Se inició la instancia departamental

Desde el sistema solar hasta la elaboración de mermeladas en la Feria de Ciencias

Ayer por la mañana, en la Escuela N° 7 de Villa Cabello, se concentraron más de 250 proyectos de la Zona Sur. La muestra de trabajos volvió a la presencialidad después de dos años
martes 09 de agosto de 2022 | 5:30hs.
Desde el sistema solar hasta la elaboración de mermeladas en la Feria de Ciencias
Desde el sistema solar hasta la elaboración de mermeladas en la Feria de Ciencias

Genaro Melo
interior@elterritorio.com.ar 

Tras dos años de no poder celebrarse de manera presencial, ayer volvió la Feria de Ciencias organizada por el Programa Provincial de Actividades Científicas y Tecnológicas (Propacyt) en su instancia zonal. Se llevó a cabo en la Escuela N° 7 Justo José de Urquiza de la chacra 148 de Villa Cabello a partir de las 8 y contó con un marco de más de 250 proyectos, entre los que se encontraban los trabajos más sobresalientes de las escuelas de Posadas y alrededores.

El Territorio se acercó al evento y dialogó con la directora de la Escuela N° 7, Hilda Sosa, que, al respecto de la vuelta a la presencialidad, comentó: “El entusiasmo de los niños es poder encontrarse con este tipo de experiencia, desde hace dos años no lo podían hacer de esta manera. Se nota que están entusiasmados, absolutamente todos quieren participar mostrar ante un marco de público grande lo que hacen”.

En relación a las sensaciones de ser los encargados de brindar el espacio como establecimiento, agregó: “Como anfitriones tenemos un poco de experiencia, porque es el segundo año que nuestra escuela presta el lugar para que sea sede de la Feria de Ciencias. Nos preparamos un mes antes para propiciar todos los espacios y hoy se ocuparon todos los lugares de la escuela incluidas las aulas”.

La representación del sistema solar por estudiantes de la Escuela N° 146.

En este certamen, los niños realizan una exposición pública de proyectos científicos y tecnológicos, en las que los estudiantes efectúan demostraciones, obsequian souvenirs e incluso desarrollan habilidades de comunicación, a través de la exposición de sus producciones, dado que deben explicarles en qué consisten los trabajos a los evaluadores.

Asimismo resaltó el valor que aporta la feria en los niños al expresar que “esto contribuye mucho a que los más pequeños incorporen la práctica de investigación, el trabajo de campo, el método científico, espíritu crítico y creatividad, así que bienvenida sea esta jornada para todos”.

El proceso de instancias está compuesto en primer término por la escolar: los trabajos se inician en las escuelas y jardines, como ocurrió durante junio; luego la feria departamental y por último la feria provincial, que es la instancia jurisdiccional entre localidades. Los trabajos destacados de todas las provincias conforman la Feria Nacional, organizada por este programa.

Por otra parte, este medio recorrió las mesas de la feria y recolectó las voces de los principales protagonistas de la jornada, los estudiantes.

Así fue el caso de Morena Antonela Godoy y Nara Eugenia Macedo, de la Escuela N° 346, del Paraje Labrador, en el barrio San Isidro, que presentaron su exposición sobre el movimiento del sistema solar.

“Lo que hicimos fue armar los planetas con esferas de telgopor, la simulación del sistema gira con el motor de un botón analógico del comando joystick y a través de cables hacemos contacto con las baterías para que les dé energía”.

Y agregaron: “Para nosotras fue re innovador hacer esto y aprendimos mucho, quedamos terceras en la escuela y no íbamos a venir, después nos dijeron que había un lugar más y gritamos de alegría”.

Luciano Vegas y Ezequiel Villalba, con su emprendimiento de mermeladas.

El desafío es poder hacer proyectos y defenderlos con entereza, cuando los recursos no son lo que abunda la imaginación se hace presente y no distingue fronteras sociales.

Luciano Ezequiel Vegas y Sebastián Villalba, de la Escuela N° 826, de Itaembé Miní, impulsaron su proyecto a partir de la pérdida de trabajo de muchos de los padres durante la pandemia.

Así fue que se preguntaron: “¿Qué sería fácil de fabricar en casa que sirva para un microemprendimiento y como una ayuda familiar?”. Bajo esa premisa fue que se les ocurrió hacer mermeladas y estudiar sus procesos químicos de elaboración.

“Una receta básica consta de 700 gramos de cualquier fruta, se puede usar la mitad del peso en azúcar -dependiendo de qué tan dulce sea la fruta- y el agua en 350 gramos. Es importante usar una cuchara de madera y esterilizar los frascos para que no proliferen hongos, el ph correcto es de 3,5 y se puede nivelar con limón”, explicaron los pequeños estudiantes.

Y destacaron: “Sentimos orgullo y satisfacción al ver que todo el empeño que pusimos en el estudio se recompensó de esta manera con la oportunidad de venir, esperamos mucho y repasamos un montón”.

La comunidad

Los niños son acompañados de un docente a cargo que, en muchas ocasiones, ayuda a los estudiantes en la investigación y desarrollo. Pero también se abre a la comunidad y hace partícipes a los padres, quienes asisten al evento y siguen orgullosos a sus hijos expositores.

Tal fue el caso de Ana Laura Pano, madre de una niña del primer grado de la Escuela N° 1 Félix de Azara.

“Ellas tenían muchos nervios, desde que ganaron la primera instancias están re ilusionadas con el concurso, hasta dormidas repiten la lección”, dijo mientras reía.

“Hicieron un experimento en el que producen antibióticos a partir de bacterias extraídas del suelo, y se puede observar a las bacterias a través del microscopio”

Por otra parte, Miriam Bergelsdorff, profesora de artes plásticas de la Escuela Trincheras de San José, del barrio A4 de Posadas, que acompañó a sus alumnos, explicó: “Yo los acompaño como asesora, mis alumnos están presentando un proyecto sobre el proceso de potabilización del agua con una maqueta”.

Y agregó: “Estoy muy contenta de que puedan venir y explorar la presentación de compañeros de otras escuelas, muy conforme con el trabajo que hicieron, son hasta tres meses de estudiar la teoría y un mes de maqueta”.

Método de evaluación

La jornada que empezó a las 8 y finalizó a las 12 tuvo más de 120 evaluadores que, como es de costumbre, realizaron la recorrida por los stands en tres ocasiones. Con sus planillas, en cada pasadas, observaban los lineamientos que propone el Propacyt para la evaluación final.

Los evaluadores deben analizar nueve indicadores que están compuestos por la identificación de una hipótesis, en la que se debe comprobar que se ha delimitado el problema y los objetivos están claramente formulados. La obtención de datos, que hace referencia a la metodología, el tratamiento y análisis de datos.

Además se tiene en consideración las conclusiones, discusión y la proyección, es decir, si se observa pertinencia y coherencia  en las distintas etapas del proceso que se realizan en el proyecto.

Por último se examina el informe presentado por los estudiantes, su lenguaje y ortografía y la carpeta del trabajo de campo  con el detalle de las indagaciones realizadas.

Además, la comunicación del expositor, la instalación para la presentación en la feria y la valoración institucional, y el impacto en la comunidad que tiene el trabajo. 

 

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