“Ahora sí, hermana, podés descansar en paz”

“Estoy muy contenta, agradecida a Dios principalmente, porque sé que Dios hizo la obra, y segundo al fiscal y tercero a los jueces que hicieron su trabajo. Muy orgullosa de ellos”, expresó Silvina de Melo en la vereda del Tribunal Penal Uno de Posadas tras ser consultada sobre el resultado del juicio a cargo de la jueza Viviana Cukla y sus pares Ángel Dejesús Cardozo y César Antonio Yaya.

Días previos a la jornada de alegatos y sentencia, Silvina había manifestado a El Territorio la confianza que depositó en el representante del Ministerio Público Fiscal, Martín Rau.

“Yo vi su trabajo, su empeño. Desde el primer momento que pude hablar con él me dio esa confianza que yo podía confiar en él porque iba a hacer bien su trabajo”, expresó.

Fue así que, luego de más de cinco años, la hija mayor de Irma Ferreyra Da Rocha (47) pudo vivir el proceso de las extensas jornadas de debate que culminó con la sentencia a cadena perpetua para Alejandro Guillermo Esteche (34), el hombre acusado de atacar brutalmente a su madre en la madrugada del 17 de diciembre de 2016 en Garupá.

Por su parte, la hermana de la víctima, Mabel Ferreyra Da Rocha, aseguró que Irma finalmente podrá descansar en paz.

Con evidente angustia, la mujer comentó que le quedaron sus sobrinos para sentir cerca a su hermana a la cual vio padecer el dolor y agonizar las ultimas horas de vida en el Hospital de Agudos Ramón de Madariaga.

“Hoy le puedo decir a mi hermana, cuando visite el cementerio ‘ahora sí, hermana, podés descansar en paz’”, expresó.

“Más allá que la ciencia no cree en los cielos, existe un Dios y mi hermana se fue a los cielos. Padeció tanto en la mano de este asesino y la condena fue justo lo que se merece”, manifestó con la voz entrecortada por la angustia del recuerdo y del paso del tiempo, pero con la tranquilidad por  el avance en este proceso que culminó con la sentencia para el implicado en el brutal ataque.

En relación a una imagen que compartió el fiscal Martín Rau en la que expresó que lo único que quedaba para los familiares era la escena del zapato y el celular de Irma tirados en el pasto, Mabel afirmó: “Lo que quedó de mi hermana no fueron sólo sus zapatitos y el celular donde él le dejó, quedaron sus hijos a quien abrazarles y poder sentirle un poco a mi hermana”.

“Como mi hermana, hay muchas mujeres que fueron víctimas y no se hizo justicia y quedaron impunes pero en este caso, gracias a Dios y a todos los que estuvieron, el caso de mi hermana no quedó impune”.

Continuó: “Hoy por hoy vamos a dormir más tranquilas porque a veces se siente miedo. Como yo le dije a la jueza, yo tengo nietas que están creciendo y por culpa como un tipo como ese, un asesino, le ves a tus nietas o sobrinas ir a la escuela y tenés miedo porque hay tantos depravados como él pero uno está en el lugar donde se merece estar”, aseveró.

Con respecto al tiempo de espera para la elevación a juicio y la condena para el agresor de su familiar, Mabel aseguró: “La verdad que valió la pena esperar casi seis años donde no sabíamos qué hacer, cómo iba a salir esto. La ansiedad, el miedo”.

“Acá se limpió la memoria de mi hermana porque este asesino quiso culparle a mi hermana que fue víctima”.

Mabel fue parte de la ronda de testigos y, en su momento, declaró la terrible escena que vivió en el hospital cuando tuvo que oír la agonía que Irma tuvo que transitar durante las últimas horas hasta que finalmente falleció.

“Lo más triste fue verla dañada de tal manera. Psicológicamente la humillaron, le quitaron la dignidad” .

En este contexto, Mabel aseguró que a pesar de ese triste recuerdo cuando Irma “estaba re mal, como nunca había visto a alguien, las cosas lindas van a quedar en nuestra vida”.

Perpetua para Porteño Esteche por el crimen de Irma Ferreyra Da Rocha