Marcha de los días: La paz social como máxima prioridad

En medio de una creciente grieta y duras confrontaciones diarias a nivel nacional, se produjo un intento de magnicidio contra Cristina Kirchner. Fuerte repudio por lo ocurrido y un gran llamado a los líderes políticos a recuperar la senda del diálogo y la concertación. Algunas expresiones repudiables. Misiones salió en defensa de la democracia y representa un modelo de paz social.
domingo 04 de septiembre de 2022 | 3:30hs.
Marcha de los días: La paz social como máxima prioridad
Marcha de los días: La paz social como máxima prioridad

Argentina volvió esta semana a ser protagonista de un intento de magnicidio. Esta vez fue con imágenes registradas en vivo y en directo por la televisión, como sucedió con el atentado perpetrado en la noche del jueves contra la vicepresidenta, Cristina Fernández. El intento de asesinato se produjo en el marco de una muestra de afecto de simpatizantes que llegaron hasta frente al domicilio de la dos veces presidenta de la Nación, pero entre la multitud surgió un hombre con revólver en mano decidido a matarla. Aún se desconocen las razones o motivos, como tampoco por qué el disparo no salió pese a haberle gatillado a la altura de la cabeza. A pocos metros del lugar, se encontró un arma calibre 32 marca Bersa, que tenía balas y que estaba apta para el disparo. Según las pesquisas de la Policía Federal Argentina, la pistola tenía cinco balas en su cargador. El agresor, fue detenido en el acto e identificado como Fernando Andre Sabag Montiel. Hasta el momento se llamó a silencio y no dio a conocer las razones de su acto, pero se supo que actuó sabiendo lo que hacía.
En medio de la conmoción mundial e intentando dar explicaciones sobre los motivos que llevaron a matar a la vicepresidenta en el país, se plantearon cuestiones como lo peligroso que fue seguir ampliando la grieta, hasta avanzar en un intento de asesinato de la persona con mayor poder político en el país.

Se supone que se aprende de la historia y la Argentina, como tantos otros países, tiene registros de similares intentos. Historiadores recuerdan que en medio de pasiones políticas desatadas como ahora, intentaron acabar mediante el disparo de un trabuco con la vida de Domingo Faustino Sarmiento. A cinco meses de finalizar su primer período presidencial, Julio Argentino Roca fue agredido con un piedrazo en la cabeza. Del mismo modo, no estalló una bomba preparada contra quien también fuera mandatario nacional, José Figueroa Alcorta o de aquel atentado contra el entonces presidente Hipólito Yrigoyen. Con el retorno de la democracia, asumió la presidencia Raúl Alfonsín y en medio de un país convulsionado, sufrió tres intentos de asesinato. El más recordado ocurrió cuando ya no era presidente, en 1991, durante un acto de campaña en San Nicolás. En esa oportunidad, con algunas similitudes al intento de matar a Cristina, un sujeto surgió de entre la multitud apretó el gatillo y si bien el percutor accionó sobre la munición el tambor no giró y, por lo tanto, tampoco salió el disparo que podría haber tenido consecuencia fatal.

Como se dijo, el mundo protagonizó a lo largo de la historia innumerables intentos o ejecuciones concretadas contra mandatarios. Por tomar un solo país, por ser lo más representativo por su impacto global, en Estados Unidos llevan registrados ocho presidentes ejecutados en ejercicio de su cargo desde Abraham Lincoln al carismático John Fitzgerald Kennedy. Como también ocurrió en la Argentina, en el país del norte hay nueve presidentes estadounidenses que lograron sobrevivir a los atentados, entre los más célebres están los Roosevelt , Theodore (1901-1909) y su primo Franklin (1933-1945). Además, Harry Truman, Richard Nixon, Jimmy Carter a Ronald Reagan, entre otros.
Las razones que llevan a atentar contra la máxima autoridad de un país son casi universales, por no compartir ideas, por intentar forzar un cambio o simplemente movidos por un odio extremo.

Está claro que ninguna de estas razones, son validadas ni aceptadas en un estado democrático, donde debe primar siempre el diálogo sobre cualquier expresión de violencia. De allí el repudio generalizado, por lo sucedido a Cristina Fernández. Apenas horas más tarde, el presidente Alberto Fernández en cadena nacional calificó a lo sucedido como el hecho más grave, desde el regreso de la democracia y decretó feriado al plantear que la paz social había sido alterada. Luego se conocieron el pronunciamiento de todos los sectores, como hicieron desde la oposición, comenzando por el ex presidente Mauricio Macri, aunque también aparecieron dirigentes que desentonaron poniendo en duda el intento de asesinato a Cristina Kirchner. Fue el caso de Patricia Bullrich como titular del PRO quien al parecer aun cegada y con el solo fin de mantener sus críticas y sin mayores contemplaciones por las horas que transita el país, cuestionó el haberse declarado feriado y utilizó la triste frase de que con tal determinación el presidente estaba jugando con fuego. Similares posiciones adoptaron, el radical Alfredo Cornejo y el presidente del Encuentro Republicano Federal, Miguel Ángel Pichetto, quien criticó al presidente por el feriado tras haber echado la culpa a la oposición, a la justicia y a los medios, que agitaron este nivel de convulsión social. Está claro que fueron las excepciones, como las desacertadas expresiones vertidas en Twitter por la diputada misionera del PRO Mikaela González Coria, quien no solo puso en duda lo ocurrido a Cristina Kirchner, sino que consideró que se trataba de "un acting más para victimizarse".

La dirigencia argentina debe entender y asumir más que nunca con máxima responsabilidad el peso que tiene cada una de sus expresiones. Porque, como decía Mandela: derribar y destruir es muy fácil. Los héroes son aquellos que construyen y que trabajan para la paz.


Respeto a los valores democráticos

De allí que el máximo representante de la Iglesia Católica, el Papa Francisco tras expresar preocupación por lo sucedido en el país, hiciera un fuerte llamado para que en la Argentina prevalezcan siempre la armonía social y el respeto de los valores democráticos, contra todo tipo de violencia y agresión.

Diversos líderes mundiales repudiaron lo sucedido, como lo hicieron desde Chile, Paraguay, Perú, Brasil, Colombia, Ecuador, Cuba, Bolivia y España, el Gobierno de México y los expresidentes Lula da Silva, de Brasil, y Evo Morales, de Bolivia. Consideraron que fue un ataque a la democracia. El presidente chileno, Gabriel Boric, sostuvo que el camino siempre será el debate de ideas y el diálogo, nunca las armas ni la violencia. El ex presidente de Brasil, Lula Da Silva planteó que la actual violencia y odio político vienen siendo estimulados por algunos y son una amenaza a la democracia de la región, al plantear que los demócratas del mundo no tolerarán cualquier violencia por divergencias políticas. En similares términos, la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff repudió el ataque y planteó que el atentado contra la vida de Cristina Kirchner por parte de un brasileño armado merece el repudio del mundo entero. Sostuvo que el odio político y la violencia de tipo fascista, alentados por políticos extremistas, son una amenaza para la democracia en América Latina. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reprodujo expresiones del premio nobel Adolfo Pérez Esquivel para indicar que el atentado a Cristina en Argentina es el resultado del sectarismo que se convierte en violencia. Sostuvo que se ha convertido en práctica latinoamericana pensar que la política es la eliminación física o jurídica del adversario y concluir que tal práctica es puro fascismo. La política debe ser libertad.

Del mismo modo, desde la organización de derechos humanos Amnistía Internacional tras repudiar el atentado sufrido por la vicepresidenta, planteó que la democracia no puede ni debe tolerar este tipo de agresiones no solo a la institucionalidad sino también al estado de derecho.

Los dirigentes nacionales, tanto quienes están en el poder como los que tienen peso propio, deben entender que, tras el desgraciado suceso, la actual muestra de apoyo de líderes mundiales preocupados por la ola de violencia política en la argentina producto de la creciente grieta, debe ser aprovechado para una profunda reflexión, sin ninguna mezquindad ni intento de aprovechar políticamente ni de uno u otro lado de la grieta. Debería servir para acercar a las partes, en una mesa común para establecer consensos sobre políticas de estado que la sociedad está esperando como un gran gesto de grandeza que aún no mostraron todos los dirigentes; sin excepciones en el país. Se venía advirtiendo desde esta misma columna que la mayoría de los dirigentes nacionales estaban más ocupados en resolver sus propias internas, que resolver el verdadero problema de fondo de todos los argentinos. Se requieren de respuestas urgentes y serias, para contener la situación social y económica y para ello, gestos de grandezas, demostrando que pueden aportar con propuestas e ideas. El camino debería ser un generoso diálogo, para apaciguar la situación social en la argentina. Es lo que además está pidiendo de manera abierta la ciudadanía que salió de manera masiva y pacífica a la calle para repudiar el atentado a Cristina y defender la democracia. Cuando hay decisión de las partes todo se puede superar. Esto último, se demostró primero desde las expresiones en el sentido correcto y luego en el Senado y ayer en sesión especial de la Cámara de Diputados que salieron en conjunto a repudiar el atentado perpetrado, más allá de notarse nuevamente la resistencia a reconocer culpabilidades en cuantos a quienes venían agitando al pueblo.


En la calle para defender la democracia

Los argentinos supieron volver a recuperar la democracia estando en la calle y es allí, donde se volvió a defender el viernes, este sistema de gobierno que con sus imperfecciones es el que eligieron todos los ciudadanos. En el marco de una masiva marcha de manifestantes en la Plaza de Mayo, se hizo un llamado a la unidad nacional, pero con la condición que el odio quede afuera. Es lo que se planteó mediante un documento leído por la actriz y dirigente Alejandra Darín. La convocatoria se hizo en el marco de una movilización en defensa de la democracia. Lo mismo sucedió a lo largo y ancho de la provincia de Misiones. Las plazas de las principales ciudades de la provincia fueron las elegidas por los misioneros para concentrarse de manera pacífica a salir en defensa de la democracia.

Destacados dirigentes políticos, sociales y económicos de Misiones coincidieron en general en emitir un llamado a favor de la democracia, además de repudiar lo sucedido a la vicepresidenta, como lo hizo desde el gobernador Oscar Herrera Ahuad al presidente de la Legislatura Carlos Rovira. De hecho, la Cámara de Representantes de la Provincia se expresó de manera formal mediante un decreto firmado por Rovira añadiendo un llamado profundo al cese de hostilidades y violencia en el orden nacional que siembran odio y división en la sociedad. Como se indicó en forma previa por las redes, ya había instado a la paz y la concordia, como lo hicieron también el ministro coordinador, Ricardo Wellbach o del diputado provincial, Hugo Passalacqua. En la misma línea, referentes de diversos espacios políticos se expresarían, algunos en medio de las movilizaciones y otros a través de las redes sociales. En tal sentido también se expresaron el presidente del PJ Misiones, Rafael Pereyra Pigerl, instando a los argentinos a volver a la cultura del encuentro social y la paz. Y dejar atrás odios, violencia o divisiones estériles. Similares conceptos fueron expresados por la diputada nacional Cristina Brítez y su par, Héctor Cacho Bárbaro, ambos del Frente de Todos. Del mismo modo el senador nacional Humberto Schiavoni condenó enérgicamente el ataque perpetrado contra la vicepresidenta, calificando de extrema gravedad lo ocurrido y pidiendo que la Justicia actúe con firmeza. Por su parte el diputado nacional Martín Arjol, si bien también repudió el atentado se mostró en contra de que el presidente Alberto Fernández echara la culpa a la oposición y a la Justicia, por el actual clima social. De esta manera, como hacía tiempo no ocurría en el país, hay un entendimiento claro de la necesidad de apaciguar el ánimo encendido por desencuentros políticos de los argentinos y volver al rumbo de la convivencia pacífica. Misiones es una muestra de que ello es posible.


Misiones con buen momento económico

Justamente, la provincia vive un clima de convivencia y paz social que permite avanzar en gestiones que favorecen a todos los sectores para el desarrollo y crecimiento económico. Son muchos los sectores como también los municipios que transitan por un auge económico, comenzando por Posadas, pero también la recuperada Iguazú o municipios fronterizos más alejados como Andresito o San Javier. Ello se da porque en su momento se hizo la debida contención a sectores en crisis por la pandemia, que lograron reponerse con rapidez y aprovechar las ventajas cambiarias a favor de la provincia, al compararse con Brasil y Paraguay. Respaldado por oportunas políticas públicas, se generan nuevos empleos tanto en las actividades tradicionales, pero también de la mano de la economía del conocimiento. Esta actividad ya había llamado la atención previa de Sergio Massa quien ahora como ministro de Economía y posterior a la gira prevista en los Estados Unidos estaría llegando nuevamente a Misiones para reunirse con la cúpula de la renovación misionera y conocer más en detalle los diversos planes que viene encarando la provincia para favorecer el actual desarrollo local.

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