El Ejército impuso 30 días de arresto a cuatro suboficiales

En la jornada de ayer, un suboficial superior y tres suboficiales subalternos del Ejército Argentino fueron sancionados por lesiones graves, que rondan los 30 días de arresto, por el episodio ocurrido en una celebración del Regimiento de Infantería 30 de Apóstoles el 8 de julio, razón por la cual el cabo Michael Natanahel Verón (25) continúa en recuperación.

Tras culminar con la etapa de instrucción, las autoridades de la fuerza federal dieron inicio a la imposición de sanciones el pasado miércoles 7, actuaciones aplicadas “a quienes estuvieron presentes pero no participaron de la organización ni estuvieron involucrados en hechos contrarios a las normas militares”, según había afirmado a El Territorio el comandante de la Brigada de Monte XII, el coronel Sergio Jurczyszyn, en referencia a las sanciones leves.

En lo que respecta a las faltas graves, un sargento primero, un sargento y dos cabos primeros fueron citados ayer y recibieron las sanciones que rondan los 30 días de arresto.

“De los cuatro, uno aceptó directamente. Los otros tres presentaron un descargo, razón por la cual los cito para mañana (hoy) a las 15. Los escucho en el tribunal y allí mismo se impondrán las sanciones definitivas”, refirió Jurczyszyn.

El hecho, registrado el 8 de julio, tiene alrededor de 20 involucrados con distintas responsabilidades por lo que, finalmente, el lunes 26 se reunirá el Consejo de Disciplina ante el cual se presentarán siete “presuntos infractores de faltas gravísimas”, lo cual puede terminar con la baja de los soldados.

En aquella supuesta celebración del regimiento militar, el cabo Verón sufrió una fractura en una de sus vértebras además de haber llegado al hospital en un estado de hipotermia.

Actualmente, se encuentra en la ciudad de Buenos Aires en un centro de rehabilitación neuromotriz donde recibe una atención de mayor complejidad, acompañado de su madre y su esposa.

“Ojalá Dios quiera que se haga justicia para que esas clases de personas no vuelvan a estar en el Ejército porque seguirán haciendo mal a otros chicos y ojalá que nunca vuelva a pasar algo como esta bestialidad porque el único que lo está pasando mal es mi hijo y la familia. Cada día es una lucha, es una pesadilla ver a mi hijo en ese estado. Sólo el que lo está viviendo puede contarlo”, expresó a este matutino la madre del cabo, Mónica Rosalino.

Por su parte, tal como viene siguiendo este medio, la Justicia Federal, a cargo de la investigación sobre los maltratos dados por un superior a un subordinado, culminó con las testimoniales de otros cuatro compañeros de Verón.

Una fuente de la Justicia Federal comentó a El Territorio que, según los testimonios de los cabos, algunos de los participantes fueron más activos que otros; de todos modos hubo otros que también estaban ahí, con distintas jerarquías. “Eso tenemos que ver, cuál es el grado de responsabilidad de estos sujetos que por ahí no utilizaron su autoridad para parar este tema”.

Finalmente, manifestó que prontamente estarán en condiciones para avanzar con la solicitud de la declaración indagatoria de los implicados para luego continuar con las imputaciones correspondientes.