El potente preparado se sirvió ayer para espantar al Karaí

Un plato como esperanza y oración

Vecinos que cocinaron el tradicional yopará para compartir con la comunidad destacaron el valor de la tradición para promover la solidaridad y la unión
domingo 02 de octubre de 2022 | 6:00hs.
Un plato como esperanza y oración
Un plato como esperanza y oración

En las mesas misioneras ayer se cumplió con el ritual de prosperidad que regala octubre sirviendo el generoso y potente yopará (también jopará), un guisado legendario que es alimento del cuerpo y del alma y se multiplica cuando más se comparte.

Es creencia de nuestra región guaraní que en las horas nacientes del mes diez anda suelto el Karaí Octubre, un duende inspector que va casa por casa atento a las cocinas. Afirman los sabios en cuestiones de la tradición que la criatura se contenta y premia a los hogares previsores donde se ocuparon de que no falte la comida y que se ofende cuando encuentra ollas y despensas vacías dejando una cola de temida miseria.

Para que no se enoje el Karaí se cocina el yopará sin medida con legumbres y verduras de estación y se convida humeante entre familias y vecinos. De esta manera el Señor Octubre se halla y pasa de largo regalando su bonanza hasta el próximo año.

Ofrenda popular
En un contexto actual de empobrecimiento de la clase trabajadora, la costumbre que tiene en su trama originaria un mito, los ciclos de la naturaleza y la esperanza de bienestar, fue vivida en los barrios posadeños como una ofrenda popular de solidaridad y fe en el futuro.

Así lo entendió Carlos ‘Chori’ Núñez, vecino de la chacra 74 que con ayuda de amigos e instituciones preparó en su casa unos 300 litros de yopará para compartir.

“Hace cinco años que hacemos el yopará para todos los que se acerquen, es una tradición que me enseñó mi mamá Benigna Acosta, que ya falleció. Ahora es como un homenaje a ella y también una ofrenda que hacemos de poder preparar y compartir tanta comida en un momento en que mucha gente está pasando mal económicamente”, expresó.

El tradicional plato de la abundancia. Foto: Sergio Contreras

“Para nosotros el Karaí es una costumbre que combate la pobreza, es un día para compartir la comida y la esperanza de que no falte el trabajo y el plato de comida, que los jóvenes tengan un futuro en nuestro país”, añadió Núñez.

Mientras, en otro punto de esta capital, frente a La Placita se sirvió el yopará elaborado por María Eva Duarte, histórica vendedora y referente del mercado.

Muchas manos se unieron a colaborar en la última etapa de cocción del plato. Picar el queso y la cebollita, dar delicada vuelta al manjar, cuidar el punto de hervor.

“Estamos felices de poder celebrar esta costumbre del Karaí, de servir el yopará como un regalo a la comunidad”, dijo Duarte, que describió que la preparación adquiere su sabor “con mucho amor y tiempo de dedicación” y completó: “Yo hago el yopará desde hace más de 25 años con la intención de que al que coma y comparta nunca le falte el sustento, para mí es como una oración”.

Sin temor
Los cocineros coincidieron en que al Karaí no hay que tenerle miedo, sino que la tradición se resignifica y propicia desde el calendario un tiempo para recuperar la costumbre de reunirse en la mesa, de invitar la comida y de pedir la abundancia para el conjunto de la sociedad.

“El Karaí nos recuerda que la unión hace la fuerza y que la solidaridad es muy importante, más en tiempos difíciles”, sostuvo Núñez.

En la casa de Carlos Núñez también se compartió el humeante yopará. Foto: Sergio Contreras

A su vez, Duarte reflexionó sobre el personal significado que le otorga al Karaí Octubre: “Es un ritual de abundancia y armonía, la gente el primero de octubre no importa si no come yopará, pero que ponga mucha comida en la mesa, que pida la bendición, que invite y que pida a Dios que se multiplique, que no pasemos necesidades, que estemos unidos y en armonía en la familia, el Karaí sirve para unir”.

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