Dos testimonios que lo ubican en Misiones
La posible presencia de Christian Schaerer en Misiones y Paraguay se conoció en junio del 2004, ocho meses después del secuestro. Entonces un joven de 18 años fue detenido por una causa de robo y, de forma inesperada, declaró que había visto al joven en una quinta en la que trabajaba como jardinero.
Los archivos de El Territorio reconstruyen que el joven declaró que en febrero de ese año vio, habló e incluso alimentó al joven, quien estaba en una pequeña habitación con un pasamontañas. Ahí estuvo hasta marzo, cuando notó que se lo llevaron.
La información fue notificada a la Justicia Federal de Corrientes, quien en base al testimonio hizo allanamientos en una quinta Villa Bonita, en el límite de Posadas con Garupá. Se pudo saber que esa casa estaba siendo alquilada por Carlino Rojas.
Pese a que se hicieron varios procedimientos, lo único que se halló fue un pasamontañas, que podría haber sido el que llevaba el estudiante.
Paralelamente a esto, y antes de la declaración de Mariela Ramona que aquí se desarrolla, en Paraguay la Policía Nacional detuvo a Pastor Rojas Martínez, quien participaba de las reuniones con los Delvalle y es primo de Carlino.
El hombre señaló que el 20 de mayo de 2004 cruzó a Schaerer desde la costa misionera al interior de Paraguay y que el muchacho aún seguía con vida. “Yo le dije al chico que tenía que llevarlo a una chacra de por acá cerca, que no tuviese miedo porque no le iba a hacer ningún daño”, consta en la grabación de su declaración por una radio correntina.
Rojas Martínez al poco tiempo fue extraditado y entregado a la Justicia correntina, pero ante los investigadores del caso Schaerer optó por abstenerse a declarar. Hasta ahora la Justicia sólo tiene certezas de que después del secuestro estuvo en Santo Tomé y Brasil.
Una detención en Paraguay reavivó la “pista misionera” en el caso Schaerer
