Recicla cajones de frutas y cambia los trabajos por ropa y comida

Cuando las necesidades básicas de la vida no se pueden cubrir surgen ideas interesantes y se convierten en paliativos y hasta en un medio de vida cuando hay respuestas en la comunidad.  Ese es el caso de Adriana Ibáñez, una joven madre soltera de 26 años que padece hipertensión, diabetes y poca visión a causa de su problema de salud. La joven vive con su madre y su pequeño hijo de 4 años.

Adriana confecciona camitas y cuchas para perros o gatos y las cambia por comida o ropas además de realizar lavado de ropas y planchado con la misma metodología. La joven dialogó con El Territorio "soy diabética, hipertensa, mamá soltera de un hijo de 4 años y no cuento con trabajo por mi enfermedad. No puedo casi trabajar, tengo problema de vista a causa de la diabetes y ante las necesidades que tengo un día se me ocurrió hacer chuchitas para perritos reciclando cajones de fruta, cuando empecé hacer era para recaudar para hacer una merienda para los niños de mi barrio por el mes del niño y esa fiestita se realizó con ayuda de la gente. Bueno ahora como me encuentro sin trabajo y mi hijo necesita ropas y calzados ya que crecen los chicos y lo del año pasado ya no le queda más decidí ofrecer mis chuchitas a cambio ropa para mi nene o mercadería que sería de gran ayuda para mí ya q la mano esta fea y se q todo cuesta, por eso no pido que me regalen sino que a cambio de esas cosas tan importantes para nosotros, también hago ventas de torta frita en mi domicilio y lavado y planchado”, dijo Adriana.

En cuanto a su salud se refirió "vivo con mi mama que también es diabética, yo desde que tuve a mi nene tengo diabetes, estoy con medicamentos específicos para ello y también para la presión, cuando le tuve a mi nene pensé que era una diabetes gestacional y no lo controle más y hace poco me sentí mal y me hice unos análisis y si dio positivo de diabetes así que debo cuidarme mucho”.

Adriana vive en la calle 122 de la chacra 226, Posadas y espera salir adelante con su hijo y su madre a través de los trabajos que realiza a cambio de víveres, ropa o calzado.

Dijo que la realidad económica nos obliga a buscar diferentes alternativas para poder abastecer mínimamente las necesidades básicas.

La joven a pesar de la situación no pierde la sonrisa en ningún momento y sueña con que su pequeño pueda estudiar ya que ella no logró terminar más que la escuela primaria.