El siniestro vial ocurrió el 11 de diciembre de 2011 en Apóstoles

“No hay más Día de la Madre, se me fue la vida”

La abuela de Cergio Maximiliano Ferreyra (12) y madre de Gisela Lorena Ferreyra (32) fue la primera en declarar en el juicio contra Adrián Alberto Krutki (36)
miércoles 12 de octubre de 2022 | 6:05hs.
Por Cecilia Fleita
“No hay más Día de la Madre, se me fue la vida”
“No hay más Día de la Madre, se me fue la vida”

La primera audiencia del juicio contra Adrián Alberto Krutki (36) comenzó ayer en el recinto de debate del Palacio de Justicia de Posadas luego de más de diez años del hecho -11 de diciemrbe del 2011- que se cobró la vida de Gisela Lorena Ferreyra (32) y su hijo, Cergio Maximiliano Ferreyra (12).

El hombre, quien llegó en libertad junto a su abogado defensor José Antonio Reyes, se abstuvo de declarar luego de que le notificaron los hechos por los cuales está imputado: “homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas en concurso real concursando realmente con abandono de persona seguida de muerte”.

Krutki mantuvo la mirada baja y no se sacó el barbijo durante casi toda la audiencia, excepto para dirigirse al tribunal unipersonal, conformado por el juez Correccional y de Menores Dos, Cesar Raúl Jiménez.

Asimismo, mediante su defensor, solicitó no estar presente durante la comparecencia de los demás testigos. La solicitud fue dirimida entre las partes, pero, finalmente, dieron lugar. En la audiencia de hoy, en la que se espera que comparezcan cinco testigos, el hombre permanecerá en el predio del Poder Judicial con custodia pero no será obligado a permanecer en la sala de audiencias.

Durante la primera jornada del juicio oral y público que se desarrolló ayer, se expuso el auto a elevación a juicio y la demanda civil por parte de la querella, a cargo de la letrada Margarita Beltrametti. Por otra parte, por el Ministerio Público Fiscal actúa Amalia Spinnato (en calidad de subrogante).

Luego de la lectura de las documentales, se dio inicio a la ronda de testimonios. La primera declaración fue por parte de la madre y abuela de las víctimas, Rosa Ferreyra, quien se presentó con una remera con la leyenda “Conduce con prudencia no sumes otra estrella al cielo. Sí a la vida”.

La mujer estuvo acompañada por familiares y allegados que se ubicaron a la derecha del recinto junto a las fotos de las víctimas y carteles en pedido de justicia luego de más de diez años de lo ocurrido.

Adrián Alberto Krutki (36) llegó al recinto en libertad.

En la lectura de la elevación a juicio, se resaltó el hecho de que Krutki manejaba con 1,56 de gramos de alcohol en sangre y conducía a más de 90 kilómetros por hora cuando chocó de atrás a las víctimas, que circulaban en motocicleta.

El impacto fue tan violento que madre e hijo salieron eyectados, uno de los cuerpos terminó a 40 metros y el otro se desplazó 80 metros. Sufrieron politraumatismos y fracturas. En el caso del niño, falleció en el acto, mientras que su madre agonizó unos minutos antes de morir.

En las pericias finalizadas en el 2012, leídas en la jornada de ayer, quedó “harto comprobado” que el implicado en la muerte de Ferreyra y su hijo no efectuó maniobra evasiva, impactó contra las víctimas y huyó del lugar del hecho.

“Nos arruinó la vida”

Rosa Ferreyra, madre y abuela de las víctimas, debió ser retirada del lugar visiblemente conmocionada tras oír los detalles del hecho que culminó con la muerte de sus familiares.

Minutos más tarde volvió a ingresar al recinto pero se tapó los oídos al momento que detallaron cómo hallaron los cuerpos sin vida, tendidos en la ruta a varios metros de la motocicleta en la que viajaban.

A su turno, como primer testigo y único de la jornada, la mujer relató: “Ese domingo había ido con Ezequiel (su otro nieto) a un club, Lorena se había ido con Cergio porque él tenía que estudiar para un examen. Volvimos de tardecita y me puse a lavar el patio”.

Luego manifestó que una sobrina “llamaba y cortaba. Me llamó y me dijo que Lore y Cergio tuvieron un accidente. Ezequiel dijo ‘¡No!’”.

“Me parecía una mentira todo lo que pasaba. Ya le habían llevado a Eze a la casa de mi hermana”, explicó en relación al niño, quien en el momento del hecho tenía 10 años y resultó ser otra víctima ya que perdió a su madre y a su hermano mayor.

“Este señor (Krutki) no sólo se llevó sus vidas. En mi caso, me quedé en ese tiempo y no puedo escapar. Lore era mi única hija, Cergio era mi vida. Ese nene me podía, era mi nieto mayor. Quería que fuera una persona de bien como su mamá. Eran personas muy valiosas para la sociedad”, expresó.

“Los extraño tanto. No hay más cumpleaños, no hay más Navidad, no hay más Día de la Madre y por ahí está mal que lo diga, porque está Ezequiel, pero sentí sinceramente que se me fue la vida. La falta que me hacen, es como que me sacaron una parte. Nos arruinó la vida. Me siento culpable de reír porque no están ellos. Estoy devastada, no hay consuelo y no pude reiniciar mi vida”, confesó.

“Todavía tengo grabada la carita de Cergio que se dio vuelta y me tiró un beso desde la moto. Es muy fuerte que te avisen que les mataron a tu hija y a tu nieto. Solamente se siente. Necesito hacer justicia, que la Justicia responda. Tener aunque sea un alivio y que sus muertes no sean en vano. Lorena hubiese hecho lo mismo por mí o por cualquier persona”, finalizó.


Daños irreparables

Ezequiel Ferreyra tenía 10 años cuando perdió a su madre y a su hermano en el siniestro vial que tiene como principal implicado a Adrián Krutki por las pruebas que lo relacionan directamente al hecho. “El encartado colocó a las víctimas en situación de desamparo abandonandolas”, refiere el documento leído en la jornada de ayer.

En conversación con El Territorio, Ezequiel  reflexionó en relación al imputado por la muerte de sus familiares: “No me genera mucho. La tengo bastante asimilada a la situación. Creo que hacer algo mal, primero que no me ayuda acá y segundo que a mí, como persona, no me sirve de nada”.

Al tiempo que agregó: “Espero que se haga justicia, que el hombre vaya preso, que cumpla su condena. Van demasiados años, yo me quedé solo, sin mi mamá y hermano, porque yo no tuve papá”.

“Tuve que dejar la provincia donde nací para irme a Buenos Aires que es totalmente otro mundo. Por suerte pude salir, con psicólogos y gente conocida”, afirmó.

En cuanto al daño económico, psicológico y moral al niño que quedó huérfano y a la mujer que perdió a su hija y a su nieto, se llevó adelante la lectura la demanda civil por más de 10 millones de pesos. La reparación económica fue solicitada por los daños causados por Adrián Krutki con la muerte de Gisela Lorena Ferreyra (32), sostén de su hogar al momento de fallecer, y Cergio Maximiliano Ferreyra (12).

¿Que opinión tenés sobre esta nota?