando a rehabilitadores o a especialistas en articulación ATM para ir tratando de base el bruxismo”, dijo.

Por último, desaconsejó la compra de las placas dentales que se venden en farmacias o que son ofrecidas por las redes sociales porque pueden empeorar los cuadros, dado que deben elaborarse a medida y según la necesidad específica de cada uno.