Dos espacios internos de la UCR se unen para pedir la normalización del partido

En abril de 2022 se realizó la interna de la Unión Cívica Radical (UCR) en la que se designó a las nuevas autoridades. Pablo Argañaraz, de la lista Unidad, fue electo presidente. Y la mesa del Comité provincia quedó compuesta por hombres y mujeres de esa lista, y de las otras dos listas que compitieron, Sumar y Nuevo Radicalismo.

Unos días después de la elección, conocidos los resultados, empezó un proceso de judicialización que, curiosamente, lo iniciaron los ganadores. Primero para exigir a través de la justicia lo que no consiguieron en las urnas, más lugares en la mesa de conducción partidaria. Y luego para reordenar la representación misionera de la Convención Nacional, perjudicando incluso a una de las integrantes de su propia lista.

A cuatro meses de aquella elección, las nuevas autoridades partidarias no lograron asumir, por los tironeos judiciales. Esta semana se unieron las listas Sumar y Nuevo Radicalismo para pedir que se normalice la situación y asuman las nuevas autoridades. “Manifestamos nuestra preocupación por las sucesivas presentaciones judiciales que obstaculizan el normal funcionamiento del partido, impidiendo asumir a sus autoridades”, manifiestan en un comunicado conjunto de estos espacios.

Y agregan que “las circunstancias políticas y sociales requieren de un partido en acción, con compromiso constante. La falta de funcionamiento pleno de los órganos partidarios se traduce en la ausencia de debate y planificación en momentos donde nuestra respuesta debe ser inmediata”. Aseguran que de esta manera hay “un radicalismo acéfalo y navegando en la incertidumbre que no le hace bien a la construcción de Juntos por el Cambio y denota la falta de responsabilidad institucional a la hora de fortalecer una alternativa para los misioneros”.

Más allá de los planteos internos, y las ganas de estos espacios de incorporar a una UCR bien estructurada a los debates públicos de la tierra colorada, lo cierto es que el cronómetro electoral comenzó a correr, y en poco tiempo más será tiempo de empezar a hablar de candidaturas para 2023, sobre todo si se consolida la posibilidad de que en Misiones las elecciones sean sobre el final de mayo o el principio de junio.

El radicalismo tiene una estructura mucho más sólida y territorialmente más amplia que sus demás socios locales de Juntos por el Cambio, pero con divisiones internas tan marcadas y sin resolver, puede terminar siendo desfavorecida en las negociaciones del espacio de cara a las elecciones. La dirigencia lo sabe, y por ello esperan destrabar los conflictos lo antes posible. Mientras tanto, comenzaron a convocar a la militancia para la reorganización.

Nuevo Radicalismo

Nuevo Radicalismo es uno de los espacios que está pujando por que se respete lo que los afiliados radicales determinaron en las urnas. Uno de sus referentes, Javier Mela (diputado provincial mandato cumplido), es quien ocuparía el lugar de este espacio en la mesa de conducción, si se respesta lo que indicaron los votos de abril pasado.

El ex diputado provincial, junto al médico y dirigente Osvaldo Navarro, reunieron este fin de semana a dirigentes  políticos de su espacio en la ciudad de Oberá. “Continuamos caminando dentro del mismo espacio, no nos vamos a rendir, las elecciones se ganan o se pierden, pero jamás nos olvidamos nuestras raíces de la militancia en favor de todo el pueblo Misionero” afirmó Mela al dar cuenta de los motivos del encuentro.

Mela, y su espacio, ya tienen la mira puesta en las elecciones del próximo año. “Nuevo Radicalismo se fortalece en todo Misiones, el grupo tiene concejales en varias localidades donde tenemos posibilidades de competir seriamente por la intendencia. Tenemos un crecimiento continuo, fortaleciendo siempre nuestras bases y con respecto al gobierno provincial, estamos en el frente Juntos por el Cambio aportando al proyecto, entendemos que las legislativas son diferentes a las ejecutivas pero por primera vez en casi 20 años la renovación perdió la mayoría en muchas ciudades claves. Vamos a competir voto a voto, paso a paso para poder realmente cambiar la vida de muchos Misioneros y no solamente a un grupo de amigos del oficialismo”, afirmó.

El radicalismo, si quiere tener la chance de ser una opción en las elecciones generales del próximo año, deberá resolver sus problemas internos lo antes posible. Para así comenzar a organizar la estructura electoral que tiene posibilidades de desplegar a lo largo y ancho de la provincia. Es cierto que las elecciones legislativas no son iguales a las ejecutivas, y que repetir los resultados de las elecciones del 2021 no será tarea sencilla, sobre todo porque ahora los oficialismos municipales ponen en juego sus propios intereses. Pero también es cierto que el clima político nacional, estratégicamente bien utilizado, podría ser favorable a Juntos por el Cambio en Misiones dándole la chance de dar pelea en municipios importantes, y permitiéndole ampliar su representación en la Legislatura provincial.