Más de 70 artistas pondrán en valor el ‘Arte Sonoro Indígena’

El encuentro de músicos solistas, agrupaciones y coros de pueblos originarios de territorio argentino se realizará del 8 al 10 de octubre, y tendrá a la Tierra Colorada como primera sede oficial. El evento, denominado de Festival de Arte Sonoro Indígena se llevará a cabo en el Centro de Eventos y Convenciones de Puerto Iguazú, y contará con entrada gratuita y abierta a todo público.

En esta primera edición, el festival contará con la presencia de más de 70 artistas en escena que estarán representando la cultura ancestral de su región (kolla, mbya guaraní, wichi, qom, huarpe, charrúa y mapuche). La puesta se realizará en sincronía con la X Feria de Artesanías del Mercosur (que es organizada todos los años por la Fundación de Artesanías Misioneras -FAM), que retoma su edición tras dos años de pandemia y con unos 200 artesanos que serán parte del evento.

 El Festival de Arte Sonoro indígena pone foco en la música ancestral del territorio argentino, propiciando el encuentro entre sus hacedores a lo largo y ancho del país, aportando a la salvaguarda de uno de los más preciados patrimonios culturales inmateriales del país.

Los artistas confirmados para esta edición son: coros de niños mbya guaraníes de Misiones; Coro Qom Chelaalapi + DJ Nicolás Saavedra; Coro Wichi Sacham; Orquesta de Instrumentos Autóctonos y de Nuevas Tecnologías Oiant de la Universidad 3 de Febrero; Ha’e Kuera Ñande Kuera; Pacha Runa; Mariana Carrizo; Lorena Carpanchay; Ema Cuañeri; Romualdo Diarte; Micaela Chauque + Tremor; Lola Bhajan; Carina Carriqueo; Anahí Mariluán; Mariana Carrizo; Takyer; Omta Pachay Miguel Roque Gil Huarpe y María Ester Sosa -Ya Chesye; Seuer montec y Misión Camila.

Cine y otras yerbas

 El festival incluye además otras expresiones artísticas, como la literatura, la moda autosustentable, la producción agroecológica (a través de la yerba Guayaqui) y el cine, mediante el Espacio Incaa de Puerto Iguazú (ubicado en el Iturem), donde el actor Juan Palomino será el encargado de presentar tres largometrajes, con temática indígena y musical.

Allí se presentará Cerro quemado, un documental de observación de Juan Pablo Ruiz. Se trata de la biografía de la cantora coya Micaela Chauque, quien junto a su madre Cornelia Yurquina, van en busca de su abuela Felipa Zerpa, la última habitante coya del olvidado y hostil cerro Quemado. 

 También se verá Soy Aime, ficción realizada íntegramente en la Patagonia y dirigida por la multipremiada actriz y cineasta neuquina Aymará Rovera, y protagonizada por Charo Bogarín, que debuta en su primer protagónico en cine encarnando a la cantante y activista mapuche Aimé Painé. 

 Y por último, se proyectará  Oiant, música para un futuro ancestral, de Nacho Garassinom, quien acompañó durante 14 años a la Orquesta de Instrumentos Autóctonos y Nuevas Tecnologías de la Universidad de Tres de Febrero (Oiant).

 El evento es organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación y el Instituto Nacional de la Música, junto al Ministerio de Cultura de la Provincia y la Municipalidad de Puerto Iguazú.

 “Gracias por esta sinergia que se ha creado entre la FAM y lo que vine a presentarles junto a Joselo”, dijo ayer por la mañana la intérprete musical Charo Bogarín, hace pocos meses en el rol de vicepresidenta del Inamu, en la conferencia que que oficializó la realización del evento.

 “Este es un hermoso sueño que concretamos desde el Inamu, que como se sabe, fomenta la actividad musical, pero sobre todo la de los más vulnerados, que son los independientes. Y al hacer este festival, ponemos foco en el folklore de nuestro folklore. En nuestra raíz más profunda, de donde nacen los cantos ancestrales. La música todo lo puede y cambia las conciencias”, afirmó Bogarín.

 “Si lo hubiéramos soñado, hubiera sido así”, resumió por su parte Joselo Schuap. Y celebró poder dar la noticia en conjunto con otras áreas de gobierno, “para que es algo más grande que lo que sería a nivel individual”.

 En la presentación del evento, el ministro de cultura de la Provincia resaltó además el hecho de “que las industrias culturales también incluyan a nuestros pueblos originarios, que son los que estaban desde antes”.