Malestar en vecinos por el límite de carga de 600 pesos para la Sube

El aumento del boleto hizo que el margen de saldo sea escaso ante la cantidad de viajes diarios que realizan los usuarios y esto obliga a reponerlo varias veces por semana
lunes 15 de agosto de 2022 | 0:19hs.
Malestar en vecinos por el límite de carga de 600 pesos para la Sube
Malestar en vecinos por el límite de carga de 600 pesos para la Sube

Luego del último aumento de boleto, que se dio el pasado lunes, aún hay muchas falencias que quedan sin solucionarse para los usuarios que todos los días se movilizan a través del servicio. A la falta de frecuencias en horarios pico y durante períodos vacacionales, lugares de recarga de la Sube en el interior de los barrios que conforman el sistema metropolitano e incumplimiento con horarios, ahora se suma el límite en la carga del plástico, fijado en 600 pesos.

A partir de esta problemática, El Territorio sondeó la realidad de varios vecinos para tener conocimiento de cómo les afecta la situación.

Bilma Ojeda, del barrio Congreso, expresó: “Se pierde mucho tiempo al estar limitados en la carga, porque al que viaja cuatro veces le queda poco margen, en un día gasta 200 pesos dentro de Posadas, todo el tiempo tenés que estar cargando, el saldo te dura tres o cuatro días”.

En tanto, Juan Forés, del barrio Acaraguá, compartió: “Mi hijo me transmitió hace poco la situación de que no le alcanza el margen de carga y siempre tiene el problema de que le cuesta mucho trabajo llenar el saldo”.

Según coinciden varios vecinos consultados, por el aumento del boleto, el saldo no alcanza para una semana completa de traslados, esto conlleva la pérdida del tiempo -ya sea en el trayecto al trabajo para cumplir horarios o en la vuelta a casa- en las extensas filas de las  estaciones de transferencia, que son los únicos centros de recarga para muchos usuarios.

En particular en la Terminal de Quaranta “se pueden ver, en los horarios de mayor concurrencia, grandes aglomeraciones de personas en las ventanillas, a ambos lados de los molinetes, en los que además prima la mala organización de las filas porque no hay nadie que controle”, recriminó Carlos Brunaga, del barrio San Lucas.

Al presentarse este límite de carga y no haber suficientes lugares para reponer el saldo en la tarjeta, en la urgencia muchos pasajeros se ven obligados a tener que pagar el pasaje en efectivo a un precio mayor que con el plástico, esto perjudica económicamente a los usuarios.

Al respecto Miguel Cidade, del barrio El Pino, transmitió su disconformidad al plantear que “se trabaja mucho para pagar la Sube con sueldos que están muy por debajo de la canasta básica, ya con la sube es caro, así que imaginate lo que es tener que abonar en efectivo, son 20 pesos más que tenes que sumar”

Y agregó: “En contraprestación al monto, el servicio no es bueno en mi barrio, cambiaron las paradas, tenemos que caminar hasta el barrio Misionerita o 21 de Diciembre para tomar el colectivo y hay mucha gente mayor”.

Desde la Defensoría del Pueblo, Alberto Penayo, su titular, relató que respecto al reclamo, “debe presentarse directamente al municipio y si no hay una respuesta, ahí nosotros podemos accionar en torno a la omisión del Estado. Por ejemplo, si los vecinos solicitan una intervención del municipio para que se levante el cupo, en vez de que sea 600 pesos pase a ser 1.500 pesos, eso obligaría al municipio a sacar un instrumento que dialogue con la empresa para que cambie esta situación”

Al ser una relación contractual, “se podría presentar la queja en Defensa del Consumidor, porque hay un usuario que consume un producto que es el transporte, por el cual paga un valor”, resaltó Penayo.

Reclamo de los vecinos

Ante la falta de solución de los problemas que aquejan a los vecinos, Roberto Enrique Arrieta, referente del barrio Mini City, de Posadas, contó: “Más de 35 jefes de comisiones barriales nos reunimos para realizar un comunicado a la asociación de Empresarios Unidos del Transporte Automotor (Euta) en el que los convocamos a una reunión para poder dar fin al padecimiento que tenemos como usuarios de transporte”.

“En horarios pico hay bajas frecuencias, a nosotros que estamos por la ex ruta 213 nos pasa que los colectivos se llenan en San Isidro y no suben a nadie después, entonces queda gente por el camino que no puede ir al centro. Así, los vecinos llegan tarde a los trabajos, las escuelas, se mojan, les roban y una serie de problemas que no deberían pasar”, explicó Arrieta.

Respuesta al comunicado de las comisiones

Tras la presentación del comunicado, los vecinos recibieron respuesta del presidente del Euta, Guillermo H. Leumann, en la que desistió de participar de la invitación.

En la que excusaba que “una reunión a las 20 para tratar los reclamos de 36 comisiones  vecinales, con presencia de la Defensoría del Pueblo y foro de seguridad, no traerá aparejadas respuestas productivas y concretas, que es lo que los usuarios requieren, y terminara sirviendo de mero encuentro ‘político’ para satisfacer necesidades de ese orden y de alguna prensa amarilla”. Y señaló que “es mediante el mecanismo actualmente establecido, en virtud del cual cada comisión vecinal expresa su inquietud a la Defensoría del Pueblo, la que a través de esta Cámara da traslado a los equipos de tráfico de las Empresas Asociadas para que verifiquen e informen al respecto generando acciones correctivas”.

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