Horas antes de ser acribillado, Chany Fernández denunció que fue amenazado

Marcharon esta tarde para exigir justicia y el rápido esclarecimiento del asesinato. El único sospechoso detenido fue excarcelado durante esta jornada. "No puede quedar impune otra muerte", manifestaron.
sábado 24 de septiembre de 2022 | 18:59hs.
Horas antes de ser acribillado, Chany Fernández denunció que fue amenazado
Horas antes de ser acribillado, Chany Fernández denunció que fue amenazado

"Mataron tu cuerpo pero jamás van a poder matar lo que hiciste por este pueblo, familias, etc. Eras nuestro pilar, nuestro cable a tierra, el superhéroe para los chicos. Todos querían ser Chany Fernández. Un asesino sin alma, cobarde, nos arrebató para siempre". Esta es apenas una de las reseñas que por estas horas se exhiben en carteles en la localidad de Bernardo de Irigoyen, alzando el pedido de justicia para Sebastián Fernández Da Rosa (42), muerto a balazos en manos de un sicario que lo atacó a media mañana de ayer.

El único sospechoso, Víctor Damián F. (30), recuperó la libertad durante esta jornada a instancias del titular del Juzgado de Instrucción Uno de San Pedro, Ariel Omar Belda Palomar, lo que colocó el crimen en un estado de incertidumbre similar al que se encuentran los anteriores cometidos por encargo en la frontera seca con Brasil.

Se supo que si bien los investigadores policiales secuestraron una moto en el allanamiento a su propiedad, además de prendas de vestir y un vehículo, la pericia clave (guantelete de parafina) no detectó restos de polvora en su cuerpo. Resta la conclusión respecto al coche y las prendas de vestir por lo que al momento permanece ligado a la investigación.

En ese contexto la familia de la víctima salió hoy a las calles de la localidad para reclamar también el rápido esclarecimiento.

"Necesitamos justicia. No puede quedar impune otra muerte en Irigoyen", insistió Rosa, tía de Chany, en un breve diálogo con El Territorio. En esa línea agregó que "no puede ser que sea el cuarto asesinato en el pueblo que quede cómo si nada. Nosotros estamos en shock, sin encontrar respuestas, con una familia destruida y un asesino suelto".

Desde el entorno familiar confiaron que dos días antes del crimen la víctima fue amenazada de muerte por un hombre que previamente le requirió una abultada suma de dinero, que se negó a entregar. Indicaron que el jueves radicó una denuncia policial por tal situación pero no logró la protección esperada. El viernes fue acribillado.

Los audios amenazantes que recibió, siempre a decir de su familia, fueron remitidos en las últimas horas a la Policía como elementos de prueba en una ampliación de denuncia, al igual que su teléfono celular, esperando que sea peritado para poder orientar la búsqueda hacia la persona detrás de los audios del cual apenas sabrían el apodo.

Más allá de eso, aseguraron que no fue la primera amenaza que recibía y que por eso, hace poco desde su propio entorno le sugirieron mudarse a otra localidad para minimizar cualquier tipo de riesgo, pero el comerciante prefirió quedarse.

Como publicó El Territorio, Chany era dueño de varias propiedades en la zona de frontera, estaba involucrado de modo directo en la organización de competencias de jeeps y buggies siendo parte del Jeep Club Los Indomables y además participaba con su grupo cercano en actividades campestres. "Era un comerciante muy querido, colaborador y participativo", dijo un conocido.

Lo recuerdan además como un hombre clave en la creación del cuerpo activo de bomberos voluntarios del municipio, siendo incluso chofer de la autobomba. Por eso esta noche, previo al inicio del velatorio, habrá una marcha en su homenaje que partirá desde la entrada del barrio San Cayetano.

Frontera peligrosa

El de Chany Fernández fue el cuarto asesinato perpetrado por sicarios en menos de un año y medio solamente en Irigoyen, frontera seca con Brasil.

Como inicio de la seguidilla aparece el homicidio a balazos del abogado entrerriano Juan María López (50), cometido en mayo del año pasado, en manos de dos sicarios en moto que lo cruzaron horas después de haber llegado a la localidad.

Bajo idéntica modalidad, en noviembre de ese mismo año ejecutaron a tiros al comerciante Rafael Antúnez de Olivera (45) mientras esperaba la luz verde del semáforo acompañado por su hijo de 13 años, testigo directo de los balazos que fulminaron a su padre.

Tres meses después, en febrero de este año, Ariel Camargo de Lara (19) fue asesinado de un disparo en la cabeza, después enterrado en una zona rural del paraje San Roque. Era sobrino de Walter de Lara, narco condenado por tráfico de drogas que había recuperado la libertad poco tiempo antes.

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