A un año de la rehabilitación del paso internacional

Comercios de Posadas crecieron en forma exponencial desde la reapertura del puente

Tras la pandemia, se volvió a utilizar el cruce el 19 de octubre de 2021. Trajo beneficios a locales comerciales de todos los rubros. El desafío es reducir el tiempo de espera para cruzar
domingo 16 de octubre de 2022 | 6:06hs.
Comercios de Posadas  crecieron en forma exponencial desde la reapertura del puente
Comercios de Posadas crecieron en forma exponencial desde la reapertura del puente

El puente San Roque González de Santa Cruz permaneció 582 días cerrado a raíz de la pandemia por el coronavirus, enfermedad que reconfiguró el mundo y obligó a cerrar las fronteras terrestres para evitar su avance. Su cierre se produjo aquel 20 de marzo de 2020 cuando se anunció un confinamiento total. Con el paso del tiempo y flexibilizaciones sanitarias de por medio, todo fue volviendo a la normalidad, aunque faltaba aún la apertura del viaducto que une Posadas con Encarnación. Finalmente, eso ocurrió el 19 de octubre del año pasado, puntualmente, a las 9.30 de la mañana cuando los primeros viajeros cruzaron desde Paraguay a la Argentina después de tanto tiempo.

A un año de la reapertura del puente, la postal es otra, diferente a la que dejó el Covid-19. Por un lado, la de negocios capitalinos prácticamente llenos, con gran demanda en diversos segmentos, como ocurre diariamente con la gastronomía que durante los fines de semana trabaja al tope de su capacidad y en muchos casos hay que hacer filas para ingresar al predio.

Por otro, con el intenso movimiento sobre el viaducto, donde cotidianamente se ve el puente lleno de autos, largas filas de espera y paraguayos que recorren los negocios posadeños. La asimetría en el tipo de cambio entre el peso y el guaraní disparó el cruce hacia este lado del Paraná para la compra de mercaderías, como aceites y harinas, indumentarias y de combustibles, al resultar hasta 50% más económico en los surtidores misioneros que en la Perla del Sur. A ello se suma que la compra de posadeños y misioneros se concentra en suelo local, es decir, no se registran mayores cruces para consumir del otro lado del Paraná.

En este contexto, desde la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) destacan el movimiento económico que hay en la ciudad, en el que la demanda se concentra en la ciudad y se observó que, con el paso de los meses, cada vez más paraguayos pasaron hacia la Argentina para efectuar las compras acá.

Asimismo, desde el Centro de Frontera de Posadas recordaron que con el paso de los meses la cantidad de ingresos diarios fue incrementándose, hasta tal punto de llegar entre los 20.000 y 30.000 cruces por días. En medio de un contexto de largas filas para ingresar al país, se espera que entre diciembre y enero arranquen las obras para sumar más carriles y casillas para adecuar el caudal de ingresos diarios que actualmente registra el paso, que fue inaugurado en 1990 y en ese entonces se esperaba un cruce de hasta 5.000 personas por día. Es decir, tres décadas después, el movimiento se quintuplicó.

El impacto, a un año
Con la frontera cerrada, el consumo local se concentró exclusivamente en negocios misioneros. Ello se reflejó en comercios prácticamente repletos en todos los rubros, potenciado por los programas provinciales Ahora Misiones. Tras la apertura del puente, esa demanda local se mantuvo, a la que se sumó la de extranjeros.

“Hace muchos años, la única variable de competitividad es el tipo de cambio en la Argentina y por ende, lo padecemos o lo podemos tener como saldo positivo como está ocurriendo ahora”, explicó Sergio Guelman, actual presidente de la CCIP.

En diálogo con El Territorio, el empresario recordó que la pandemia fue una época difícil para todo el mundo “pero que al comercio posadeño y misionero nos tocó pasarla de la mejor manera en lo económico porque antes del Covid-19 eran cientos de miles los ciudadanos de Posadas que se iban para Encarnación, y no solamente los capitalinos, sino de otras partes de la provincia”.

La plata quedó en Posadas
Agregó que “con el cierre del puente por la pandemia, claramente la gente dejó de ir y la plata quedó en Posadas, hecho que impactó en toda la provincia. Con eso, hubo un cambio muy importante porque hubo comercios que fueron renovándose e incluso se crearon nuevos y en mayor variedad, hecho que terminó posicionando a la ciudad como un polo turístico y gastronómico que se disfruta”.

Destacó además la llegada de nuevas y más franquicias que eligieron a la capital provincial como nuevo sitio de inversión. También recordó que proliferaron las construcciones, tanto de hogares como de refacciones de locales para brindar a los clientes una mejor experiencia de compra.

En este sentido, consideró que “a un año de la reapertura, lo que hay que decir es que el tipo de cambio terminó jugando un rol preponderante, con una buena pasada. En este caso, para bien porque con el valor del dólar blue la gente no cruza la frontera, pero que también incide en el tipo de cambio porque se ve que los paraguayos y los brasileños vienen”.

En este punto, Guelman precisó que “todos los rubros comerciales tuvieron un buen rendimiento en las ventas en este último año”.

Indumentaria, supermercados, gastronomía, vinotecas y pinturerías son algunos de los segmentos que mencionó el empresario y que se destacaron. La diferencia de precios con Paraguay motivó la demanda en estas categorías, al resultar más económica en la Argentina.

A ello sumó la situación del combustible, que disparó la compra al resultar más barato que en los surtidores encarnacenos. Las filas largas para llenar el tanque y el gran número de autos con patentes extranjeras fue una postal que se volvió cotidiana desde octubre del año pasado.

“Hay un consumo que queda, el local, y uno que vuelve, que es el de Paraguay, y termina generando un círculo virtuoso. Generar ese consumo es el resultado también de un trabajo mancomunado entre público y privado ya que en todo este tiempo hubo diferentes eventos comerciales para fomentar el consumo y para atraer ese consumo internacional, con el objetivo de lograr una solidez como destino de compras, pero también como polo turístico”, agregó Guelman.

El movimiento comercial pleno es una constante en Posadas. Foto: Natalia Guerrero

Como contracara, en medio del buen presente comercial posadeño, recordó que actualmente afrontan complicaciones con el acceso a determinados insumos que son importados, además de faltantes de determinados productos que complican la reposición inmediata que, dependiendo del caso, llega hasta los cuatro meses.

Similares términos, empleó Gustavo Alvarenga, titular de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (Amhbra), quien en diálogo con este matutino precisó que “hay problemas con la inflación, que es muy alta y que también impacta en el arribo de los extranjeros y que impacta en nuestro rubro, el hotelero”.

Pese a ello, el también empresario hotelero de Posadas destacó que “desde la hotelería siempre pedimos la reapertura de la frontera porque trabajamos con gente del exterior y la apertura fue importante para la actividad”. Indicó que el tipo de cambio actual favorece a que turistas de países aledaños lleguen al país.

“La frontera es un intercambio por el tipo de cambio, y en este último año se aprovechó mucho la compra de combustibles, se quedaron comprando cosas y también tuvo su impacto en la hotelería, ya que muchos se quedaron.

Sin embargo, es fluctuante motivado por las largas colas de ida y vuelta, sumado a la inflación que también afecta. Pero hay que destacar que además de otros sectores, a la hotelería también influyó esta apertura de la frontera, no sólo con el paso con Posadas con Encarnación sino el de todas las fronteras internacionales ya que la hotelería tradicional depende del visitante extranjero que arriba al país”, acotó Alvarenga.

 

La ampliación del cupo ante la demanda

Cuando Nación autorizó la reapertura del puente Posadas-Encarnación, permitió que sólo 890 personas por día puedan ingresar al país, en el marco de las medidas sanitarias por el coronavirus. Para ello, el viajero debía presentar un PCR negativo y el carnet con el esquema completo de vacunación contra el Sars-Cov-2.

En apenas una semana, el cupo de 890 personas se completó.

El mismo panorama se repitió por seis jornadas consecutivas y en los primeros días de noviembre ese número pasó a 1.600 personas permitidas para ingresar al país por día. Ese número volvió a completarse rápidamente y motivó el pedido de la Provincia a la Nación de elevar el número a 5.000 personas por jornada.

Es decir, en menos de un mes, el cupo se amplió en tres oportunidades. Con la llegada de diciembre y las vacaciones de verano al acecho, el cupo de 5.000 se completaba cada vez más temprano. Fue en ese entonces que a mediados de diciembre se pasó de 5.000 a 8.000 cruces permitidos, cantidad que se completó en enero y los primeros días de febrero, en medio de la temporada de vacaciones.

Ya en febrero, con mayor frecuencia el cupo de 8.000 personas se completaba. Esta situación derivó en el pedido y luego posterior aprobación de eliminar definitivamente los cupos de ingresos, en pos de llevar certezas a la ciudadanía y evitar que esperen hasta el día siguiente para cruzar.

Desde ese entonces, el número de pasos fue creciendo hasta llegar a un promedio entre los 20.000 y 30.000 personas por jornada.

 

La frontera genera un gran movimiento comercial

La reapertura del puente, como se mencionó se produjo el 19 de octubre del año pasado, fue con protocolo sanitario de por medio, con un cupo diario inicial de 890 personas por día, número que fue ampliándose hasta su eliminación definitiva en febrero.

La flexibilización de las medidas sanitarias y la diferencia cambiaria motivó la recuperación del intenso movimiento sobre el viaducto San Roque González de Santa Cruz.

A modo de resumen, Cristian Castro, actual coordinador del Centro de Frontera de Posadas, sostuvo que “de a poco el puente fue recobrando el ritmo nuevamente” y recordó que en el último fin de semana largo con motivo del Día del Respeto a la Diversidad Cultural, casi 35.000 personas por día utilizaron el viaducto internacional, de acuerdo a datos brindados por Florencia Carignano, titular de Migraciones, hecho que ubicó al paso Posadas-Encarnación como uno de los tres más transitados, detrás del Tancredo Neves y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

“El ritmo se fue recuperando, más aun últimamente con el regreso del tren internacional con Encarnación y también con el tren de cargas que la semana pasada hizo su primera operatoria con el cruce de regreso hacia Buenos Aires”, añadió el funcionario.

Si bien el flujo de personas que diariamente pasan por el puente oscila entre los 20.000 y 30.000 diarios “muchos de los trabajadores recuerdan que antes de la pandemia hubo un pico de 50.000 cruces por día”.

Precisó que “estamos trabajando de manera mancomunada con Aduana, Migraciones y Senasa y hay una operatoria en todo el momento, con trabajo pleno” para contener la fuerte demanda en el movimiento internacional, sobre todo en lo que respecta al ingreso al país. Tras la pandemia “ahora hay una previsibilidad que antes no había, ya que no estaba el tren o se reconoce que en determinados días hay menos filas para cruzar el puente y no hay que esperar mucho tiempo”. Asimismo, indicó que pese a la flexibilización de las medidas sanitarias “aún hay personas que consultan si es necesario llevar el pasaporte sanitario, la declaración jurada, son cuestiones que muchas de las personas se preguntan dos veces para cruzar a Paraguay o volver hacia la Argentina”.

Luego, agregó que “hay días que estamos cerca de 30.000 cruces diarios, pero más de 20.000 personas seguro. Para tomar dimensión de la cantidad de personas que cruzan diariamente, en San Javier hay alrededor de 15.000 personas en la ciudad y las colonias aledañas, es decir que pasa el equivalente a un municipio entero. Es una cantidad que puede parecer poco, pero para un viaducto es un número significativo”.

En el afán de adecuar el Centro de Frontera al actual movimiento sobre el puente internacional, Castro recordó que se avanza en la ejecución de la remodelación del ingreso al país, sumando once carriles, por lo que se espera que así se elimine la extensa fila sobre el viaducto. “Ayer (por el jueves) hablé con el ministro de Ecología, Víctor Kreimer, y hay un estudio de factibilidad ambiental que nos tienen que avalar desde el Ministerio de Ecología de Misiones. Una vez que esté eso, la empresa puede elevar el pliego y llamar a licitación. La idea es que entre diciembre y enero a más tardar comiencen las obras con un período de extensión de los trabajos de un año”, explicó. Al tiempo que añadió que “eso ayudará al descongestionamiento que hay de filas porque se agregan once carriles, que serían 22 casillas para el ingreso al país, entonces ayudará a esta situación, además de que se contará con un estacionamiento para que no haya autos esperando sobre el viaducto. Será una obra muy bienvenida por todos”.

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