Anita Tkackzuk, guardiana de las costumbres ucranianas

viernes 09 de septiembre de 2022 | 6:00hs.
Anita Tkackzuk, guardiana de las costumbres ucranianas
Anita Tkackzuk, guardiana de las costumbres ucranianas

Las mujeres cumplen un rol importantísimo en cada colectividad. Detrás de la cantina, en la cocina preparando las exquisiteses típicas, luciendo los atuendos y vestimenta de sus raíces o incluso defendiendo y enseñando tradiciones, ceremonias y costumbres a través de la representación soberana; la participación femenina en la Fiesta Nacional del Inmigrante representa un pilar fundamental en pos de la conservación de la cultura de nuestros ancestros.

Cada una, desempeñando el papel que mejor le queda, trabaja arduamente y a la par de sus colegas para que su comunidad se luzca. Como es el caso de Anita Tkackzuk, hija directa de inmigrantes ucranianos que desde hace 41 años colabora activamente en la fiesta.

“Me mueve venir a la colectividad porque soy descendiente de gente venida directamente de Ucrania, osea que mamé la cultura en mi propio hogar ya que mi papá vino con 12 años a estas tierras y mi mamá tenía sólo 3 años cuando llegó a Misiones”, recordó la mujer en cuyo hogar sólo se hablaba ucraniano y que aprendió el español recién en su etapa escolar.

Anita valora y preserva las tradiciones de su familia como el mayor de sus tesoros y el mejor de sus legados. Vive como descendiente ucraniana y cultiva las costumbres de su familia en todos los aspectos de su vida, enseñando también a sus descendientes lo que aprendió de sus ancestros.

Amante de la cocina, en la colectividad trabaja en los hornos junto a Hilario -su compañero de oficio-. “Pero no solamente el asado, sino que acá todos hacemos todo. Hiervo niños envueltos, preparo varenekys salados y dulces, hago postres, picles, matambre, todo. Este año me encargué también  de preparar el pan casero que compartimos con el público en el desfile de inicio de la fiesta”, dijo resaltando que siempre “se amaña” y que disfruta enormemente la gastronomía.

Además, su facilidad para hablar y leer el ucraniano, así como su profesión docente, la convirtieron en una gran referente del idioma. Anita trancribe recetarios ucranianos, traduce y escribe correctamente la lengua y habla de manera fluida. Ello le valió para convertirse muchas veces en traductora oficial y hasta para dar clases del idioma. “Tuve alumnos de aquí, también de Río Negro, Jujuy  y Salta; enseño a hablar, leer y escribir ucraniano”, resaltó quien considera la lengua como una de las herramientas más significativas para la transmisión y trascendencia de la cultura.

Este año, la docente jubilada que reside en el municipio de Los Helechos, también se encargó de preparar a los niños del ballet para que cantarán la Chervona Calena, que se presentará mañana en el escenario mayor. “El idioma, la cocina, la danza, la vestimenta, la música. Soy como la sal fina, estoy en todo”, dijo entre risas, orgullosa de compartir sus conocimientos.

“Creo que lo que más me moviliza de todo esto es saber el sacrificio de nuestros ancestros, es algo de lo que debemos estar orgullosos. Cuando sólo llegaron a estas tierras, todo era distinto: la comida, la gente, la tierra, la desolación. Todo era monte, mucho monte y fue enorme  el esfuerzo que hicieron por venir con nada y a un lugar tan lejano en el que no había nada más que tierra”, reflexionó.

Y agregó: “La construcción de las casas, los cultivos, las calles, la comida, los abrigos, todo lo hicieron de cero y con enorme sacrificio. Nuestros ancestros se merecen que los honremos y hablemos de toda esta historia, que defendamos lo que somos y nos representa”. 

 

Loren Michel Weber, flamante soberana

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