Acusado de abusar a su hija hace casi diez años se despegó de la acusación

Con la declaración del propio acusado y el aporte de tres testigos -entre ellos la madre de la víctima- comenzó ayer por la mañana en el edificio del Tribunal Penal Uno de Posadas el debate oral a puertas cerradas por un resonante expediente de abuso sexual que tiene en el banquillo de los acusados a un hombre de 31 años, hijo de una funcionaria con trayectoria en un organismo público de la provincia.

Se trata de J.R.G. (el detalle de sus datos se reserva para evitar la revictimización), quien llegó en libertad al juicio y afronta una acusación por abuso sexual sin acceso carnal, agravado por configurar un sometimiento gravemente ultrajante, calificado por el vínculo en varios hechos en concurso real, delito que prevé penas de entre 8 y 20 años de prisión. La víctima es su propia hija que al momento de los hechos tenía 5 años y que en la actualidad tiene 14.

Los magistrados a cargo del proceso son Viviana Cukla -presidenta-, Ángel Dejesús Cardozo y Juan Manuel Monte, en calidad de subrogante.

La acusación, en tanto, está a cargo de María Laura Álvarez, titular de la Fiscalía de Correccional y de Menores Uno, quien intervino en la elevación a juicio de la causa.

Por su parte, el abogado Hugo Zapana está como querellante particular en representación de la víctima, mientras que el acusado cuenta con el patrocinio de los defensores particulares Eduardo Paredes y José Luis Rey.

Según los datos que pudo saber este matutino, el primero en hablar frente al tribunal fue el acusado, quien no respondió a preguntas de las partes y sí se despegó de las acusaciones. Además, ratificó haberse sorprendido cuando en su momento su hija hizo comentarios sobre los supuestos tocamientos y abusos que éste le habría hecho.

Luego le tocó el turno de hablar a la madre de la criatura y posteriormente a otros dos familiares de la pequeña.

Por otro lado, durante toda la mañana de ayer, a pesar de la copiosa lluvia, un grupo de familiares y allegados a la víctima acompañaron el proceso desde fuera del edificio judicial con varias pancartas con el lema “Justicia para M.F”.

De acuerdo al cronograma pautado para el debate, se espera que hoy puedan declarar una psicóloga y una médica que en su momento atendieron a la niña. Ambos aportes son considerados importantes para la reconstrucción del hecho. Mientras, en la continuidad de las audiencias se espera la declaración de al menos 20 testigos, entre peritos, forenses y otros profesionales.

Casi una década
La fuerte acusación por abuso sexual fue formulada a finales de mayo de 2013, cuando la pequeña les contó a sus abuelos maternos que sufría dolores e irritaciones en sus genitales.

De acuerdo al auto de elevación a juicio, desde ese punto la familia materna de la criatura ahondó en la cuestión, radicó una denuncia policial y tanto los estudios médicos como la testimonial de la niña brindada ante profesionales en Cámara Gesell, elemento clave para la acusación, confirmaron los abusos.

Surge del expediente que el hombre abusaba de su hija en los momentos que estaba a su cargo, según el régimen de tenencia, dado que estaba separado de la madre de la niña.

En todo el tiempo transcurrido desde la denuncia hubo decenas de recursos presentados por los abogados del acusado, que terminaron dilatando el inicio del debate y la resolución del caso. Sostienen que el abuso jamás existió.

Voces enfrentadas
“Este caso en algún modo es trágico porque enfrentó a dos familias y creo que fue una gran confusión, no existió el abuso, hay una confusión por el relato que hace la nena que cuenta la historia de la película Rapunzel y se interpreta que es una historia distinta”, dijo hace algunos días el letrado Eduardo Paredes en diálogo con un medio capitalino al ser consultado por el caso.

“La Cámara Gesell es el modo en que se recepciona el testimonio a víctimas de abuso que sean menores de edad. En este caso, la menor fue elocuente. Los informes psicológicos de los peritos oficiales dicen que no tiene un relato inoculado. Y que pudo haber vivido aquello que contó hace más de nueve años”, planteó por su parte y en contraposición el letrado Hugo Zapana, abogado querellante, afirmando que a su criterio “no hay una, sino 50 pruebas que indican que el hecho existió y que el autor es la persona que va a estar sentada en el banquillo de los acusados”.