Chicos con intenciones suicidas, principal atención de la Línea 102

Con una nueva estrategia a través de un protocolo estandarizado de intervención, la Línea 102 empezó a abordar la problemática del maltrato y abuso infantil de manera más contundente en julio de este año cuando firmaron con los municipios este documento sobre cómo intervenir en casos que vulneren los derechos de los niños y adolescentes. A diario reciben entre dos y hasta diez llamadas -que son atendidas por profesionales- por casos que afectan la integridad de los chicos. Pero lo más llamativo es que resaltan en cantidad las atenciones a chicos en crisis emocionales y con intenciones suicidas.

En todas las situaciones se contiene al menor, se elabora un protocolo para poder actuar lo más rápido y dependiendo de los casos, siguen su desarrollo en la policía o la Justicia.
“Las consultas que predominan son las que tienen que ver con maltrato físico, intentos de suicidios en adolescentes, maltrato entre compañeros de la escuela, bullying y grooming. Chicos en situación de crisis es lo que más suele verse”, explicó a El Territorio Paula Schapovaloff, directora de la Línea 102 que depende del Ministerio de Desarrollo Social.
“En esos casos se les hace un trabajo de contención con la psicóloga o trabajadora social que atiende el teléfono, eso es lo destacado, que las líneas son atendidas por profesionales”, agregó.

También atienden cuestiones que tienen que ver con el maltrato físico y verbal a niños y adolescentes y abuso sexual. La llamada la puede hacer cualquier persona, incluso los chicos.
“Trabajamos en principio recibiendo el llamado, se toma la denuncia, que es anónima y confidencial, se recauda la información y una vez que se realiza esa recogida de datos se hace un informe y una evaluación de riesgo, en base a esto último lo que hacemos es la primera intervención con una visita programada al domicilio o al colegio, donde el niño se sienta más seguro, dependiendo de la situación con la que estamos tratando”, señaló Schapovaloff.
“Luego se realiza un informe con las profesionales y eso se deriva a la Defensoría de los Derechos del Niño y a la Subsecretaría de Infancia del Ministerio de Desarrollo Social y sigue su curso vía judicial o policial”, indicó.

En el protocolo de intervención firmado en julio se pidió a los intendentes misioneros dar prioridad a los casos de la Línea 102, dado que detrás hay menores en estado de vulnerabilidad, enfrentando situaciones como violencia doméstica, bullying, abandono por parte de sus familiares, expuestos a situaciones que los acercan al consumo de sustancias que marcan su futuro.
En ese sentido, la funcionaria resaltó que este documento de trabajo es único, dado que antes no existía. “Lo que hace es sumar a los municipios a trabajar en equipo con la Línea 102”, dijo.
Desafío

Por otro lado, sostuvo que la cobertura de la línea es provincial “y como es de los chicos y las chicas ellos mismos pueden denunciar y sentirse acompañados en ese proceso”.
Actualmente la atención es de lunes a viernes de 7.30 a 19.30 mientras ejecutan tareas técnicas. Una vez concluidas esas labores, desde mediados de mes la idea es funcionar las 24 horas.

“La idea también es que los niños conozcan sus derechos, por eso damos charlas en las escuelas y las estamos programando en más colegios. Nuestro desafío es que los niños conozcan cuáles son sus derechos, llegar a todas las escuelas con charlas para poder contarles esto y que pierdan el miedo y ser ellos quienes denuncian y recalcar que esto es confidencial, nadie se va a enterar que ellos llaman ni quienes son”, finalizó.

Desde la Dirección Provincial de Salud Mental admiten que una de las principales preocupaciones tiene que ver con las autoagresiones, que van en aumento. En ese marco, este mes esperan sacar guías y recomendaciones de intervención para todos los hospitales de la provincia, tengan o no psicólogos, para saber cómo actuar en esas circunstancias.

Al respecto, Nicolás Aranda, director de Salud Mental de la cartera sanitaria, explicó que la persona que está atravesando un momento de sufrimiento siempre tiene la posibilidad de poder hablar y pedir ayuda. Aclaró que no necesariamente de entrada tiene que ser con un profesional. “Sino con alguna persona cercana, de confianza. Sobre todo también lo digo para los varones a quienes nos enseñan que nuestro sufrimiento tiene que estar cubierto o tapado. Los varones son los que más suicidios comenten, entonces siempre está la posibilidad de hablar”, señaló.

En la Argentina, los últimos datos epidemiológicos disponibles señalan que en 2020 unas 2.872 personas perdieron la vida por muerte autoprovocada, de los cuales 2.342 eran varones, siendo la franja etaria de 20 a 24 años la que mayor cantidad de fallecimientos concentró.
“La salud mental continúa estando estigmatizada, fundamentalmente por la ignorancia; las personas tienen ideas distorsionadas respecto de las razones que motivan que alguien desarrolle un cuadro depresivo, por ejemplo. Esto se traduce en una gran cantidad de prejuicios: se cree que es una cuestión de voluntad, se le dice 'ponete la pilas', 'salí a tomar sol y hacé ejercicio". Hay que comprender que existen determinantes complejos para el desarrollo de esta enfermedad, se trata de una trama compleja de interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos y medioambientales que llevan a la depresión”, subrayó Marcelo Cetkovich, psiquiatra, director médico de Ineco y vicepresidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).

“La depresión es una enfermedad que afecta el ánimo, la concentración, la capacidad de disfrutar, la voluntad y la energía. Muchas veces, la sociedad en general considera que una persona que está deprimida podría salir adelante simplemente ‘con voluntad’ y esto no es así, porque -justamente- la depresión es ‘la’ enfermedad de la voluntad y energía. Ambas están afectadas. Esto, a su vez, provoca pensamientos negativos acerca de uno mismo y de las decisiones que se toman, por lo que la persona se siente insegura y tiende a aislarse”, explicó Teresa Torralva, psicóloga, doctora en Medicina y jefa del Departamento de Neuropsicología de la Fundación Ineco.

En detalle: cómo es el trabajo

Confidencial.
La llamada es gratuita, anónima y confidencial. La puede hacer el menor o quien sea testigo de la vulneración de derechos de este. El número funciona de lunes a viernes de 7.30 a 19.30.

Visitas.
Además de asesoría, contención y escucha que se realiza vía telefónica, se hacen visitas en domicilio o escuelas a fin de conocer la situación de los niños involucrados y sus familias.

Monitoreo.
Cada caso atendido recibe monitoreo de psicólogos o trabajadores sociales y si es necesario se lo deriva a la Policía o la Justicia para una atención más profunda y exhaustiva.

Pedido.
Con cada municipio se firmó un protocolo de intervención y a los intendentes se pidió dar prioridad a los casos de la Línea 102, ya que detrás hay menores en estado de vulnerabilidad.

La posibilidad de hablar y borrar estigmas

Desde la Dirección Provincial de Salud Mental admiten que una de las principales preocupaciones tiene que ver con las autoagresiones, que van en aumento. En ese marco, este mes emitirán guías de intervención para todos los hospitales de la provincia, tengan o no psicólogos, para saber cómo actuar. Al respecto, Nicolás Aranda, director de Salud Mental de la cartera sanitaria, había explicado en Radioactiva 100.7 que la persona que está atravesando un momento de sufrimiento siempre puede pedir ayuda. Aclaró que no necesariamente de entrada tiene que ser con un profesional, “sino con alguna persona de confianza. Sobre todo lo digo para los varones, a quienes nos enseñan que nuestro sufrimiento tiene que estar tapado”, había dicho.

En Argentina, los últimos datos disponibles señalan que, en 2020, 2.872 personas perdieron la vida por muerte autoprovocada, de las cuales 2.342 eran varones, siendo la franja etaria de 20 a 24 años la que mayor cantidad de fallecimientos concentró.

“La salud mental continúa estando estigmatizada, fundamentalmente por la ignorancia; las personas tienen ideas distorsionadas respecto de las razones que motivan a que alguien desarrolle un cuadro depresivo, por ejemplo. Esto se traduce en una gran cantidad de prejuicios: se cree que es una cuestión de voluntad, se le dice ‘ponete la pilas’, ‘salí a tomar sol y hacé ejercicio’. Hay que comprender que existen determinantes complejos para el desarrollo de esta enfermedad, se trata de una trama compleja de interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos y medioambientales que llevan a la depresión”, subrayó Marcelo Cetkovich, psiquiatra, director médico de Ineco y vicepresidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).