Biblioteca Móvil de Eldorado creó once nuevos espacios

Desde 2019 funciona en Eldorado una biblioteca móvil que recorre los barrios y escuelas de la ciudad. En este período de tiempo creó once bibliotecas, entre ellas el espacio inclusivo de la Escuela Especial Nº 6.

Vanesa Rotela, responsable de la iniciativa, explicó las características: “Empezamos con esto en 2019 con la idea de trabajar con los chicos de las escuelas mediante contenidos integrados, apuntando generalmente a la literatura misionera y a los escritores misioneros, porque queremos que la lectura apunte a las vivencias de todos los días de esos chicos”.

Y continuó: “Para ello utilizamos cuentos cortos que tengan en sus textos la flora y la fauna de la provincia, que es la que conocen. Además trabajamos con diccionarios para que puedan buscar aquellas palabras que no conozcan. Y a las actividades para introducir a los niños en la lectura se incorporan actividades lúdicas”.

Actualmente la biblioteca móvil tiene una amplia agenda de actividades. “Por mes hacemos entre 20 y 25 visitas. Son dos veces fijas por semana a distintos barrios y tres a las escuelas. A veces, dependiendo de las actividades, se agrega otra visita. La posibilidad de ir a las escuelas y a los barrios nos facilita mucho las cosas, ya que cuando vamos a un barrio muchos chicos nos conocen y saben de qué se trata. Entonces, nos es más fácil trabajar”, agregó Vanesa.

En el corto recorrido de la historia de la biblioteca móvil ya se crearon otras once bibliotecas.

“Los libros con los que trabajamos son donados, salvo algunas excepciones, en que son comprados por la Dirección de Cultura municipal. Incluso existe la posibilidad de intercambio de libros. Por ejemplo, en la última feria realizada en la plaza Sarmiento logramos 35 intercambios. La gente iba con su bolsita con los libros que quería dejar y se llevaba algún otro. Eso hace que los libros circulen, que sean leídos por más gente", sostuvo.

Son esas ferias las que les sirven de intercambio con las personas para la creación de estos espacios de la lectura y el compartir el conocimiento. Algunos de los barrios donde se encuentran son Lomas del Paraná, Roulet, Elena y Pinares.

“En algunos lugares no sólo llevamos los libros, también aportamos mano de obra para acondicionar el espacio como en el caso de la Escuela N° 381. También se creó la biblioteca inclusiva en la Escuela Especial Nº 6 y damos talleres y cursos de lectoescritura braille”, comentó.

Si bien las actividades están orientadas mayormente a los niños, Vanesa rescató el valor que tienen las bibliotecas para las personas mayores.

“Abrir esas bibliotecas no sólo le sirve a los niños, ayuda a que los padres se familiaricen con los libros, aprendan su valor, sepan cómo cuidarlos y conservarlos, y se acerquen a la lectura, ya que muchos de ellos los únicos textos que conocieron son los escolares, los manuales de estudio. Y la respuesta de los niños es realmente sorprendente cuando conocen y leen los cuentos. Demuestran mucho interés”, culminó.