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Marcha de los días: Inflación, un mal endémico que azota al país

La suba de precios un problema sin solución para todos los gobiernos. Alberto Fernández, registra los peores números en 20 años. Generó malestar en Misiones que se haya menospreciado a la madera para la construcción de viviendas. Se viene el Ahora Canasta, para aliviar los bolsillos a los consumidores.

domingo 14 de agosto de 2022 | 3:30hs.
Marcha de los días: Inflación, un mal endémico que azota al país

La variación de los precios que desvaloriza el dinero tiene casi la misma antigüedad como las primeras monedas acuñadas. Prácticamente podría decirse, entonces, que desde el surgimiento de la moneda como medio de pago surgiría lo que luego se denominaría inflación. La historia indica que lo padecieron por igual los emperadores romanos Calígula, Claudio y Nerón. En forma posterior, el emperador Diocleciano se convertiría en el primer gobernante de la historia en aplicar un plan antiinflacionario. No hay una fórmula única para combatirla y, al parecer, es más fácil hablar del problema que dar con la solución. Hay países como Israel que le encontraron la vuelta, así lo refleja un popular documental disponible por estos días en Netflix llamado El Nobel que no dejó de soñar, relatando sobre la vida del ex primer ministro de ese país, Shimon Peres (murió en septiembre de 2016), de cómo empezó a bajar la inflación del 500% al 16% en menos de dos meses. Indicó que debió hacer un fuerte recorte en todas las áreas, desde Defensa a Educación, lo cual no cayó bien al principio, pero con los resultados a la vista, todos estuvieron de acuerdo. Consiguió con ello, además, superar a los cuestionadores seriales que hasta le pedían adelantar las elecciones. En definitiva, nada que no se conozca por estos lugares. Lo cierto es que parte de la clase política argentina tomó nota de esa experiencia.

También es cierto que la inflación global es por el actual contexto surgido de la pandemia y en forma posterior por la guerra declarada por Rusia a Ucrania que terminó incluso afectando a países del primer mundo como los Estados Unidos, cuyos residentes mostraron preocupación, más allá de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fuera menor a cualquier otra región donde sorprendió Brasil que registró una baja de precios mensual. De la misma manera, resulta baja la tasa de variación anual del IPC en Paraguay y registran números muy favorables y distintos, al menos comparado a lo que sucede en la Argentina que se lleva la peor parte y no es un fenómeno reciente, sino que se repite en todos los gobiernos. Desde el retorno de la democracia en 1983, todos los gobiernos lo padecieron en mayor o menor medida. Algunos lo pudieron bajar y a otros se les descontroló. Del presidente Raúl Alfonsín, su par Carlos Menem heredó una hiperinflación -que es cuando el aumento de precios es mayor a 1.000% en un año- y entregó su cargo con -1,2%, tras haber llegado a fines de 1995, a 0,3% de inflación anual, la más baja desde 1944. El riojano logró ese índice cuando en 1991 decidió recurrir a la convertibilidad, creando una nueva moneda y lo amarró al dólar para que el tipo de cambio no se moviera. Parecería ser la fórmula del éxito, pero el resultado final sería otro, porque la convertibilidad sólo pudo lograrse con el ingreso de dólares de las privatizaciones, es decir el Estado vendió sus bienes y luego apeló a una receta conocida, el endeudamiento externo y la desindustrialización del país.

La bomba de tiempo que había activado le explotó al siguiente gobierno, cuando en 1999 asumió la primera Alianza UCR-Frepaso con la promesa de mantener el 1 a 1. Pero todo ya había comenzado a desmadrarse, el endeudamiento siguió elevándose y la recesión se profundizó ante la escasez de dólares para sostener la anhelada paridad, sumado a un creciente nivel de desocupación. En un último intento, se apeló al megacanje ideado por el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, pero el final ya era inevitable y la convertibilidad voló por los aires y terminó de la peor manera con la implementación del corralito en diciembre de 2001.

Es decir, Fernando de la Rúa no pudo sostener la convertibilidad del menemismo, que había terminado transitoriamente con la inflación, tampoco pudo desactivar la bomba de tiempo que había heredado en especial con la deuda externa. Porque, por entonces, no se había aprovechado para lograr una estabilidad macroeconómica ni fortalecer la estructura productiva. De esta manera, la inflación volvería a golpear las puertas de los argentinos y estaría presente en los siguientes gobiernos.


Triste récord inflacionario

Ahora, el gobierno de Alberto Fernández obtuvo un triste récord cuando el jueves se conoció que la inflación de julio alcanzó el 7,4%, el nivel más alto para un solo mes desde abril de 2002, en aquella plena crisis del corralito. De hecho, desde el gobierno atribuyen la alta inflación a una corrida cambiaria muy fuerte y con movimientos especuladores que trataron de generar crisis de incertidumbre y provocar una devaluación. De esta manera, en la actual gestión los precios acumularon un aumento del 46,2% en estos siete meses. Esto implica en términos interanuales un 71% y las estimaciones privadas proyectan para diciembre, una inflación anual en torno o por encima del 90%; hay quienes hablan ya de un 100% anual.

Fue justamente el séptimo mes que se llevó puesto este mal endémico, primero al ministro de Economía, Martín Guzmán, que renunció el 2 de julio, y luego a Silvina Batakis, quien no consiguió transmitir confianza a los mercados y el peso, terminó perdiendo durante las dos primeras semanas de julio un 40% de su valor frente al dólar blue, en los mercados informales.

Con la situación ya consumada, asumió Sergio Massa, que con su llegada fusionó varios ministerios y logró apaciguar la situación, aunque con la inflación es una batalla aparte que debe lidiar para intentar controlar. Por ahora, la llegada de Massa logró una tregua con el mercado y con ello una precaria estabilización. Pero claramente aún no es suficiente, por eso la urgencia del gobierno de Alberto Fernández de acertar con las medidas que frenen la suba de precios, en especial de los alimentos, que está agudizando la pobreza, que ya afecta a cerca del 40% de la población.

En menos de quince días de mandato, Massa ya abordó varias cuestiones sensibles y salió bastante bien parado. Hasta se habló de haber frenado un intento de corrida bancaria, lo cual parece haberse resuelto temporalmente. De hecho, hay mayor calma en las cotizaciones alternativas de divisas, como sucede con el dólar blue.

Massa había prometido al asumir y comenzó a cumplir esta semana con la devolución de 10.000 millones de pesos de adelantos transitorios al Banco Central; se entendió como un gesto de lo que se pretende para bajar el déficit. Otro aspecto destacado fue el canje de deuda en pesos que logró extender a 2023.

Entre los desafíos que tiene el ministro de Economía es la necesidad urgente de reforzar las reservas del Banco Central y como no es economista sino abogado, necesita concretar finalmente la designación de un número dos -un viceministro- en la cartera para coordinar todos los ámbitos de ese ministerio, que tiene entre sus desafíos resolver cuestiones de tarifas y subsidios, apuntando a reducir el déficit fiscal y el gasto público, manteniendo controlado además al dólar y esperando inversiones para el ingreso de divisas. Pero sobre todo un plan serio para bajar la inflación.


Mientras tanto, en la oposición…

Cuando el Frente de Todos logró coronar dos semanas seguidas de un poco de orden en lo político, la líder de la Coalición Cívica, Lilita Carrió, generó revuelo interno en Juntos por el Cambio esta semana tras criticar a varios referentes de su espacio político, pero evitó de manera cuidadosa citar a Mauricio Macri. No obstante, por elevación todos quedaron expuestos ya que requirió de la alianza -que ella ayudó a conformar junto a Macri- que existan reglas decentes y sostener que no puede haber más negocios. El huracán Carrió golpeó con dureza salpicando a sus socios políticos de que se manejarían entre la indecencia y los negocios poco claros, en un espacio que siempre agitaba la ética como el principal estandarte.

"Se tiene que terminar la impunidad de la palabra", escribió en Twitter la titular del PRO, Patricia Bullrich, omitiendo que en su espacio tienen a varios referentes que disparan Twitter a mansalva y poco les importa el revoleo de palabras e insultos.

Para el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el límite son los agravios, que al parecer no se respeta mucho dentro de la coalición.

El hecho de que dejaran a Macri fuera de las críticas hace pensar, dentro del espacio, que las expresiones de Carrió pudieron provenir de una jugada planificada junto al ex presidente de la Nación para evitar un posible acercamiento con el PJ oficialista y embarrarlo también a Massa. De hecho, Carrió admitió haber hablado con Macri antes de lanzar acusaciones.

Muchos dirigentes de la oposición desde hace tiempo vienen aprovechando las denuncias mediáticas de Carrió para hacer campaña. Digamos que es la medicina de siempre, pero esta vez lo probaron los socios más cercanos. Sólo que cuando lanza acusaciones contra el peronismo viene anexada alguna causa judicial, lo cual, entre socios, resulta muy poco probable que armen causas judiciales para perseguir aliados políticos.


En defensa de las viviendas de maderas

Si hay algo sobre lo que se viene trabajando desde hace muchos años en Misiones es en revalorizar el uso de la madera para la construcción de viviendas. La materia prima tiene cada vez más demandas para tales fines en el exterior y en la provincia se fueron incorporando en parte o todo para la construcción. En medio del buen momento del sector, el presidente Alberto Fernández tuvo una frase desafortunada para el sector al plantear que hay que vivir en condiciones dignas y no en casas de madera. Quizás intentó hablar de viviendas precarias, pero sus palabras cayeron muy mal en el sector, que le salió a responder inmediatamente. Es lo que hizo primero la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) a la que se sumaría la Confederación Económica de Misiones (CEM). Ambas asociaciones consideraron desafortunadas las expresiones del mandatario nacional y le recordaron que la construcción con madera es fundamental para el futuro, no sólo como sector si no como sociedad, porque es sostenible, sustentable y reutilizable.

Ello además de defender que la vivienda de madera impulsada es de alta prestación, remarcando que antes que un problema puede ser una solución al problema habitacional en el país. Ello además de recordarle que la edificación con madera representa el 90% de la construcción de viviendas, y crece en la construcción de edificios. Aprovecharon para lanzar el desafío a toda la dirigencia del país de conocer más sobre esta materia prima e incorporar a las políticas públicas.


Con más asistencia

Misiones espera la puesta en vigencia del programa Ahora Canasta, que se pondrá en vigencia desde mañana. Mediante este plan se ofrecerá descuento del 17% todos los días, en la compra de alimentos y productos esenciales con tarjetas de débito y billeteras virtuales. De esta manera, esta asistencia llega en un momento de alta inflación, donde se busca abaratar el costo de los alimentos. Desde la Provincia destacan que este tipo de iniciativa se pone en marcha a partir de estar en contacto directo con el vecino, de escuchar sus inquietudes, sus problemas y buscar la forma de resolver. Esto, a su vez, redunda en valorar la gestión y diferenciarse de las peleas internas permanentes de los espacios nacionales.

Del mismo modo actuó la Provincia al salir a asistir a los misioneros que estaban desesperados y a punto de perder sus viviendas como consecuencia de una política errónea planteada por el gobierno de Mauricio Macri que terminó generando endeudamiento impensado a miles de familias con los créditos UVA. Se estima que hay 104 mil familias desesperadas y sin encontrar respuestas en todo el país.

La única provincia que salió a asistir fue Misiones, al lanzar un sistema de subsidio mediante el programa Ahora para Hipotecarios UVA. Para esta asistencia, la Provincia utilizará un sistema de subsidio con fondos propios.

Esto sucede en una provincia donde se percibe un clima de crecimiento, que se da en medio de la crisis nacional y por ello, entienden desde el Frente Renovador que Misiones tendrá mayor potencial aun cuando la macroeconomía mejore. De hecho, fue un aspecto que generó sorpresa esta semana entre poderosos dirigentes y empresarios del país que escucharon la disertación del gobernador Oscar Herrera Ahuad, realizado en Buenos Aires en el marco del ciclo sobre Democracia y Desarrollo, organizado por Clarín.

Allí el mandatario provincial les habló de las economías regionales, del potencial y bondades de la agricultura orgánica y los desafíos que enfrenta una provincia como Misiones, donde la Nación aun le adeuda el gas natural y de manera local, se lucha por poner a punto el puerto para abaratar la logística. También de la importancia de la conservación, mientras se aguarda el reconocimiento pleno por el esfuerzo que hace el pueblo de Misiones para conservar la selva misionera y evitar reemplazarlo por monocultivos. Todo ello en consonancia y por respeto a la naturaleza.

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