Adrián Cormillot sobre su infancia: “negaba el apellido familiar”

El médico Adrián Cormillot (48), hijo de Alberto Cormillot, que además de su trabajo en consultorio tiene amplia presencia en los medios para promover un estilo de vida saludable, fue uno de los invitados de la noche del sábado en el programa PH Podemos Hablar por canal Telefe.

El profesional participó del ciclo conducido por Andy Kusnetzoff y se animó a sincerarse en varios temas.

De esta manera, a lo largo del envío confesó que antes de convertirse en médico y de decidir formar parte de los medios de comunicación, le pesaba ser el hijo de Alberto Cormillot, por su alta exposición, y prefería pasar desapercibido.

Además, reconoció que en su infancia fue víctima de bullying y que en ocasiones también él lo hizo en su etapa de estudiante y recordó que por la fama de su padre, la familia siempre estuvo en el ojo de la prensa, y que su hermana sufrió la persecución de algunos medios.

Invitados a dar un paso adelante y avanzar al punto de encuentro aquellos que tuvieron una infancia diferente, Cormillot no dudó. “Me caractericé en el secundario por ser un pibe que hacía bullying. En mi colegio era muy común”, comenzó diciendo el médico que fue parte del equipo del reality Cuestión de Peso. Pero, también confesó que fue víctima del acoso escolar y que se burlaban de él por su estatura.

Asimismo, contó cómo fue para él ser el hijo de Cormillot, uno de los médicos más reconocidos de la televisión. “Negaba el apellido familiar”, sostuvo.

“No me gustaba ser hijo de famoso. No me gustaba para nada. Nunca me gustó. Me incomodó siempre mucho”, explicó, y aclaró que su padre alcanzó la popularidad cuando él era muy chico, “cuando él tenía 26 años y publicó un libro con Doña Petrona”.

Curioso por saber cómo era el día a día en la casa de los Cormillot, Andy le preguntó: “¿en tu cumpleaños había chizitos, había todo eso o era comida más sana?”.

“Es real esto. En mi cumpleaños sí. Pero después, fuera del cumpleaños, no había nada en casa. Era realmente un ambiente muy cuidado”, dijo el médico.

En este sentido, contextualizó que su mamá tenía sobrepeso y que su hermana también, aunque ella se operó y se realizó un bypass gástrico.

“Lo sufrimos mucho porque a mi hermana la acosaban mucho, al nivel de que llegó a haber una tapa sobre ella titulada: ‘Cómo está Cormillot con una hija con sobrepeso’”.

La llegada de su hermano
“¿Qué onda tu hermano?”, disparó el conductor de PH para invitar a Adrián a hablar de Emilio, el hijo que su papá tuvo a los 82 años con su esposa, Estefanía Pasquini.

“Es lo más lindo del mundo. Estoy feliz”, resaltó Cormillot.

Sobre el momento en el que el famoso nutricionista le contó que iba a tener un nuevo hermanito, relató, “primero flashee. Era algo que él estaba buscando fuerte, entonces ya me lo esperaba. Me emocioné mucho por él. ‘¡Qué bueno lo que te está pasando!’”, explicó. “Después al principio pensaba para mí ‘yo soy grande, mi papá es muy grande, y yo no sé qué relación voy a tener con mi hermano’. Me auto prejuzgaba. Tal vez los prejuicios de la gente, los comentarios, me formaron un modelo de algo que no era. Y eso existió hasta que vi a mi hermano”, se sinceró. “Cuando lo vi al bebé cambió todo”, contó emocionado.

El trabajo con Felipe Pettinato
Cuando el tema de las adicciones fue la propuesta del conductor para repasar anécdotas e historias, Cormillot recordó el momento en el que le tocó atender a Felipe Pettinato, hoy internado en una clínica luego del traumático incendio de su casa y en el que perdió la vida el neurólogo Melchor Rodrigo.

Según explicó Cormillot en el programa y replicado por La Nación, el adicto es un enfermo que no actúa contra un otro y aclaró que él se especializó en trastornos de la conducta y de los hábitos en general.

Acerca de Felipe Pettinato, indicó que hace unos años fue paciente de su clínica, donde atiende pacientes con obesidad, bulimia, anorexia y alcoholismo. “Hace ya unos cinco años. Estaba con un tema de peso. Pero lo de él no era una cuestión de anorexia sino el tema de representarse como Michael Jackson”, explicó. “Cuento esto porque él lo contó. En su momento trabajamos mucho”, repasó el médico, y recordó que durante el tratamiento trabajó a partir de no oponerse al deseo del paciente siempre que no interfiera con su vida diaria. “Si no jode a nadie y no le perjudica en su trabajo (porque trabajaba de imitador de Michael Jackson) uno lo tiene que aceptar”.