Una ciudad vacía que sufrió una derrota inesperada
Los posadeños que tuvieron que salir de sus casas a la hora del debut de la selección Argentina se encontraron con calles desoladas y una ciudad vacía.
Un viaje desde Villa Cabello al Centro, que habitualmente se hace en 10 minutos por una avenida de mano única, hoy se hizo en 5, ya que no había autos circulando y eran pocos los colectivos, que iban casi vacíos.
En el centro, solo los bares estaban colmados de hinchas con camisetas celeste y blanca y en algunos negocios había cartelitos "atendemos después de Argentina-Arabia Saudita". En los pocos que estuvieron abiertos, la TV era el centro de la escena y los decorados celeste y blanco estuvieron a la orden del día.
Las escuelas céntricas estaban vacías y no había la tradicional doble fila frente a los colegios. Los pocos autos que andaban estaban con las radios a pleno y se podía escuchar el partido desde las veredas. Por la avenida Corrientes, unos pocos caminantes cumplían con la rutina de salir a entrenar, eso sí, con auriculares puestos.
El gol de Messi se escuchó por la ventana de los edificios que parecían tomar vida y sumarse a la ilusión de todos los argentinos. La misma situación se vivió con los tres goles anulados por el VAR. Pero el silencio se apoderó de la ciudad en los 7 minutos fatales que tuvo la Scaloneta. El pitazo final se escuchó desde lejos y también algún insulto.
La ciudad de Posadas recién empezó a retomar su habitual ritmo mañanero una vez concretada la derrota en el debut del Mundial. Las caras largas denotaban la decepción de los capitalinos, que vivieron una derrota inesperada en el inicio de la semana laboral en medio del Mundial de Qatar
