La 624, una escuela creada para los primeros inmigrantes que sigue activa

El hombre y el medio. Así comenzó su relato en 1909 dentro de las páginas del libro histórico quien fue el primer director y maestro de la Escuela Nacional 29, hoy 624, para dejar asentado en caligrafía cuidada y hojas que pudieron soportar el embate de los años la rica historia, no solo de la escuela, sino de todo el paraje que se empezaba a formar con inmigrantes alemanes e italianos en lo que años después se daría a llamar Dos Arroyos.

Según las crónicas de libros históricos que orgullosamente mostró a El Territorio, la actual directora, Nélida Ferreyra Da Silva, por el año 1905 fueron don Jacobo Scholles y Juan Schweikofski quienes primero llegaron a la zona. Luego lo harían -en 1906- Valentín Pellizzer y Ángel Rotta, que abrieron los primeros senderos trazados por el agrimensor Francisco Fouilland y dieron así las bases para que otras familias se asientan en la zona.

La impronta de los pioneros

Todos llegados de Europa con muchos sueños pero sin conocimientos más que sus experiencias sabían que la educación debía ser el epicentro del desarrollo que buscaban en forma integral para sus familias. Así los intrépidos que a fuerza de machete y asadas conquistaron las tierras de Misiones comenzaron, con todas las limitaciones de accesibilidad a los centros poblados, las gestiones para lograr la primera escuela de la zona hasta que a finales de 1908 el ex Consejo Nacional de Educación creó la Escuela 29 y en marzo de 1909 fue designado su primer docente, el maestro normal Gregorio Esquivel.

El lugar elegido para su funcionamiento fue una pequeña construcción hecha con maderas y adobe de la zona, constaba de un salón para el aula más una pieza y otras pequeñas dependencias para que pueda habitar el docente, propiedad de don Martín Scholles, a sólo unos metros de donde se asienta el actual edificio construido en la segunda etapa del Plan Quinquenal del ex presidente Juan Domingo Perón.

Hay que llegar al kilómetro 35 de la hoy ruta provincial 4 y entrar por un camino vecinal hacia el Sur -unos 750 metros- para arribar a esta escuela. Antes de llegar a ella se pasará por el cementerio municipal, lo que denota la trascendental importancia que le daban los colonizadores a la educación y a proteger la memoria de sus muertos.

Los inicios

A la distancia hasta parece increíble las peripecias que debieron sortear para que la escuela llegue a Dos Arroyos y es que pese a tener el local y maestro no se podía dar inicio sin que llegaran los básicos necesarios para el dictado de clases, que habían sido enviados ya por el Gobierno nacional a principios de 1909 hasta Concepción de la Sierra.

Cuenta el libro histórico en sus páginas amarillas -ricas en datos y vivencias- que a caballo varios hombres pudieron llegar hasta el cerro Itacaruaré donde -campamento de por medio- sirvieron de “posta” para que vecinos de la nueva escuela organizaron una expedición a pie con mulas en medio de los montes para hacer llegar de esta manera los enseres necesarios para la educación de la matrícula inicial, de 35 niños el 22 de agosto de 1909.

Del total de estudiantes solamente dos tenían nacionalidad argentina, los demás recién habían llegado acompañados de sus padres desde Europa.

Crecimiento

La construcción de su actual edificio en la en la década del 70 con grandes dimensiones la llevó a ser recategorizada y cambiar su modalidad a una de jornada completa desde el 2 de mayo de 1974. Y con la provincialización de los servicios educativos mudó su nombre de Escuela Nacional 29 a provincial 624 el 26 de enero de 1981.

Entre las disímiles actividades que a lo largo de su rica historia se pueden encontrar, la escuela fue la encargada de realizar el censo de población y vivienda el 30 de septiembre de 1970 y dejó plasmado un preciso informe hecho por seis docentes que relevaron la existencia de 199 viviendas en las que habitaban 406 varones y 393 mujeres. Los años ya habían cambiando la lógica inmigrante de principios de siglo y del total de 799 habitantes solamente 76 eran de origen extranjero.

Actualmente de primero a séptimo grado la matrícula siempre supera los 120 alumnos y aparte de ser el epicentro de las actividades de la zona, la escuela 624 alberga en su edificio a una extensión de la Unidad de Gestión Local (UGL), que brinda educación secundaria a los estudiantes que pueden completar el nivel medio.

Hurgar en la historia de la escuela es encontrar apellidos reconocidos como Genessini, Pessini, Prietto y Brignole.

Decenas de docentes y directores ilustres como lo fuera Lisardo Morales, un correntino nacido en Santo Tomé en 1897 y llegado a la tierra colorada ascendido a director en 1931 que por su destacada actuación en la colonia, desde 1984 la escuela lleva su nombre.

Un emblema de la entrega y vocación también fue doña Kelly de González, que inició sus pasos como maestra de grado hasta llegar a la dirección de la escuela y ser el eje impulsor de decenas de logros para la comunidad. Un conmovedor reconocimiento fue en su deceso, hace poco menos de un año, cuando los alumnos más grandes decidieron con sus guardapolvos blancos realizar una guardia de honor y acompañar a las exequias de la querida docente realizadas en el cementerio de Dos Arroyos. Nelly Ferreyra Da Silva recordó el momento como “una sensación mezcla de tristeza por su partida, pero a la vez emoción por como la enorme tarea que ella había hecho quedó grabada en toda la comunidad, una vocación y espíritu de servicio impresionante”.