Los crímenes por encargo en la frontera seca

Los hechos de sangre de López y Antúnez de Olivera ocurrieron en pleno casco urbano y tienen muchos puntos en común con el asesinato de Chany
sábado 24 de septiembre de 2022 | 10:00hs.
Los crímenes por encargo en la frontera seca
Los crímenes por encargo en la frontera seca

El año pasado en Bernardo de Irigoyen hubo dos crímenes por encargo en una diferencia de seis meses, sumándose así a una escalada de violencia, asaltos y muerte que tiene más que preocupados a los vecinos de la localidad. Y casi como una característica de estos casos, las investigaciones también se estancan en el límite fronterizo.

Las víctimas son Juan María López (50) y Rafael Antúnez de Olivera (45). Sin embargo, además de estos asesinatos se llora por el crimen de Ariel Camargo de Lara (19) y no saben nada del paradero de Maximiliano Pimentel (24), en cuya búsqueda terminó muerto a balazos su tío Diego (34).

Los hechos de sangre de López y Antúnez de Olivera ocurrieron en pleno casco urbano y tienen muchos puntos en común con el asesinato de Chany: fueron ejecutados por forajidos en moto que rápidamente huyeron hacia el límite con Brasil, donde desaparecieron. Se trata de ataques certeros en los que la víctima no tuvo ninguna chance, lo que devela así un trabajo profesional.

En ambos casos aparece como trasfondo el contrabando de vinos a Brasil. Como se dijo, no son sólo casos aislados, en este marco se han registrado asaltos a depósitos y bajo la modalidad piratas del asfalto en que la violencia siempre es armada y las pérdidas son millonarias. En Irigoyen hay más de 40 locales dedicados a la venta de esta bebida.

Juan María López (50) fue asesinado el 15 de mayo de 2021, cerca de las 12.55, sobre una calle interna del barrio Santa Rita, a pocas cuadras de la frontera seca internacional. De acuerdo a lo que pudo reconstruir este medio, López circulaba al mando de su camioneta Ford Ranger Limited hasta que una motocicleta con dos ocupantes se les cruzó enfrente.

 Fue en esa instancia que el sujeto que iba como acompañante en la motocicleta extrajo un arma y sin mediar palabras abrió fuego en varias oportunidades. Los primeros datos recolectados por los investigadores señalan que en total se ejecutaron cinco disparos.

Luego de ello, los asesinos se dieron a la fuga sin robar nada. López llegó a ser trasladado en forma particular al hospital de Irigoyen, donde desafortunadamente media hora después falleció.

 La autopsia reveló que el letrado tenía casi destruido el corazón a causa de los proyectiles, que antes atravesaron su pulmón. Es decir, un ataque de muerte certero, aunque aún los investigadores no tienen los elementos para afirmar que esto fue producto de la profesionalidad de quien efectuó los tiros.

 López recibió en total tres disparos y sólo uno de ellos con orificio de entrada y salida. También se pudo saber que las balas salieron desde unos 20 a 25 centímetros de distancia de la camioneta Ford Ranger que conducía la víctima. Se sabe que se trató de un arma de grueso calibre, que buscó asegurar el trabajo.

 El asesinato de Rafael Antúnez de Olivera (45) ocurrió poco después de las 20 del 18 de noviembre, en pleno centro de la localidad, frente a una de las plazas principales y dos cuadras de la comisaría. En esta oportunidad, mediante las cámaras de seguridad, se pudo establecer que se trataba de un solo asesino.

 La víctima se movilizaba junto a un adolescente allegado a la familia en una camioneta Chevrolet Montana sobre la avenida principal de la localidad fronteriza, Andrés Guacurarí, a pocas cuadras de la comisaría local. Se detuvo en un semáforo y ese se convirtió en el sitio de su fin.

 Según detallaron fuentes que intervinieron en la investigación, recibió tres disparos en la cabeza, lo que marca la presencia de un criminal a sueldo. Los tres orificios de bala fueron localizados, dos en la zona parietal izquierda y el restante debajo de la oreja del mismo lado. Dos de los proyectiles causantes de esas heridas quedaron alojados en el cuerpo y pudieron ser rescatados.

 Pasado el tiempo se han avanzado con testimoniales y diferentes pericias, pero las investigaciones no resultaron en detenciones.

 El segundo caso del año
 El homicidio de Sebastian “Chany” Fernández Da Rosa (42)  es el segundo crimen por encargo que se registró en Misiones en lo que va del año. El primero fue el de  Cristian Díaz (31) en el barrio Yohasá, de Posadas.

 El hecho ocurrió la madrugada del domingo 7. Según relató la mujer de la víctima, cerca de las 3 llamaron a la ventana de su despensa y el hombre salió a atenderlos. Entonces escuchó la ráfaga de disparos que lo dejaron sin vida en el negocio.

 Por el crimen de Díaz, como viene informando este medio, hay dos brasileños detenidos, ambos oriundos de Porto Alegre y señalados como sicarios.

 David Weslley de O. S. (19) es quien se cree que disparó y tiene vínculos con la organización Bala Na Cara, mientras que el otro es Gabriel G. D. S. (20).

 Hay un tercer implicado, un hombre que -según creen los investigadores en base a los elementos que hay hasta el momento- los había albergado, dado las armas y llevado a los extranjeros hasta el kiosco de Díaz, donde lo acribillaron de cinco disparos.

 La principal hipótesis de los investigadores es que Díaz fue asesinado por la pérdida de una carga narco.

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