La María Antonia y su historia en Misiones
Bajo el mismo lugar donde en otros tiempos existieran reducciones jesuíticas, se construyó uno de los establecimientos yerbateros más prósperos de Misiones. Era como un pueblo aparte, ya que en el lugar existía una iglesia, escuela, viviendas para los obreros, un almacén y hasta un club deportivo. Propiedad de los Herrera Vegas, aunque en la zona reconocían a los venezolanos Palacios Quintans como los propietarios.
La María Antonia era el más importante establecimiento de San Ignacio y el segundo de la provincia. Los Palacios Quintans se transformaron en reconocidos empresarios de la región. Las hermanas Palacios Quintans eran muy bonitas. Una de ellas Ana María apodada Ipe fue el amor imposible de Horacio Quiroga. Este le remitía esquelas de amor a través de una paser, que llevaba y colocaba en el hueco de un árbol. A la joven la enviaron a Buenos Aires. Jamás volvió a Misiones.
El personal de ambos establecimientos era mayoritariamente paraguayo y se intercambiaban de uno al otro lado por lo que las condiciones de trabajo y remuneración tenían que ser iguales.
En 1916 la primera comercialización de la yerba producida en La María Antonia alcanzó 300.000 kg de canchada. Fue la enormidad de la primera venta de yerba la que provocó los primeros problemas en la sociedad de Herrera Vegas con Palacios.
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