Luego de cinco días de complejos estudios y exámenes realizados por integrantes del Cuerpo Médico Forense, ayer se conoció finalmente la causa de muerte de la pequeña de 9 años de Garuhapé que falleció el último lunes en el Hospital Samic de Eldorado y que en un primer momento se pensó que fue producto de un cuadro de intoxicación por ingesta de cocaína.

Los resultados de la autopsia permitieron confirmar que se trató de un falso positivo para dicha sustancia y que en realidad el deceso se produjo por una sepsis generalizada provocada por un cuadro de infección urinaria. 

De acuerdo a los detalles a los que pudo acceder este matutino en torno a las conclusiones de los forenses, en los distintos estudios se encontraron bacterias tanto en la orina como en la sangre de la menor, que confirmaron las sospechas que desde un primer momento sostuvieron algunos de los investigadores a la hora de pensar en un proceso de infección bastante avanzado en la paciente. 

Los voceros consultados resaltaron el minucioso y completo trabajo que realizaron los forenses intervinientes durante toda la semana y que en base a la sintomatología que presentó la pequeña previo a su deceso, sumado al análisis de la historia clínica y otros estudios complementarios solicitados al Hospital Samic de Eldorado, terminaron por confirmar la causal de muerte. 

A raíz de esto, con la extinción de cualquier tipo de responsabilidad de terceros en el caso, la carátula del expediente que investigaba el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico en torno a las circunstancias del hecho pasó de muerte dudosa a causas naturales.

En consecuencia, se aguardaba que ayer por la tarde el cuerpo de la nena fuera entregado a los padres en Garuhapé para su velatorio y posterior inhumación. 

Las fuentes también destacaron la labor que realizaron efectivos de Investigaciones de Posadas de la Policía de Misiones que, sumado a las averiguaciones realizadas por el jefe de la comisaría de Garuhapé y todo su personal, fueron importantes para avanzar en el esclarecimiento del caso.

En ese sentido, trascendió que entre el martes y ayer los uniformados realizaron varios operativos que se centraron en el entorno cercano a la pequeña. 

En las inspecciones realizadas en la casa de la menor no se detectaron indicios de consumo de estupefacientes ni alguna otra sospecha que ponga sobre la lupa a los tutores de Isabelina.

Además, los testimonios de docentes, vecinos y amigos de la familia corroboraron los testimonios de los padres en relación a los últimos días de su familiar y los síntomas que presentó antes de su traslado al centro asistencial eldoradense. 

Primeros síntomas e internación

De acuerdo a los relatos aportados por los padres de la niña durante las distintas entrevistas que mantuvieron con los investigadores se reconstruyó que el pasado miércoles por la noche Isabelina comenzó a manifestar dolores de oído.

En esa oportunidad pidió a su mamá no faltar al día siguiente a clases, ya que debía asistir a los festejos por el Día de la Tradición. Y es que la niña estaba muy entusiasmada en poder vestir el traje típico que su madre le había preparado. 

Durante la toda la mañana del jueves, Isabelina se mostró muy bien y sus docentes no detectaron indicios de ningún problema de salud.

Sin embargo, esa misma tarde la menor comenzó a alertar sobre dolores abdominales, por lo que su progenitora, como estudiante avanzada de enfermería, decidió suministrarle dos inyectables de Reliveran para apaciguar el dolor. 

El cuadro de salud no mostró mejorías durante el viernes a pesar del suministro de gotas de la misma medicación, por lo que al no saber bien qué podría ser la causal del dolor los tutores decidieron asesorarse con profesionales médicos. 

De esta manera, tras previas consultas en el Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps) de Garuhapé y en el hospital de Puerto Rico, Isabelina tuvo que ser internada de urgencia en el Samic de Eldorado durante la mañana del sábado pasado y se le practicaron los estudios de rigor.

Fue allí cuando durante un primer examen general los galenos encontraron indicios sobre la posible existencia de rastros de cocaína en el organismo de la paciente. También se habló de la presencia de lesiones que podrían ser compatibles de abuso sexual, lo que de inmediato hizo que las autoridades del citado nosocomio radicaran una denuncia ante la Policía local. 

Con intervención de una médica legista, horas después se descartó de plano la existencia de un caso de abuso mediante un completo estudio ginecológico a la pequeña. 

Por desgracia, a raíz del avanzado cuadro infeccioso, la niña falleció el lunes por la mañana en Eldorado, lo que dio paso a las pesquisas para establecer si realmente el deceso se produjo por una posible ingesta de cocaína o por alguna otra cuestión.

Al ver la sintomatología que registró Isabelina y del estudio de las consecuencias que genera en el cuerpo humano el consumo del citado estupefaciente, no se podía descartar de plano la posibilidad de que alguna enfermedad pudiera haber sido la responsable en la muerte. 

Por ello, desde el Cuerpo Médico Forense se solicitó que la historia clínica de la paciente en Eldorado como otros estudios realizados a la menor para cotejarlos con los resultados de la autopsia.