A paso firme

Fernando Rodríguez (17) llegó a las inferiores de Boca el año pasado y a base de esfuerzo se ganó un lugar en su división y en la Reserva. El oriundo de Santo Pipó se ilusiona con defender el arco Xeneize
sábado 20 de agosto de 2022 | 3:00hs.
A paso firme
A paso firme

“El que abandona no tiene premio”, es una frase bastante escuchada en el mundo del fútbol y, muchas veces, tiene sustento. Bien lo podría confirmar Fernando Rodríguez, quien cuando había arrancado su carrera como futbolista tuvo un pequeño traspié y supo recuperarse.

A los 14 quedó libre de Crucero por cuestiones ajenas a su juego y decidió apuntar más arriba. En 2021 llegó a Boca y hoy, a sus 17 años, es dueño del arco de la 5° división. El nacido en Santo Pipó se ilusiona con llegar a Primera, pero tiene claro que todo es paso a paso y a base de mucho esfuerzo.

Fernando se afianzó en la 5° división y también es parte de la Reserva del Xeneize.

“Hice 9° y 8° en Crucero. Hubo un problema porque mi ficha no entró en el sistema Comet y quedé libre a mitad del torneo de 8° en 2019, un poco antes de la pandemia. Volví a Santo Pipó y jugué la Liga Posadeña”, recordó quien desde muy chico formó parte de Sporting.

Ese golpe a sus sueños de arrancar una carrera en el fútbol no lo desenfocaron. De hecho, Fernando rápidamente buscó una alternativa y llegó hasta Boca.

“Lo de Boca salió a través de un amigo, Raúl Medina, que estaba con Boca y era compañero mío en Crucero. Le escribí para saber cómo había hecho para llegar, me dio el contacto del profesor Jorge López y me puse a entrenar con él todos los miércoles en Posadas”, contó el misionero de 17 años.

“Estuve dos meses y medio entrenando y salió una prueba, estuve dos semanas en Buenos Aires y me volví a Misiones. Llegué un sábado y el miércoles el profe López me mandó un audio para que viaje a Buenos Aires lo antes posible para que me puedan fichar. Entrené una semana más y fiché para Boca”. Todo rápido, todo casi ideal.

Pero claro, el fútbol tiene idas y vueltas. A pesar de sus buenas actuaciones, el de la Tierra Colorada tuvo que pagar el derecho de piso: “El año pasado sólo entrené, no me convocaron para ningún partido y este año tampoco venía jugando”.

Aunque, así como a veces te quita, el fútbol también da revancha. “Fui una vez al banco con Patronato y después de ese partido los profes me dijeron que el lunes me tenía que presentar con la Reserva. Ahí entrené con la Reserva y empecé a atajar en la 5°, que es mi categoría”, dijo el misionero.

“Cuando llegué sabía que no iba a atajar porque el torneo estaba empezado y era nuevo. Sabía que me iba a costar, pero seguí entrenando con las mismas ganas, a pesar de que a veces no me convocaron y eso se ve. De a poco me gané el lugar hasta que me gané la oportunidad y la quiero aprovechar”, avisó.

La Primera y los referentes
Por supuesto que cada chico que empieza a jugar al fútbol sueña con llegar a Primera, pero en el medio hay muchas vicisitudes a superar.

“Ojalá algún día esté en el arco de Boca, porque es un esfuerzo muy grande dejar atrás a la familia y los amigos. Mis viejos siempre me dicen que me van a apoyar en todo, que le tengo que seguir metiendo y ahora están felices porque estoy atajando”, aseguró Fernando.

A sus 16 años partió de su Santo Pipó natal a la Ciudad de Buenos Aires, que muchas veces impacta y obnubila. Pero el arquero tuvo la compañía de un amigo, que lo ayudó a que el desarraigo no se sienta tanto.

“Por suerte en la casa que estuve el año pasado cuando llegué estaba Raúl (Medina) que me ayudó mucho, entonces no me costó tanto. Siempre estaba con él en el club y la adaptación fue mucho más rápida, al igual que con el grupo, que me recibieron muy bien”, contó.

Eso le permitió a Fernando demostrar lo que tiene y cumplir un gran objetivo: entrenar con la Primera. “Entrenar con Primera es otra cosa, otro ritmo. Me había tocado un par de veces entrenar con el Toto Salvio cuando estaba volviendo de su lesión el año pasado y después ya estuve con todo el plantel en algunos trabajos de reducido y de duelos”, recordó.

En cuanto a su juego, el de la Tierra Colorada aseguró que “tengo mucho manejo con los pies y salgo arriba a descolgar” y que hoy su referente es el Dibu Martínez, aunque “me gustan mucho Ter Stegen y Ederson por el juego con los pies que tienen. Miro videos de ellos”.

Fernando tiene claro que en un club como Boca todo es día a día y pretende aprovechar todo el tiempo posible en el Xeneize. “Quiero terminar de titular con la 5° y ser campeón, además de poder meter algunos partidos de Reserva”, se ilusionó el misionero.

Desde pequeño, Fernando encontró su lugar en el arco y atajó para Sporting de Santo Pipó.

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