Inhumaron los restos de Josías y se renovó el pedido de justicia

“Chau mi gurisito hermoso. Te amo, te amo…”, repetía desconsolado Cristian Galeano, aferrado a la cabecera del ataúd con los restos de su hijo Josías Ezequiel Galeano (15), quien fuera brutalmente asesinado y cuyo cadáver se halló en un bañado a las afueras de Oberá el pasado 3 de junio.

Alrededor de medio centenar de familiares y amigos se congregaron ayer en el Cementerio la Piedad para darle el último adiós a la víctima. Los restos fueron ubicados en un nicho dispuesto por la Municipalidad de Oberá.

Carolina Ramírez, la mamá de Josías, sufrió una descompensación y tuvo que ser asistida en el lugar. La mujer pasó toda la noche previa en vela al lado del féretro de su hijo, contaron allegados.

Ya en su domicilio, donde fue velado el cuerpo, Ramírez tuvo una severa crisis. Apenas recuperada asistió a la inhumación, pero ni bien arribó al cementerio se la notó absolutamente abatida y desconsolada, al punto que tuvo que ser llevaba en andas por familiares.

La tragedia de Josías se tradujo en el desgarrador dolor de su madre, quien apenas pudo sostenerse en pie pocos minutos.

Sin oficio religioso, el docente Leandro Sánchez dijo unas sentidas palabras de despedida.

“Estamos todos muy impresionados por lo que le pasó a este pibe, que puede ser el hijo de cualquiera. Pero ninguno se merece morir como Josías y ninguna familia se merece perder un hijo y quedarse con todas las incertidumbres de quién lo mató o por qué el accionar policial presenta tantas dudas. Pedimos justicia por Josías y pedimos despejar todas las dudas. Es lo que necesitamos para que su familia pueda descansar y mitigar un poco, sólo un poco, el dolor”, reflexionó Sánchez.

Vacío enorme

Josías Galeano desapareció el pasado 30 de abril, cuando se despidió de su mamá para ir al barbero. Su cuerpo en descomposición fue encontrado el 3 de junio. Luego los restos permanecieron 81 días en la morgue judicial de Posadas, hasta que el martes fueron entregados a los padres.

La madre de Josías no pudo mantenerse en pie durante la inhumación.

Por el homicidio hay un detenido. Tras la inhumación de la víspera, José Cardozo, abuelo materno de la víctima, reconoció que “por el momento hay cosas que no se pueden decir, pero no nos queda otra cosa más que confiar y esperar”.

“Por más indignación que tengamos no podemos increpar a los policías o al juez para hacer sentir nuestro reclamo, más bien tenemos que aguantar y ser fuertes en este momento, porque se viene una parte difícil, que es caer en la cuenta del espacio vacío que dejó Josías. Son muchas preguntas que no sabemos responder, por eso necesitamos que esto se esclarezca rápido”, opinó con mesura.

“Era un chico normal”

En diálogo con El Territorio, Cardozo reconoció que la familia tiene muchas dudas en torno a las circunstancias del deceso y reclamó más apoyo de la comunidad en el pedido por justicia.

“Siguen habiendo muchos interrogantes y creo que en Oberá esto no puede pasar porque todavía somos un pueblo chico. Cómo no se va a descubrir qué le hicieron a mi nieto y, sobre todo, quiénes lo mataron”, enfatizó.

Y agregó: “Lo que le hicieron no tiene nombre y le pedimos a la Justicia que investigue a fondo y que se descubra qué pasó realmente con mi nieto”.

Por su parte, el reconocido formador de futbolistas Carlos Riquelme asistió a la inhumación y se mostró desconsolado por el trágico final de Josías.

“Era mi alumno en la cancha San Antonio. Él vivía enfrente y jugaba muy bien, pero después vino la pandemia y el fútbol se cortó por un tiempo. No tengo palabras. Lo conocí como un chico normal, con toda la vida por delante, con mucha energía...”, alcanzó a decir antes de quebrarse.

El imputado 

Con relación a la investigación del caso, el pasado 29 de julio el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, ordenó la prisión preventiva de Andrés Rogelio T. (26) como imputado por la presunta comisión del delito de homicidio en perjuicio de Josías.

“Para esta etapa del proceso se considera que hay elementos para imputar al encartado, como ser el testimonio de una persona que declaró que le confesó la autoría material del hecho y el resultado de la autopsia que confirmó que se trató de un homicidio”, precisó un vocero del caso.

Por su parte, el defensor oficial Matías Olivera apeló la medida. En consecuencia, la orden de traslado del sospechoso a la Unidad Penal VIII de Cerro Azul quedó suspendida hasta tanto se resuelva la apelación de la defensa, por lo que continúa alojado en la Seccional Tercera de Oberá.

El expediente 57841/2022 investiga las circunstancias del asesinato del menor obereño, cuyo cadáver fue hallado luego de 34 días de angustiosa búsqueda. Ese mismo 3 de junio, horas antes, la Policía detuvo al único sospechoso, quien se encontraba tarefeando en un yerbal de San Vicente. 

Andrés Rogelio T. apareció en el radar de los investigadores luego que un testigo afirmó que el sospechoso le confesó el homicidio, si bien reconoció que sólo son conocidos del barrio. Hasta el momento el imputado se abstuvo de declarar.

Por otra parte, Axel Demonari, querellante en representación de los padres de la víctima, aclaró que la parte que patrocina no llegó a oficializar el pedido de una segunda autopsia, en conformidad con el primer informe que avaló la hipótesis del homicidio. 

Las conclusiones de la autopsia: se ahogó en el lugar del hallazgo