En memoria de los Santos Mártires de las Misiones

Loreto: hacia la meta con fe

La ciudad jesuítica recibió ayer a cientos de peregrinos que en bicicleta, a pie y en caravana de autos llegaron para celebrar la jornada. Misas, feria, picnic y disfrute
lunes 21 de noviembre de 2022 | 6:00hs.
Loreto: hacia la meta con fe
Loreto: hacia la meta con fe

La meseta de nuestra Tierra Colorada suele convertirse en una difícil travesía. Pero la fe inquebrantable y las esperanzas depositadas en cada paso hicieron que cientos de peregrinos no abandonaran el camino hasta llegar a la meta. Desde Posadas, San Ignacio, Jardín América, Oberá y otros tantos puntos de la provincia, cientos de fieles católicos se reunieron en Loreto para celebrar, una vez más, la devoción cristiana.

En bicicleta y cuesta arriba, sobrepasando algunas dificultades como pinchar la rueda de la bici o el extremo cansancio; a pie, bajo el intenso calor; o en caravana de autos, por momentos bastante lenta, los devotos de María de Loreto y seguidores de la orden jesuita se reunieron en la ciudad para honrar la memoria de los Santos Mártires y acrecentar la esperanza, con esfuerzo y vigor.

Algunos llegaron exhaustos y una vez en la cima se detuvieron a tomar aire, hidratarse y relajar las piernas. Otros, más equipados, se instalaron en la sombra con conservadora y equipo de mate o tereré para escuchar el sermón; y no faltaron aquellos que acomodaron sus parrillas o mantel para hacer picnic en la ciudad jesuítica. Todos, llegaron al pueblo con la premisa de pedir o agradecer, renovando la fe.

“Venimos desde Posadas, caminando y acompañando al grupo. En esta oportunidad fue una experiencia maravillosa porque vinimos como servidores y en este caso el cansancio se hizo notar más que otras veces porque venimos más pendientes de todos los peregrinos que necesitan asistencia por el camino más que de nosotros mismos. Pero fue muy gratificante”, destacaron Eliana y Gerardo, que partieron el sábado por la tarde de Posadas y llegaron a primeras horas de ayer a la ciudad, junto al grupo de caminantes. “El último trayecto, desde Santa Ana a Loreto fue el que más nos costó, sobre todo porque no habíamos entrenado para esta caminata, pero fue un sacrificio que entregamos a Dios y estamos felices de lograrlo”, agregó la joven pareja mientras elongaba en el pasto, bajo una tupida sombra.

Por su parte, la familia Montenegro, también de la capital provincial, se repartió en todos los medios de transporte. Algunos pedalearon hasta Loreto mientras otros miembros de la familia acompañaron en auto, alentando y cuidando a los suyos. “Venimos todos los años. El trayecto de ida suele ser cuesta arriba, pero una vez que llegamos, entregamos ese esfuerzo y aprovechamos el resto del día para celebrar la misa y disfrutar en familia”, dijeron mientras compartían un fresco tereré, en un picnic improvisado.

Una experiencia similar vivieron Alicia, Lili, Gabriela y Diego, ya que mientras estos dos últimos salieron en bicicleta, las dos mujeres partieron a pie desde San Ignacio. Eligieron el trayecto de la vieja ruta, para caminar tranquilas y por la sombra: “Antes de la pandemia veníamos todos los años. Después eso se cortó. Pero este año retomamos nuevamente la apuesta y salimos caminando. Ya estamos grandes y teníamos un poco de miedo porque el trayecto es larguito, pero nos encomendamos y vinimos rezando el rosario, y así llegamos para las 9 en punto, justo cuando empezaba la celebración. Estamos muy contentas de estar acá y cumplir una vez más”, dijeron.

Una muestra de fe
“Como cada año, vivimos esta peregrinación contagiados con la alegría de nuestros jóvenes y con la presencia de tantas familias. Esta es una verdadera expresión de la fe de nuestro pueblo”, destacó en su discurso Juan Rubén Martínez, obispo de la Diócesis de Posadas.

“A la casa de nuestra Madre de Loreto llevamos nuestro agradecimiento, nuestras peticiones, inquietudes y sufrimientos. Nuestro tiempo necesita que los cristianos podamos tener simplicidad de corazón”, agregó celebrando el esfuerzo de todos por llegar a la meta.

La jornada tuvo su misa central a las 9, presidida por el obispo y con la presencia de todos los sacerdotes de la Diócesis, ya que no hubo celebración eucarística en ningún otro lugar de la zona.

Además de la central, hubo celebraciones durante toda la jornada, así como también números artísticos, música, feria y tiempo para el disfrute familiar.

Cientos de personas llegaron a pie hasta la ciudad jesuítica. Foto: Sergio Contreras

Al aire libre, los fieles renovaron su fe con misas y celebraciones. Foto: Sergio Contreras

Muchos partieron de Posadas en bici, horas antes de la misa central. Foto: Sergio Contreras

Tras la ardua caminata, elongación y descanso bajo la sombra. Foto: Sergio Contreras

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