Las últimas horas de Irma fueron con desgarros internos y delirios del dolor

En la cuarta jornada del juicio contra Alejandro Guillermo “el Porteño” Esteche (34), imputado por el crimen de Irma Ferreyra Da Rocha (47), comparecieron ante el Tribunal Penal Uno de Posadas tres médicos que asistieron a la mujer en el Hospital de Agudos Ramón Madariaga en la madrugada del 17 de diciembre de 2016 y la médica que realizó el informe policial.

El médico Guillermo Vignau fue el primer testigo que se sentó en el banquillo frente al tribunal conformado por la jueza Viviana Cukla y sus pares Ángel Dejesús Cardozo y César Antonio Yaya -subrogante-.

El profesional explicó que Irma ingresó vigil, es decir con los ojos abiertos, pero no respondía a los estímulos. “Esta señora ingresó delirando, repitiendo una frase que, si mal no recuerdo, era ‘me duele, me duele, me duele’”.

“En ese momento yo me desempeñaba como médico de guardia de la emergencia cuando llega (Irma) traída por la red de traslado en una camilla. Se encontraba en el shock uno, la sala donde recibimos a los pacientes en estado grave”, relató.

En el examen físico hallaron escoriaciones en la cara y “lo que llamaba la atención es que desde el orificio anal salía un segmento de rama, aproximadamente de 8 a 10 centímetros”. Por este motivo, se dio aviso al servicio de Cirugía General porque era “eminentemente quirúrgico”.

Ante la consulta de las partes, el profesional reconoció no recordar qué tipo de estudios prequirúrgicos le realizaron a Irma pero explicó que en casos donde peligra la vida de la paciente, por protocolo, no se realizan estudios que retrasen el ingreso al quirófano.

En ese contexto, el abogado defensor Edgardo Cabrera Germain puntualizó que si bien la cirugía se realizó para extraer el objeto extraño, en la exposición realizada en la jornada del jueves por el el subjefe del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de la provincia de Misiones, Carlos Wolhein, notaron que los restos de la rama no fueron completamente extraídos. En esa línea el letrado inquirió si esto pudo haber causado una infección generalizada y su pudo haberse evitado con estudios de imagen previos o posteriores a la cirugía.

Vignau, por su parte, expresó que un especialista en el área de imágenes podría responder con certeza pero, en su experiencia, aseguró que depende del tamaño del cuerpo extraño, el material y cómo el organismo reacciona a ello.

Siguientemente, la misma pregunta fue formulada hacia Gustavo García, quien en la madrugada del 17 de diciembre intervino como residente de segundo año de cirugía en el nosocomio. Comentó que, por la gravedad del caso, no realizaron estudios de imágenes.

Según su testimonio, la primera intervención quirúrgica se trató de una desfuncionalización del colon mediante una colostomía terminal. Se procedió entonces a la extracción de la rama incrustada en el cuerpo de la mujer que luego pasó a la sala para los cuidados post operatorios.

Esa mañana, el cirujano en formación entregó su guardia y volvió la mañana del domingo. Cerca de las 8, relató, Irma Ferreyra Da Rocha presentó inestabilidad hemodinámica -alteración signos vitales-, y se quejaba de intenso dolor abdominal por lo que el cirujano de planta decidió ingresarla al quirófano nuevamente.

En esa instancia, en medio de la laparotomía exploradora, la mujer sufrió dos paros cardiorrespiratorios. El primero se logra revertir pero el segundo, tras 45 minutos de reanimación, “lamentablemente no”, afirmó.

El doctor Roberto Acevedo participó en la segunda intervención quirúrgica.

A su turno, Roberto Acevedo, quien participó en la segunda cirugía y luego redactó la historia clínica de la paciente, testificó que ingresó a la guardia la mañana del domingo y la mujer ya se encontraba en el área de terapia intensiva tras haber padecido de un paro cardiorespiratorio en la sala común.

Relató la complejidad del estado de salud de Irma y refirió que la segunda cirugía fue realizada por “abdomen distendido, inestabilidad hemodinámica y drenajes turbios”.

Ante la consulta de la defensa de Esteche sobre estudios complementarios, en relación a una posible infección generalizada por el cuerpo extraño que no fue extraído, Acevedo explicó que es posible que hayan quedado restos del material pero “lo que generó la rama es el problema, no lo que quedó. La rama generó el desgarro de todos los tejidos intraabdominales”.

Por otro lado, la médica legal Norma Piris declaró que se encontraba de guardia y cuando concurrió a la urgencia Irma Ferreyra Da Rocha había salido del quirófano por lo que no pudo comunicarse con la mujer y tampoco verla.

En este contexto, explicó que habló con el médico que había atendido a la paciente y fue mediante esa información que realizó el certificado del informe médico policial.

La noche del crimen
Irma Ferreyra Da Rocha (47) falleció el domingo 18 de diciembre de 2016 luego de sufrir tres paros cardiorrespiratorios y agonizar por más de 30 horas.

La mujer había sido hallada por un vecino de la zona en un terreno baldío ubicado en Garupá. El hombre escuchó sus alaridos que, gradualmente, se convirtieron en pedidos de ayuda.

En su cuerpo, de 1,53 metros de altura, hallaron incrustada una rama astillada de 58 centímetros de largo que desgarró órganos internos.

Los uniformados que asistieron al lugar y posteriormente la entrevistaron declararon que, con dificultad para hablar por el dolor, la mujer relató haberse ido con un hombre al lugar donde la encontraron, habían mantenido relaciones sexuales pero luego fue golpeada y al recobrar la conciencia sintió mucho dolor.

El debate oral sobre el crimen atroz continuará el lunes y aún se esperan más de quince testigos para esclarecer la responsabilidad del único imputado por el hecho, “El Porteño” Esteche (34).