Noche de reinas en la Fiesta del Inmigrante

En el esperado regreso de la Fiesta Nacional del Inmigrante en Oberá, las colectividades apostaron a sorprender al público con sus propuestas gastronómicas y varias de ellas sumaron a los inolvidables aromas de siempre una sazón de estreno que surgió de la puesta en valor de las recetas y saberes familiares, la investigación sobre la cocina del país de ascendencia y la reinterpretación de este legado identitario.

Dulces, salados, agridulces… humeantes, frescos, picantes. Gustos, texturas y colores, dan el alimento a un mundo de historias y nutrientes que se revelan como el mapa de un tesoro.

En la casa rusa belarusa la opción en postres es variada y atractiva. El dulzor se amalgama con suaves salados y ácidos en la esencia de la delicia. Así lo explicó Tatiana Reshetina, inmigrante rusa que vive en la Tierra Colorada desde hace 15 años.        

Tatiana es la encargada de postres y platos típicos y este año es además la reina mayor de la colectividad. “Hace cuatro años que estamos renovando la carta, presentando nuevos platos típicos salados y dulces. Este año sobre todo presentamos un menú nuevo de postres y estamos contentos con la respuesta de la gente”, relató.

 Los postres rusos son un festivo buqué de sentidos: “No tenemos un solo sabor, mezclamos dulces, salados, agridulces, por ejemplo podemos tener una masa salada con relleno dulce o al revés, y este juego de sabores se da mucho también en la combinación de los ingredientes y de los colores”.

Las perlitas de este año son el afamado postre Napoleón, un milhojas infinito relleno con cremas,  y la torta Olga, que es un bizcochuelo decorado con frutas de estación. “Son dos postres tradicionales en mi país y que yo reinterpreté preparándolos como los hacía mi abuela”, expresó.

 La torta Olga, “un homenaje a un nombre de mujer muy difundido en Rusia”, abriga en sus capas cobertura de dulce de leche y lleva por corona ramilletes de fruta fresca. “Siempre se usa lo que sea más abundante en cada época y también se puede usar frutas en conserva, a mí especialmente me gusta el toque de la fruta fresca y que se adquiere de productores de la zona”, describió.               

 “El trabajo en la renovación y reinterpretación del menú es un proyecto que hacemos con mucho respeto y cariño, invitamos a todos a venir a probar las cosas ricas que se preparan con mucho amor”, destacó.

 Tatiana es también traductora de inglés, alemán, español y ruso y precisó que vino a radicarse a la provincia por un proyecto laboral de su esposo. “Llegamos a Misiones los dos hace 15 años, nos quedamos en Oberá y hoy tenemos una hija y un hijo nacidos en Misiones”.

 Fortalecer la identidad

 En la casa checa se lleva adelante un trabajo de fortalecimiento de la identidad rescatando la central importancia de la carne de cerdo y sus derivados en la gastronomía. También este año la colectividad ofrece tenedor libre como una forma de ampliar el acceso a toda la carta y que más personas puedan degustar las exquisiteces.

 “La gran novedad que estamos implementando es resaltar la conexión de nuestra cultura con el cerdo, con la cría y consumo de su carne y aprovechamiento de sus derivados”, explicó la embajadora checa Antonella Vargas.

El menú propone incontables recetas tradicionales a base de carne de cerdo y que también son reelaboradas incorporando carne vacuna. Un preparado muy buscado es el knedliky, el esponjoso pan hervido que nunca falta en la mesa de las familias checas.  

 Asimismo, en la casa polaca, al menú tradicional se incorporó una copiosa bandeja para compartir y la sopa cremosa muy típica. En tanto, en el kiosco se puede probar el zapiekanka, un sánguche con pan abierto de cebolla caramelizada y hongos. “Estamos con los platos tradicionales y también con estas opciones más novedosas, el zapiekanka es apto para vegetarianos y se puede comer al paso y también servimos la bandeja para compartir que trae un poco de todo”, explicó Gabriel Enríquez, de la colectividad polaca.

 A su vez, en la casa italiana, al inquebrantable reinado de las pastas, en la presente edición se sumó una nueva y exquisita variación con el malfatti. Además, se integró al menú el osobuco, un plato aromático de la carne cocinada durante muchas horas con salsa de hongos.

 “Tenemos variedad de platos y algunas novedades. Nuestro objetivo es innovar para poder sorprender a la gente que nos visita”, indicó María Blanca Morchio, presidenta de la colectividad italiana.

 En las casas típicas los precios arrancan en 300 a 500 pesos con variedad de bocaditos, opciones al paso de 800 a 1.500 pesos, platos individuales a unos 2.000 y 2.500 pesos y para compartir que rondan los 3.000 pesos. 

 Esta noche en la Fiesta del Inmigrante se vivirá un punto álgido con la elección y coronación de la reina, que sucederá a la soberana actual Karen Da Silva. También se sabrá quién es la reina virtual del Inmigrante, certamen que se realiza a través de la página de El Territorio.

 Para votar
 Reina virtual 
Hasta hoy a las 19 se puede emitir el voto para elegir a la reina virtual del Inmigrante, escaneando este código QR. 

 Programa de hoy
 Noche de reinas
El predio abre a las 18. Las entradas tienen un costo de 800 pesos las generales y, 600 pesos para jubilados. En el escenario mayor: cuadro apertura a las 19.50, elección de reyes mayores y principitos, elección y coronación de las princesas y Reina Nacional del Inmigrante. Concierto de Evanna Sanz. Cierre del predio a las 3.