Isabelina (9) murió el lunes en el Hospital Samic de Eldorado
Sin pistas sobre el origen de la droga que intoxicó a niña
Mientras se espera por las conclusiones de la autopsia practicada a la niña de 9 años de Garuhapé que falleció el lunes en el Hospital Samic de Eldorado a causa de una falla multiorgánica producida, en principio, por una supuesta intoxicación con cocaína, los resultados preliminares de los trabajos forenses no descartan ninguna hipótesis en torno a la causal de muerte.
Si bien se detectaron rastros de dicha droga en la orina lo que los integrantes del Cuerpo Médico Forense de la provincia buscan confirmar es cuál fue la cantidad de sustancia que ingresó al organismo de la criatura.
Según voceros que intervienen en el caso no se descarta que alguna enfermedad que cursaba la víctima al momento de la ingesta pudo haber sido el desencadenante mortal, ya que se detectó una sintomalogia que no se condice con la patologia que se diagnosticó en primera instancia.
Según explicaron las fuentes consultadas por este medio, la autopsia hecha en la capital provincial se dividió en dos partes. La primera finalizó ayer por la tarde y la segunda culminará durante la jornada de hoy.
Los resultados preliminares del primer examen no permitieron confirmar aún nada en concreto y por ello los galenos solicitaron a la Justicia la historia clínica y otros estudios específicos que se practicaron a Isabelina (9) durante su breve paso por el hospital de Eldorado.
Para ello, mediante exhorto judicial, el titular del Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, Manuel Balanda Gómez, solicitó a su par del Juzgado de Instrucción Uno de Eldorado, Roberto Saldaña, que se remitan dichas actuaciones médicas para que los forenses puedan evaluarlas en contexto con los resultados finales de la autopsia.
Las fuentes consultadas indicaron que no se pueden descartar causas fisiológicas en esta compleja investigación. Y si bien la confirmación del hallazgo de restos de cocaína en el organismo de la criatura fue la primera sospecha en el caso, resta aún confirmar la cantidad de droga ingerida y si la sustancia fue mortal.
En este punto, los voceros comentaron que la dosis hace al veneno. Y añadieron que cuando existe un consumo importante de dicha sustancia, las consecuencias mortales se ven en cuestión de horas en quien las consume.
Si se tiene en cuenta que la sintomatología en la nena se prolongó durante todo el fin de semana último, se hablaría en principio de que lo que ingresó al cuerpo de la pequeña fue una pequeña cantidad. Aunque esto recién se confirmará en las próximas horas.
Por otro lado, por disposición del juez interviniente, el lunes por la tarde se realizó una inspección en la vivienda de la víctima en donde los investigadores no encontraron elementos que pudieran hacer sospechar en los padres algún tipo de responsabilidad en la causal de muerte.
Sí se hallaron los inyectables y las gotas de Reliveran que la madre de Isabelina suministró a la nena con la intención de contrarrestar, por ese entonces, lo que se sospechaba era una intoxicación alimenticia.
Un exabrupto
En el marco de las investigaciones por lo sucedido, ayer por la mañana se realizó una ampliación de las declaraciones testimoniales a los padres de la criatura.
Aún shockeados por la traumática situación que les toca vivir, pero más calmados con respecto a la jornada del lunes, la pareja brindó más detalles con respecto a su primer aporte en el Samic de Eldorado.
Uno de los aspectos que los tutores aclararon de entrada tuvo que ver con un audio de WhatsApp que la mujer envió el lunes a un grupo de padres de la escuela de Garuhapé a la que asistía su hija.
“Gracias a la maestra y a todos los compañeros que le hacían bullying a mi hija, que yo mil veces fui y hablé con la maestra. Mil veces hablé con la directora y le seguían haciendo bullying”, remarcó la madre en el audio, lo que durante la jornada de ayer aclaró y reconoció que envió esas palabras durante un exabrupto y un arranque de ira que tuvo por la dolorosa situación que le toca atravesar.
También absolvió de toda responsabilidad a un familiar proveniente de Buenos Aires que la semana pasada estuvo de visita en su casa y a quien también había apuntado en otro audio.
Sobre las supuestas situaciones de bullying, comentó que en ningún momento creyó conveniente la intervención de algún organismo para detener esa situación.
Últimas horas
Por otro lado, la mujer relató a los pesquisas que el miércoles por la noche Isabelina presentó un fuerte dolor de oído, aunque reconoció que fue su propia hija quien le insistió para no faltar la mañana siguiente a la escuela, ya que estaba previsto que se realice un acto por el Día de la Tradición. La niña estaba muy ilusionada de poder vestir el traje típico que le tocaba llevar al evento.
Según los aportes recolectados, la estudiante estuvo toda la mañana junto a sus compañeros y cerca de las 11.30 se retiró a su casa. Esta fue la última salida de Isabelina de su casa.
La siguiente fue su traslado a los distintos centros asistenciales, ya con el cuadro de intoxicación avanzado.
Trascendió además que una docente a quien también se le tomó declaración que la criatura se divirtió junto a sus compañeritos y que con ellos compartió comidas y bebidas sin mostrar nada raro en su comportamiento.
Supuesto abuso sexual
El primer estudio de situación realizado por médicos del Hospital Samic de Eldorado a la pequeña de 9 años detectó vestigios de cocaína en el cuerpo, aunque también detectó indicios de posible abuso en la criatura, por lo que las autoridades del nosocomio radicaron una denuncia ante la Policía para alertar esta situación. Ante esto, al tomar intervención el Juzgado de Instrucción Uno de Puerto Rico, se dispuso un examen ginecológico a la criatura, que estuvo a cargo de una médica legísta del Poder Judicial.
Los resultados del estudio se conocieron en pocas horas y descartaron de plano cualquier tipo de actividad sexual en la menor.
Según la reconstrucción que se tiene del caso, la paciente ingresó el sábado por la mañana al centro asistencial “hipotérmica, hipotensa” y en “estado comatoso”, con “imposibilidad de una respuesta coherente”.
