El terror, aliado en revelar violencia de género

El cine sigue creciendo en Misiones y en esa línea esta semana se conoció más sobre otra apuesta audiovisual que promete. Mitra. Apaga la luz para poder ver, ópera prima del director misionero Diego Bellocchio, con producción de Montecine SAS y Coruya Cine comenzó su rodaje y desde distintas áreas destacan la calidad del trabajo humano que reune.

 El equipo técnico está conformado en un 90 por ciento por profesionales misioneros, contando también con técnicos y técnicas de la región (Chaco y Corrientes). En esta línea, Yamila Barnasthpol destacó la habilidad local en diálogo con Radioactiva. “Es un equipo técnico regional al 100% eso nos pone muy contentos a nosotros porque habla de que la industria creció muchísimo en los últimos años y el elenco es un elenco que es un poco de Misiones y un poco de Buenos Aires, la protagonista Desirée Salgueiro es actriz y coach de actores de Buenos Aires, hizo varias pelis de género y los coprotagonistas son Ezequiel Rodríguez, Bárbara Hobecker de Misiones y Martín Tchira, así que estamos hablando como de un equipo también bastante mixto en ese sentido en cuanto a misioneros y no misioneros’’, reflejó.

 Además, el niño Abel Tavares se estrena en un rol de actor y según la productora, ‘‘la está rompiendo’’, a pesar de que es su primera experiencia.

 La historia tiene un fuerte componente de terror, que se usa como canal para denunciar violencia de género, todo enmarcado en un contexto de oscuridad.

Tal como reveló Barnasthpol el guión que creó junto al director y compañero de productora Diego Bellochio, surgió de casos concretos de femicidio en la región y a raíz de la consulta con las trabajadoras de la línea 137.

‘‘Fue muy inspirador para nosotros charlar con ellas, fue hace hace mucho tiempo cuando recién estaba formando la línea y demás, y a partir de ahí entrevisté a una amiga psicóloga y fue todo un proceso de desarrollo del guión junto con Diego’’, destacó la productora audiovisual.

Si bien la aventura recién comienza y se prevé en marzo arrancar con todo el trabajo de posproducción que llevará otro largo trecho, desde Montecine esperan que la película tenga  un recorrido por distintos festivales del mundo, siempre teniendo en cuenta que -más allá del apoyo del Incaa y el Iaavim- no deja de ser una apuesta independiente, que no tiene una gran plataforma detrás.

 Por otra parte, consultada por su incluirán a más artistas locales, como por ejemplo músicos, Barnasthopol detalló que la banda sonora será ambiental y de caracter oscuro. ‘‘Lo escribimos como un drama social que se mete en el terror y ahí es donde aparece el género, entonces seguramente estamos hablando de música más ambiental oscura por decirlo de alguna manera. Me imagino que va a ser más coral y seguramente va a tener condimentos regionales y siempre todo lo que filmamos involucra artistas misioneros o regionales’’, deslizó.

 Además destacó que más allá de todo el equipo técnico, actores y gente que es parte de la filmación, hay un sinfín de personas cercanas, amigos, conocidos e incluso vecinos posadeños que aportan su granito de arena porque entienden el sacrificio y quieren colaborar a que se concrete el proyecto.

 ‘‘Hay como un como una fantasía y una ilusión de lo que es hacer cine, pero por debajo de eso está hasta el vecino que te que te ven al rayo del sol y te invita un poco de hielo para el tereré’’, resumió la productora al reflejar que muchas personas están dispuestas a prestar sus casas, sus autos y demás herramientas para crear una historia fílmica.

 Con Montecine, Yamila y Diego vienen de producir obras como Respiro, Fantasma vuelve al pueblo, Los que vuelven, Carvão, entre otras y en esta oportunidad la mayoría de las locaciones de Mitra se dan en Posadas.

 Más destreza manual

 Acerca de cómo se pensó el proyecto cinematográfico, Diego Bellocchio resaltó que el proyecto es parte de afianzarse como narradores de historias profesionales y adelantó, en la previa, que a medida que se avanza en la historia, aumenta la dosis de terror sobrenatural sin escapar de lo real. “Nunca pasa a un plano ciento por ciento fantástico, siempre pisa el realismo… Es una película que siento que el valor agregado está también en no caer en lo digital y no generar esa distancia cuando vemos algo que nos saca del plano de la realidad”.

 En este sentido trabajan en efectos especiales los reconocidos maquilladores Kike Sandoval y Mónica Acuña, y más tarde, en postproducción, según adelantó el Iaavim, lo harán con el experimentado diseñador Horacio Iaboni (VFX). En cuanto al equipo, se contrató un rental y se filma con una cámara Sony FX 9. “Es una muy buena cámara, pero también una cámara muy nueva, muy limpia. Entonces decidimos usar un set de lentes que tienen como 60 años, y que son cristales que tienen mucha textura y de un diafragma ultra abierto…”, explicó el director para describir en parte este universo místico y oscuro que buscan construir para la película.