Preocupación por la reacción de la Otan y aliados

La anexión rusa en Ucrania sube la tensión de la guerra

Mientras Putin envía más soldados y amenaza con armas nucleares, las tropas de Zelenski no se rinden y esperan ayuda
domingo 02 de octubre de 2022 | 6:02hs.

La anexión decretada por Rusia de cuatro regiones ocupadas de Ucrania agravará la guerra porque habilita al Kremlin a enviar más soldados y refrendar la amenaza del uso de armas nucleares para defender un territorio que ahora considera propio, y al mismo tiempo impulsará a las potencias occidentales a incrementar el apoyo armamentístico y económico a su aliado Kiev, coincidieron analistas consultados por Télam.

Vladimir Putin, formalizó la adhesión de cuarto regiones tras unos referendos denunciados como “falsos” e “ilegales” por el gobierno ucraniano y sus aliados.

“Lo que se va viendo a lo largo de todo este tiempo es que Putin, en vez de ir en una dirección que ayude a disminuir el conflicto, va hacia el otro lado. ’”, afirmó a Télam el historiador Martín Baña, especialista en Rusia.

“Llegado el caso, y eso supone la posibilidad de que Ucrania quisiera recuperar esos territorios, el putinismo se siente en libertad de acción de poder utilizar las armas que consideren necesarias para defender esos territorios”, añadió el investigador del Conicet.

“Estamos en un escenario en el que el conflicto no parece tener un fin, ni a corto ni a mediano plazo. Porque del lado ucraniano, que está siendo apoyado estratégica y materialmente con armas por parte de países como Estados Unidos, tampoco hay una decisión de retirarse vencido”, alertó.

En ese sentido, y como primera respuesta a las anexiones rusas, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció que firmará una solicitud de adhesión acelerada a la Otan. El Kremlin lanzó la invasión el 24 de febrero pasado justamente con el objetivo declarado de que la ampliación de la alianza militar no llegue hasta la puerta de Rusia.

El politólogo alemán Stefan Wolff consideró que tras la anexión Moscú “intensificará” su presencia militar con mayores fuerzas desplegadas como parte de su “movilización parcial” de reservistas y una “escalada con ataques contra infraestructuras críticas en Ucrania, incluyendo infraestructuras civiles”.

Los analistas coinciden además en que las potencias occidentales no repetirán la inacción que mostraron en 2014, cuando Moscú incorporó a su territorio a la península ucraniana de Crimea.

“Está claro que tanto Europa como Estados Unidos han tomado una posición que es la de no permitir que Rusia siga avanzando sobre el territorio ucraniano y ofrecer medios para colaborar con que eso no suceda”, dijo Baña.

Explicó además que “el escenario es distinto, incluso en la propia Rusia”: “Cuando se anexó Crimea en 2014 hubo un apoyo genuino y popular a esa decisión. Hoy eso ya no se ve, más bien hay indiferencia o incluso algunas muestras de descontento que son rápidamente reprimidas por parte del gobierno”.

Estas protestas están impulsadas ante todo por grupos de mujeres y los jóvenes “que se informan por canales que van más allá de la de la propaganda oficial, como las redes sociales” y para quienes “la Unión Soviética es algo tan lejano como las pirámides de Egipto”, precisó el historiador.

Pero aclaró que, más allá de eso, “Putin sube cada vez más la apuesta”. “Para él, Ucrania forma parte de una ‘Rusia histórica’ que nunca se tendría que haber desintegrado y ahí hay una suerte de justificación espiritual, cultural e incluso moral que no está dispuesta a abandonar”, concluyó.

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