Masiva congregación en la abadía de Westminster

El mundo le dio el último adiós a Isabel II en las calles de Londres

Los británicos demostraron su devoción por la reina echándose en masa a las calles. Mandatarios y líderes mundiales acompañan a la familia real en el funeral de Estado
martes 20 de septiembre de 2022 | 6:02hs.
El mundo le dio el último adiós a Isabel II en las calles de Londres
El mundo le dio el último adiós a Isabel II en las calles de Londres

En una ceremonia de otro tiempo, de solemnidad sobrecogedora, la reina Isabel II recibió ayer un último adiós que devuelve todo su sentido al apelativo de majestuoso y evidencia que nadie maneja mejor los ritos y la pompa que la monarquía británica.

El funeral de Estado en la abadía de Westminster por Isabel II, fallecida el 8 de septiembre, puso el broche a diez días de luto nacional con una puesta en escena sin par en el mundo.

Si la monarquía no sólo sobrevive en el Reino Unido del siglo XXI, sino que parece prosperar, se debe en buena medida a su maestría para mantener vivos símbolos que parecen remontarse a la noche de los tiempos, por mucho que en algunos casos apenas daten de hace unas décadas. El ritual, que pide dejar aparcado el análisis racional para dar rienda suelta a la fascinación, estuvo a la altura de la relevancia histórica de Isabel.

El féretro recubierto con el estandarte real salió como estaba estipulado a las 10.44 del Palacio de Westminster, sede de la soberanía popular, para recorrer los cientos de metros que lo separan de la abadía del mismo nombre.

Allí, en el mismo lugar donde la reina contrajo matrimonio con el príncipe Felipe y donde fue coronada en 1953, lo esperaban dos millares de invitados, entre ellos decenas de jefes de Estado, como el rey de España, Felipe VI, o los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Francia, Emmanuel Macron.

Arrastrada con cuerdas por 142 miembros de la Marina Real, una cureña (carro de cañón) transportó los restos mortales, seguida por miembros de la familia real, a la cabeza de los cuales se hallaba un emocionado rey Carlos III.

Coreografía ensayada por décadas
Con los invitados -entre ellos 200 miembros de la sociedad civil reconocidos por sus obras por la reina- ya instalados, el féretro fue introducido en el templo a las 11 en punto para que el coro de la abadía lo recibiese con el canto “Yo soy la resurrección y la vida”, que ha sonado en cada funeral de Estado desde el siglo XVIII.

Tras el recibimiento por el deán de Westminster, David Hoyle, y la lectura del Evangelio según San Juan por la primera ministra, Liz Truss, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, pronunció un sermón en el que destacó la vocación de servicio de Isabel II.

El cortejo fúnebre partió poco después del mediodía hacia el castillo de Windsor, donde Isabel II fue enterrada más tarde en privado junto a su marido, fallecido el año pasado a los 99 años.

Los británicos demostraron su devoción por la monarca echándose en masa a las calles del centro de la capital, hasta el punto de obligar a las autoridades a cerrar el acceso a los lugares desde los que se podía ver la procesión.

 

La misteriosa carta que no podrá ser leída hasta 2085

El mundo entero tuvo los ojos puestos ayer en el funeral de Estado de la reina Isabel, quien en 2021 celebró 70 años como soberana del Reino Unido y la Commonwealth. Tras su fallecimiento el pasado jueves 8 de septiembre a los 96 años, queda para la posteridad un mensaje de la reina.

Una carta escrita por la reina Isabel II en 1986 causa expectación por el peculiar misterio que la rodea. Y es que la monarca dejó la instrucción que la misiva no fuese abierta sino hasta 2085, es decir, dentro de 63 años.

Como jefa de Estado de Australia, Isabel decidió encapsular en el tiempo una carta dentro de un edificio dedicado a su tatarabuela, la reina Victoria.

“El día indicado que usted decida en el año 2085, por favor abra este sobre y transmita mi mensaje a los ciudadanos de Sidney”, dice la instrucción en la carta.

Un misterio absoluto
Firmada sólo como “Isabel”, la carta se guardó en una vitrina en una parte restringida dentro del edificio Queen Victoria, construido en 1898. No obstante, la misiva escrita a mano data de noviembre de 1986 después de que el edificio fuese restaurado ese año, y está dirigida a los ciudadanos de Sidney.

Adicionalmente, se sabe que ni siquiera el personal de la reina conoce el contenido de dicha carta.

Isabel II, quien comenzó su reinado en 1952, vistió Australia en 16 ocasiones, la primera apenas sólo dos años después de ser coronada reina. Su última vista a ese país fue en 2011.

Será misión del alcalde de Sidney en turno quien transmita el mensaje al pueblo en un lejano 2085.

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