En Iguazú, más jóvenes se ausentan de sus casas

martes 01 de noviembre de 2022 | 6:04hs.

Durante la última semana en la Ciudad de las Cataratas se ha registrado al menos una denuncia por la desaparición de niños o adolescentes en las comisarías. Estas desapariciones son viralizadas a través de los grupos de WhatsApp de las escuelas, situación que genera gran preocupación en la comunidad teniendo en cuenta los peligros y la cantidad de puntos de venta de estupefacientes que se registran en la ciudad. Hasta el momento no se han registrado casos donde la desaparición supere las 48 horas, no obstante, esta situación encendió una señal de alerta en las autoridades.

Se supo que los motivos más frecuentes por los que los niños y adolescentes “se van de sus hogares” son peleas con los padres, ya sea por el inicio de una relación amorosa, por el círculo de amistades, que los podrían dirigir al consumo de alguna sustancia legal o ilegal.

Según los últimos registros de desaparición en su mayoría fueron adolescentes de entre 14 y 17 años del sexo femenino; no obstante, en los últimos días se registro el pedido de ayuda de una madre que denunció que su hijo de 10 años estaba desaparecido, había asistido a clases pero a las 22 todavía no volvía al hogar. En ninguno de los casos la búsqueda por parte de la familia y los efectivos policiales superó las 12 horas.

“Cuando se presentan los tutores o padres de las personas desaparecidas a denunciar no exigimos una cierta cantidad de horas, ya que cada familiar sabe el comportamiento y ante una cierta cantidad de horas sospecha de que algo ocurre. Una vez tomada la denuncia inmediatamente se trabaja en la búsqueda de la persona”, indicó la comisario Viviana Merlo jefe de la división Prensa de la URV.

Adicciones y fuga del hogar

En Iguazú, las autoridades tienen registros de personas, mayores a 20 años, que han sido reportadas como desaparecidas por sus familiares y que luego fueron encontradas en situación de consumo. Si bien los casos de desaparición de personas en situación de consumo casi no son denunciados debido a que muchas familias han bajado los brazos y ya no los buscan es una cuestión preocupante sobre todo cuando se dan al inicio de las adicciones.

Asimismo, el consumo problemático de adultos puede derivar en la decisión de los niños y adolescentes de escapar del hogar por miedo a represalias o por violencia familiar.

Es por ello que, desde el Ministerio de Prevención de Adicciones, se trabaja con un monitoreo de consumo para detectar patrones a fin de trabajar en la prevención y evitar que los niños y jóvenes entren en el mundo del consumo, ya que muchos niños y jóvenes hoy faltan en sus hogares y están en situación de calle. La última encuesta hecha por el Ministerio en Iguazú logró detectar consumo en niños de 7 años; si bien el promedio de edad de consumo problemático es de 14 años y se ha detectado que los niños identifican el consumo problemático sobre todo de alcohol en sus hogares que desatan situaciones violentas.

“Entre la preadolescencia y la adolescencia extendida hasta los 30 años, se producen el mayor registro de pacientes, representando el 46% del total de la población. Es enfermedad que se adquiere, no es genética ni hereditaria. Sin embargo, los hijos de padres que tienen algún trastorno adictivo tienen muchas más posibilidades de adquirir esta enfermedad”.

Desde el Observatorio Provincial de Drogas se realizó un estudio sobre las percepciones de los adultos acerca de las relaciones con sus hijos y el consumo problemático y adicciones, sin embargo, la mayoría de los padres manifiesta que sus hijos no han probado.

No obstante, se supo que, ante los primeros planteos de los padres respecto de las adicciones, se generan discusiones que derivan en la decisión de los jóvenes se escapan de sus hogares, pero al ser indagados por los efectivos policiales tras la búsqueda ninguno admite algún comportamiento relacionado al consumo problemático.

“Esto es así porque la familia cumple un rol fundamental en el desarrollo psíquico y emocional del ser humano. En cambio, si un chico vive en una casa con problemas, tiene más posibilidades de tener problemas cuando crezca”, explicó Roberto Padilla, secretario de Prevención del Ministerio de Prevención de Adicciones.

 

Adolescentes de entre 14 y 18 años son quienes más se fugan de sus hogares

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