Marcha de los días: En clave Mundial

En Argentina, el Mundial se vive desde el minuto cero, y en el mundo de la política saben que les da un respiro. El gobierno nacional tratará de aprovecharlo para enfrentar a la inflación. En Misiones, el equipo oficial sigue trabajando para llegar al partido del 2023 en la mejor forma posible.
domingo 13 de noviembre de 2022 | 3:30hs.
Marcha de los días: En clave Mundial
Marcha de los días: En clave Mundial

En la Argentina el Mundial nunca empieza el día que se da el puntapié inicial del partido inaugural, el Mundial empieza el mismo día en que la selección nacional da a conocer cuáles son los 26 elegidos para vestir la celeste y blanca en el evento más importante del deporte mundial, y al que, sin temor a equivocarnos, podemos decir que al 90% de los argentinos le gustaría ir a ser parte. Ese día fue el viernes.

Ese día, por experiencia previa, sabemos que la atención de la opinión pública empieza a dejar aún más de lado a la política para abocarse al fútbol. Pero ojo, que ponga su atención en otro lado no quiere decir que no note, o no sienta, lo que está pasando con la política o la economía, solo que en esos días no importa tanto.

Son días con algo más de tranquilidad para las gestiones de gobierno, días en los que deberían aprovechar para tratar de ensayar soluciones a los problemas que aquejan al ciudadano promedio. Porque cuando el Mundial termine la atención vuelve al punto en el que estaba. En el caso de Argentina, a la endeble economía local que está librando la tan mentada "guerra contra la inflación". Para ponernos en clima Mundial podríamos decir que se trata del "mundialito de la inflación", en la que la selección tiene un técnico en el banco, Alberto Fernández, que ya se le acaban las tácticas e ideas y no da tantas órdenes; un capitán dentro del campo de juego, Sergio Massa, que es el que intenta ordenar la estrategia del equipo; y una ayudante técnica, Cristina Fernández, que con más peso específico que el técnico, desde la tribuna sugiere estrategias, que el técnico descarta y el capitán intenta implementar.


El partido contra la inflación

El martes 15 de marzo, en un acto realizado en la localidad de Malvinas Argentinas, en el conurbano bonaerense, Alberto Fernández se calzó el traje de técnico y anunció que a partir del viernes de esa semana comenzaba la guerra contra la inflación. Digamos que allí el presidente fijó el inicio de un partido que comenzó perdiendo, y que en el desarrolló debió cambiar un par de veces de capitán y de jugadores, pero que hasta el momento no está logrando llegar ni al empate. Aunque el capitán actual, Sergio Massa, empezó esta semana a desarrollar una estrategia con la que espera achicar las diferencias con el principal rival.
A esta altura del partido los jugadores de los gremios y La Cámpora intentan asociarse de alguna manera para conseguir un poco de orden y ayudar al equipo del Frente de Todos. Pero otro de los jugadores, las organizaciones sociales, comienzan a mostrar descontento por la estrategia, ya que ahora ya no solo son foco de la crítica de la oposición, sino que también están siendo denunciadas por irregularidades en el cobro de planes, y comienzan a ser investigadas, por el propio oficialismo. El desorden en las filas del "Equipo Antiinflacionario" es un problema a resolver. Pero el partido sigue.

Esta semana el presidente inició un viaje por Europa y Asia, para encuentros bilaterales y para participar del G20. Durante su viaje hizo saber públicamente que la sugerencia de Cristina Fernández de incluir una suma fija en los salarios del sector privado no sería contemplada. Cristina lo había sugerido desde la tribuna el viernes de la semana pasada, en un acto de la UOM. Cristina volverá a hablar el jueves de la semana que se inicia, un día antes de que el presidente vuelva de su viaje. ¿Responderá, insistirá o lo dejará pasar? Se supo en los últimos días que la relación entre ambos se encuentra estancada y fría nuevamente. Así es difícil ordenar el equipo en una estrategia única, sobre todo cuando una parte de los jugadores responde a uno y otra parte al otro. En el medio, Massa hace malabares dentro de la cancha, esta semana tuvo mucha actividad. Entre ellas anunció un aumento de las jubilaciones de un 15,6% para las jubilaciones y pensiones. Además de un bono que cobrarán durante tres meses los jubilados y pensionados que cobran entre la mínima y 3 mínimas, variando los montos. Con esto, aseguran, las jubilaciones le vienen ganándole a la inflación. Al menos por ahora. Achican la diferencia en el marcador.
Además de estos anuncios, mientras el presidente viajaba, Massa comenzaba a desplegar la estrategia en la mitad de la cancha, con un plan contra los precios altos. Esto lanzando el plan "Precios Justos", un plan muy similar a otros que ya no funcionaron pero que ahora incorpora tecnología con una aplicación de celular para que los consumidores constaten el cumplimiento de lo acordado.

El súper ministro de Economía espera que este programa, más otras medidas que se implementarán próximamente le permitan llegar a que en diciembre, y a partir del primer mes del año que viene, la inflación tenga una caída sistemática mes a mes para que en marzo ronde el tres por ciento. En la semana que comienza se conocerá el índice de inflación de octubre, varias consultoras esperan que sea más alto que el de septiembre. El plan de precios no empatará el partido, pero esperan que al menos achique la diferencia, para que después de las fiestas, cuando arranque el segundo tiempo, el partido sea más parejo.


Partidos en el Mundo

Mientras tanto en el mundo también se juegan otros partidos. En Brasil, por ejemplo, Lula Da Silva está armando el equipo para entrar a la cancha el 1 de enero. En tanto que desde la tribuna de Jair Bolsonaro, con el campo de juego ya vacío porque el partido electoral se terminó, siguen gritando. La hinchada de Bolsonaro jugó un partido tan virulento que la apropiación marketinera del uso de la camiseta de la selección de fútbol brasileño por parte de su parcialidad llevó a que hoy muchos anti bolsonaristas no quieran usarla. Y por ello, ante el inminente inicio del mundial, Lula debió salir a sus redes sociales a pedirle a sus seguidores que "no sientan vergüenza" de ponerse la camiseta de la verde amarela.

Más al norte también se jugó un partido importante esta semana. En Estados Unidos se realizaron las elecciones de medio término, para renovar el Congreso y parte de las gobernaciones. Se esperaba una "marea roja" republicana que posicione a Donald Trump como un hombre fuerte en la competencia por la presidencia en 2024, y al demócrata Joe Biden en una situación de debilidad política extrema. Sucedió todo lo contrario.

Los demócratas lograron hacer una elección más que decente, y por estos días, aún con votos por contar, podrían mantener la igualdad en el Senado asegurándose, con el voto de la presidenta del cuerpo, la mayoría. Biden resultó fortalecido, y hasta hay quienes se atreven a hablar de precandidatura para la reelección, algo pronto ya que los problemas de la economía de Estados Unidos no dejan de limar su imagen. Y por el lado de Trump, le surgió desde Florida un contrincante para la interna republicana que parece estar, al día de hoy, mejor posicionado para disputar candidaturas. Se trata del gobernador reelecto de la Florida, Ron Desantis, de 44 años y logrando mejores resultados que en las anteriores elecciones.


Peleas en la tribuna opositora

Mientras tanto, en la tribuna de la oposición se desata una pelea que los lleva a perder de vista el partido. Detalle no menor, porque es el partido que está mirando "la gente", el votante, y la actitud de los jugadores, e incluso de los hinchas en la tribuna opositora, será clave en el proceso electoral del año que viene. Por ello, los hinchas caracterizados de la tribuna opositora deberían aflojar un poco con la disputa interna por el mejor lugar en el para avalancha y centrarse un poco más en una propuesta para ver si logran convencer a la gente de que los dejen jugar el próximo partido. Los espectadores saben que cuando gobernaron fracasaron, por ello no pueden ofrecer el cambio, como lo hacían antes. Las disputas intestinas y la falta de planes serios en caso de ganar las elecciones juntos por el cambio, le da créditos al candidato liberal Javier Milei. Claramente se empieza a posicionar como un jugador competitivo que quiere jugar el partido importante. Mientras en el PRO, después de las ultimas batallas expuestas, intentaron bajar los decibeles ensayando una especie de tregua entre los precandidatos presidenciales, que durante la semana última habían llegado incluso a amenazarse con agresiones físicas.

Además de las peleas del PRO, en la UCR se codean y empujan entre varios, por momentos para quedarse con una precandidatura a presidente, y por momentos para ser el vice de algún candidato del PRO mejor posicionado. Entre los que se codean para ser precandidatos a presidentes está Gerardo Morales, que esta semana estuvo por Misiones. Desde la tierra colorada le avisó a la fracción de la hinchada PRO que la parcialidad radical está dispuesta a dar pelea por las candidaturas.

Morales aseguró que el radicalismo "tiene mejor musculatura nacional" que en 2015, y que el PRO. Y que con eso como estandarte dará pelea por un lugar preponderante en el armado de la oferta electoral del 2023. "La UCR no será furgón de cola otra vez" aseguró el jujeño, que además aprovecho para diferenciarse otra vez de Mauricio Macri, al señalar que no piensa privatizar Aerolíneas Argentinas.


Partido con tierra colorada

Mientras tanto en Misiones se juega otro partido, uno en el que el equipo del oficialismo parece estar en una situación bastante más tranquila que el equipo nacional. Y en el que cada jugada que encara la lleva hasta el final, concretando en la mayoría de los casos buenos resultados. El objetivo final del equipo del oficialismo es llegar al partido más importante del 2023, ese que todavía no tiene fecha oficial publicada, pero que se jugaría en el mes mayo del año que viene, con los mejores jugadores en cancha y con una estrategia sólida para seguir en la senda de los triunfos del espacio.

Desde la conducción del equipo valoran positivamente la cantidad y calidad de las nuevas incorporaciones al frente, atraídos por el modelo político y de gestión, alejados de la grieta de los dos frentes nacionales, que no han favorecido al interior del país en sus respectivos mandatos. Tanto cambiemos, como el peronismo potenciaron el centralismo.

Esta semana el capitán del equipo, el gobernador Oscar Herrera Ahuad, estuvo gestionando jugadas estratégicas en Buenos Aires, donde pasó por el Ministerio del Interior para reunirse con Eduardo Wado de Pedro, y por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para reunirse con Víctoria Tolosa Paz. Así, el capitán misionero se reunión con jugadores que responden a los dos principales actores del equipo nacional, la vicepresidenta Cristina Fernández y el presidente Alberto Fernández. En ambos casos, en busca de fondos para desarrollar diferentes cuestiones en Misiones.

En el encuentro con Wado, que se realizó en la Casa Rosada, el diálogo giró en tratar de destrabar una serie de pendientes que tiene la administración central con la Provincia en materia de pagos adeudados al Instituto de Previsión Social (IPS) y al fondo fiduciario para el desarrollo provincial. Se trata de deudas que mantiene Anses con la provincia y de los aportes del fondo fiduciario para distintas obras de infraestructuras. Pero además se incluyó en la agenda del encuentro una campaña contra el bullying.

Al otro día, el gobernador pasó por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, donde firmó dos acuerdos que tienen por objetivo la llegada a Misiones de los fondos necesarios para desarrollar dos programas productivos. Uno es una línea de acción de "Integración Socio Urbana de Barrios Populares Renabap", para la implementación de proyectos de integración socio urbana y el otro es el desarrollo de un programa socio-productivo de desarrollo local con el Potenciar Trabajo.


Jugador en offside

Como dijimos desde el principio, toda la atención, a partir de ahora, está puesta en el mundial, y en especial en la selección argentina. Es así que esta semana empezamos a conocer cómo se preparaba la selección para ir a Qatar. Y en ese marco, un miembro del equipo técnico de la AFA compartió en redes una foto de los contenedores en los que se llevan los productos que no se consiguen en el país asiático. Entre ellos, yerba, porque estamos ante una de las selecciones más materas de nuestra historia. Pues bien, la polémica se desató porque la marca de yerba elegida para la foto es uruguaya. Pero era la del contenedor elegido para la foto, no la única yerba, ya que luego se conoció que llevan también otra marca de yerba, en este caso correntina.

Pero la primera imagen hizo quedar en offside al ex legislador nacional de la UCR Misiones, Luis Pastori, quien rápido de reflejos, pero lento en el manejo de situaciones comunicacionales, salió a criticar el hecho de que la selección lleve una marca de yerba uruguaya. En el medio Pastori sufrió una andanada de críticas, puesto que su mensaje, por como lo había escrito, parecía estar direccionado a los jugadores de la selección por preferir en sus gustos una yerba que no era argentina. Hecho que lo obligó, unas horas después, a tener que salir a explicar que su crítica no le apuntaba a los jugadores, sino al sector yerbatero. Y luego, la propia gente de AFA lo dejó en offside, cuando postearon la foto de la yerba mate Playadito en los contenedores del viaje.

Así, los argentinos ya entramos en clima de mundial, ese período de poquito más de un mes donde la mirada está puesta en el fútbol, en la selección, en los jugadores. Pero que en realidad la atención sigue puesta en los problemas diarios de la familia argentina, a la que en la mayoría de los casos hoy le cuesta llegar a fin de mes, porque el partido contra la inflación, todavía, está lejos siquiera de empatarse.

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