Bartenders van por más

Abrir la carta de posibilidades para todos

Desde la coctelería acercan cursos con lenguaje de señas o braille para poder comunicar mejor a las personas discapacitadas y asistirlas correctamente ante sus inquietudes
martes 25 de octubre de 2022 | 6:00hs.
Abrir la carta de posibilidades para todos
Abrir la carta de posibilidades para todos

Salir, tomar un taxi, darle indicaciones, llegar a un lugar, elegir  dónde sentarnos, la temperatura ideal, qué comer, qué tomar, cómo queremos ese pedido, son acciones que hacemos automáticamente en una dinámica de mozo-cliente que entendemos y tenemos más que aceitada, naturalizada. Pero qué sucede cuándo el que llega es sordomudo o ciego, por ejemplo. Debería tener el mismo abanico de opciones y poder expresarse y ser entendido. Por eso, desde distintos espacios que acogieron estas inquietudes, trabajan de a poco para potenciar la realidad.

La antesala de cada cóctel incluye no sólo una buena combinación de sabores y técnicas aprendidas sino anécdotas y personajes fascinantes de distintos orígenes. Por eso, degustar algo a raíz de la recomendación de un bartender especializado o de especificaciones en una carta por ejemplo y saber cómo se compone, algo de su historia y evolución son más que un plus a la hora de sentarse a ‘tomar algo’.

En esa línea, siempre pensando en cómo superarse y mejorar, desde la Academia Gustavo Irala y la Asociación de Sordos de Misiones idearon un curso de lenguaje de señas para bartenders, con el afán de poder incluir a más personas en el intercambio que significa disfrutar de un cóctel.

El puntapié para cambiar el acotado panorama que muchas veces sufren las personas con discapacidad surgió de la coctelería local y apuesta a expandirse más y más para, de alguna manera, transformar la experiencia gastronómica y bolichera de la ciudad.

“Gin tonic de pomelo”, “Caipirinha de maracuyá”, “esto está muy dulce” o “quiero más azúcar” fueron algunas de las más simples expresiones que detallaba Lorena Rojas, presidenta de la asociación, en  el curso para los que trabajan detrás de las barras.

Desde Apóstoles, Puerto Rico, Eldorado, Oberá y Cerro Azul llegaron bartenders que quisieron sumar esta capacitación junto a colegas posadeños.

Según los alumnos, un mundo totalmente nuevo se desplegó frente a ellos al empatizar no solamente con las limitaciones del otro sino al poder darse cuenta de que con un poco de dedicación lograban acercarse y entenderse. Más allá del taller específico de preparación de cócteles que se brindó en la citada academia, un seguimiento a través de videos de Lorena y Omar, otro intérprete de señas, abrieron el panorama para plantear todo tipo de inquietudes que se profundizaron clase a clase.

Según la asociación hoy son cada vez más los jóvenes sordos que se integran a las salidas de bares y boliches, muy activos, disfrutan de ese plan, pero muchas veces al no tener un profesional que pueda comprenderlos, terminan consumiendo lo que les traen, más cuando las cartas también son despojadas de dibujo o tienen un dibujo que no detalla la amplitud de sabores de una cosa.

Por ejemplo, hay daikiri de ananá, de durazno y más, pero como en la imagen figura solo frutilla, es el que les terminan sirviendo.También obviamente a la hora de indicar si prefieren el cóctel sin alcohol o con algún ingrediente especial.

Tal como resumió Gustavo Irala, al frente de la escuela de coctelería, ‘‘se recomienda que en las barras haya una persona y un sector, no que sea completamente exclusivo pero sí que esté preparado para entender lenguaje de señas e identificado.

Además, resaltó que tras el curso que tuvo su cierre ayer con el examen final, un integrante que la asociación de sordos designe, será becado para aprender coctelería y sumar a esta integración. ‘‘Eso también va a ser un aprendizaje mutuo. Ya con una persona sorda en el curso, el resto de los alumnos van a tener una experiencia y esa es la idea, que haya apertura’’, graficó y anunció que próximamente se buscan soluciones también para que las personas ciegas puedan armar sus propios tragos o pedir lo que realmente deseen. El braille es aquí el aliado para comunicar en botellas y cartas.  

Así como en el andar se descubren nuevas formas de comunicar, se posicionan desafíos y problemáticas que se hacen carne y buscan respuesta para asistir al que lo necesita, para encontrarse realmente.

Porque en definitiva el ocio, los rituales de salidas, comida y bebida no son más que excusas para encontrarnos y acercarnos. El empuje entonces abrirá puertas, expandirá los horizontes de un lado y otro y buscará replicar esta iniciativa en todos los espacios que integren a la comunidad. Para que tomarse un taxi o un negroni no tenga que ser una odisea. 

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