Lo condenaron a 12 años de prisión por intentar matar a martillazos a su ex concubina, en San Vicente

Blas Olindo Bóveda (54) fue condenado a la pena de 12 años de prisión tras haber sido declarado autor penalmente responsable del delito de "homicidio en grado de tentativa agravado por haber sido cometido contra la persona con la que tuvo una relación de pareja y por mediar violencia de género".

La víctima fue su ex concubina, Eugenia Zujowierzki (51), a quien en el condenado intentó matar a martillazos en la localidad de San Vicente, a mediados de diciembre de 2020.

El veredicto de los jueces del Tribunal Penal Uno de Oberá, Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Jorge Villalba (subrogante), fue consecuente con el requerimiento del fiscal Rodolfo Cáceres al final de su alegato.

En representación de Bóveda, la abogada María Cristina Salguero había solicitado el cambio de calificación a lesiones leves, peticionando una pena mínima de dos años de prisión. Para argumentar su pedido explicó que "no hubo premeditación" en el brutal ataque que casi le costó la vida a la mujer.

En relación a los testigos, dos de los principales testimonios escuchados en la sala de debates fueron de la víctima y su hijo, Víctor, (que lo es también del acusado), en razón de que éste fue quien la rescató de la furia del hombre que arremetió contra ella pese a que ya estaban separados.

De manera clara ambos ratificaron lo dicho durante la instrucción, recordando que después de la separación permitieron a Bóveda vivir en una pieza situada en el fondo de la propiedad. En ese contexto un día cercano a la Navidad llegó enfurecido y la atacó con un martillo.

Los dos coincidieron en que si no intervenía el joven, la mujer iba a pasar a ser una más en la larga lista de femicidios cometidos en Misiones. "Si yo no hubiera estado, él mataba a mi madre", remarcó Víctor ante los magistrados obereños.

En relación a la conducta del condenado, Eugenia admitió que "era muy violento" hasta con su propia madre, a quien incluso "llegó robarle dinero" durante el tiempo que estuvo viviendo en su casa, inmediatamente después de la separación motivada por los constantes episodios violentos que ejercía sobre ella.