Día del Veterinario

Veterinarios, y la ardua tarea de ayudar a quienes no tienen voz

El veterinario Quirino Asson no oculta el orgullo y la satisfacción por elegir esa profesión, que ejerce desde hace 30 años. Agradece a quienes le dieron una mano
sábado 06 de agosto de 2022 | 11:14hs.
Veterinarios, y la ardua tarea de ayudar a quienes no tienen voz
Veterinarios, y la ardua tarea de ayudar a quienes no tienen voz

Asson (62) es un veterinario de Eldorado, del km. 2, y contó que desde chico sentía una afinidad con los animales “y así fue que estudié en la escuela agrotécnica, en una época donde cuando nos graduábamos conseguíamos trabajo enseguida.

En mi caso por ejemplo la recepción fue un sábado 7 de diciembre, y el 8 de diciembre, que es feriado, ya me fueron a buscar para que empezara a trabajar el lunes 9, cerca de El Alcázar. Pero quien me llevó, de alguna manera a estudiar veterinaria fue un amigo, Américo Viola, que éramos los dos que en la escuela agrotécnica estábamos dentro de la especialización de ganadería subtropical. Américo me dice “¿Qué te parece si estudiamos veterinaria?”, y ahí nomás nos inscribimos en la facultad, en Corrientes, y empezamos”.

La vida de estudiante de Quirino es semejante a la de miles de jóvenes que debieron trasladarse de su ciudad natal para completar estudios universitarios. “Vivíamos en una pensión, con baño compartido, en una piecita pequeña donde estábamos los dos, pero recuerdo con alegría toda esa época. Por motivos particulares tuve que dejar los estudios durante tres años en los cuales volví a Eldorado y trabajé de panadero con mi hermano. Pero sentí la necesidad de terminar la carrera y cuando volví a Corrientes estaba por cambiar el plan de estudios y un profesor, al cual estoy eternamente agradecido, me dio la oportunidad de una mesa para rendir una materia que, si no la aprobaba, tenía que recursar desde el segundo año en adelante, y no sé si hubiera terminado si sucedía eso”.

La palabra agradecimiento es una constante en la charla con Asson: agradecimiento hacia sus profesores, hacia sus colegas y hacia la ciudad de Eldorado “Yo soy muy agradecido con todos los que me ayudaron. Los veterinarios que estaban en Eldorado como Heffner, o López, me ayudaron mucho. La ciudad me ayudó mucho a que pueda instalarme y comenzar a ejercer. Incluso los proveedores cuando en el año 2001 me fundí, me dieron una mano para poder seguir trabajando. En ese sentido creo que Eldorado es muy generoso con quienes se afincaron aquí”.

Como todas las profesiones la veterinaria sufrió variaciones en la manera de ser prestada con el paso del tiempo y el avance tecnológico “Son muy grandes los cambios que sufrió la profesión desde que me recibí. Antes los veterinarios hacíamos todo con todo tipo de animales y con una tecnología que hoy existe y antes no. Eso nos obliga a estar actualizados, seguir perfeccionándonos e invertir en tecnología. Pero lo más significativo me parece que es las especializaciones que se dan. Como decía antes hacíamos y hoy los colegas se van especializando. A grandes rasgos existen dos ramas, la de animales grandes (como caballos y vacunos) y la de animales pequeños. Yo trabajé en ambas. Tanto en Argentina como también en Paraguay en la zona de Mayor Otaño. Si me preguntás, el camino que tiene la veterinaria por delante es inmenso. De 25, 30 cosas que podríamos hacer, hoy estamos cubriendo 5, 0 6. Es decir que hay un amplio campo donde trabajar. En cuanto a la tecnología eso te obliga a invertir permanentemente, porque va mejorando el instrumental, y cada día hay instrumental nuevo. En Eldorado hay algunas cosas como tomografías que no podemos hacer. Pero el 90% de los tratamientos se pueden atender perfectamente acá. Después hay centros más complejos tanto en Posadas como en Brasil con la última tecnología”.

Uno de los aspectos más difíciles de ser veterinario es la presión que sufren los profesionales. “Hay que saber manejar esa situación. Porque tratamos con seres vivos, donde sus propietarios, o cuidadores, o responsables, para ser más precisos, nos confían la vida de esos animales. Es muy difícil por ejemplo decirle a una criatura que su mascota murió, o que no se puede hacer más nada. Pero por otro lado está la satisfacción que produce el lograr que el paciente se recupere. Esos casos en los cuales ya no sabés que más hacer, y le buscás la vuelta, pensás, le hacés otro tratamiento y se recuperan, producen una enorme alegría”.

A lo largo de 30 años de ejercicio de la profesión las anécdotas son interminables. “Me ha tocado de todo. Incluso hubo una época donde se había puesto de moda a los reptiles como mascotas, y mucha gente no sabía muy bien cómo cuidarlos. Ahora por ejemplo hay unos erizos pequeños que se compran como mascotas. Pero lo que siempre me quedo en la memoria es el caso de un monito. Yo trabajé mucho tiempo con organizaciones relacionadas con la vida silvestre entonces atendí muchos casos de fauna autóctona. Una vez me traen un monito que había sido atacado por perros. Estaba destrozado. Nos pusimos a curarlo, lo suturamos, le curamos las heridas. Cuando el monito comienza a despertar de la anestesia, abría los ojos lentamente, como perdido, y extendía una mano hacia nosotros como agradeciendo que lo hubiéramos salvado. Después se llevaba la mano a la cabeza como si tuviera un dolor muy grande. Nunca fue agresivo, cosa que es muy rara en los monos. De eso me acuerdo siempre”, cuenta.

Asson resume su sentimiento por la profesión “Siempre digo que tuve, y tienen los colegas, de elegir esta profesión, de poder vivir de una profesión que nos gusta y que, como decía antes, tiene un enorme campo laboral por delante”. 

Día del veterinario

El 6 de agosto es el Día del Veterinario en la Argentina, gracias a que en ese día de 1883 se iniciaron las clases del Instituto Superior de Agronomía y Veterinaria, en el predio de Santa Catalina, provincia de Buenos Aires. Fue la primera escuela de estudios superiores de veterinaria del país. Al principio no había muchos interesados y apenas se inscribieron tres alumnos (Chevallier, Agote y Martínez)

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?