Ñande reko rapyta (Nuestras raíces)

Azara y el primer transporte escolar de Misiones

viernes 05 de agosto de 2022 | 6:04hs.

La zona que actualmente conocemos como Azara supo ser un puesto jesuítico llamado San Antonio y parte de la vaquería de Yapeyú, las vaquerías fueron grandes extensiones de tierra habitadas por ganado cimarrón, también recibían ese nombre las incursiones -en ese tipo de campos- de grupos numerosos de hombres para cazar vacunos salvajes.

Alrededor del año1800se intentó una colonización por parte del virrey Gabriel Miguel de Avilés y del Fierro, con la colaboración de Félix de Azara y Joaquín de Alós, pero no tuvo el resultado esperado; medio siglo después, aproximadamente, tropas aliadas brasileñas que participaban de la Guerra de la Triple Alianza, atravesaron esas tierras, camino a Trinchera de San José -Posadas-, buscando el mejor lugar para cruzar el río Paraná e ingresar a Paraguay.

El desarrollo de las actividades económicas y el fomento de la inmigración, en los años siguientes contribuyeron a consolidar nuevos pueblos y colonias en tierras misioneras, en esos tiempos en los cuales el gobierno nacional afirmaba sus políticas en la frase alberdiana de “gobernar es poblar”

Según el censo de 1891, Misiones tenía 13.000 habitantes, y en el año1893 había alcanzado los 20.027 pobladores. Para entonces, un grupo de unas quince familias, la mayor parte originarios de Europa, ante la falta de documentación necesaria para ingresar a Estados Unidos de Norteamérica, aceptaron el ofrecimiento del cónsul argentino en Trieste, Italia, para instalarse en nuestro país.

Los enviaron desde el puerto de Buenos Aires por el río Uruguay, hasta Garruchos, desde allí llegaron a Apóstoles, donde el gobernador del territorio nacional de misiones Juan José Lanusse los recibió. Las tierras asignadas no conformaron a los inmigrantes y un grupo de ellos, en el año 1900, salió a buscar un nuevo lugar; lo hallaron en inmediaciones de la estancia Olguín o Grané. Permiso y decreto mediante, se fundó como una nueva colonia en 1901; el nombre asignado fue homenaje al español Félix Francisco José Pedro de Azara y Perera, naturalista, cartógrafo militar, ingeniero, explorador y casi antropólogo, y a su fallida empresa en el área.

De aquellos tiempos se recuerda a Andrés Czajkowski y a las familias de Víctor Kitajgroki, Juan Micak, Nicolás Czajkowski, José Czajkowski, Juan Raczkowski, Juan Ostapowicz, Tomás Luty y José Zakowicz, entre tantas otras que campearon los primeros años muy duros y difíciles. La colaboración de los pocos lugareños -argentinos y brasileños que resistieron el desalojo- fue de gran valor para conocer la tierra, cómo trabajar los cultivos, el clima, luchar con las hormigas, las sequías, etc., etc.

Al tener los primeros resultados, después de tanto esfuerzo, entusiasmaron a familiares y amigos que estaban en el viejo continente y así, arribaron cientos de personas que se asentaron en la colonia y sus alrededores.

En 1903 se fundó la primera Escuela Infantil Mixta N° 42; cinco años más tarde, siendo directora María Magdalena Deautier, se recaudaron los fondos necesarios para adquirir un piano para los actos escolares, y en el año 1911, gracias nuevamente a la generosidad de los vecinos, se pudo contar con una campana para el establecimiento.

Pocos meses antes, en el camino que unía Azara con Apóstoles, en la zona conocida como El Paraíso, se fundó la Escuela Infantil Mixta N° 56 en un local alquilado a Emilio Zubreski. El primer director fue Pedro Barbieri, treinta y cuatro alumnos -la mayoría varones- iniciaron el ciclo lectivo 1910; sin motivos conocidos antes de finalizar el año, el director presentó su renuncia y se debieron esperar varios meses hasta retomar la actividad, en esa ocasión con una matrícula mayor y la necesidad imperiosa de ampliar el espacio disponible.

La mayor dificultad para la enseñanza consistió en el desconocimiento del idioma español, así que los docentes dedicaron muchas horas a este aprendizaje, a su vez los niños replicaban en sus familias los conocimientos adquiridos; los actos escolares y festividades patrias, la conformación de una liga deportiva y un vivero de yerba mate contribuyeron al arraigo de los colonos y sus familias. Sin embargo, hacia 1914, muchos niños y niñas tenían dificultades para asistir a clases debido al largo recorrido que debían hacer- En vista de ello, el inspector de escuelas sugirió al Consejo, la implementación de un servicio de “carro escolar” que trasladara a los alumnos desde punto fijos y predeterminados, por fuera del radio obligatorio, hasta el establecimiento y viceversa. Tal fue el éxito, que al año siguiente se extendió la prestación a varias escuelas de la zona.

Azara siguió creciendo sin prisa y sin pausa, en el año 1924 se editó el primer periódico en idioma polaco, “Oredownik, dirigido por el sacerdote Marianski, aunque décadas más tarde se trasladó la edición e impresión a Posadas.

En la capilla de San Antonio de Padua, en 1918, cuando se estaba construyendo el edificio, se empotró un mensaje “secreto” dentro de un recipiente de vidrio, a su vez depositado en una urna, para ser abierto cien años después. La espera fue más larga de lo previsto y el 11 de junio de 2001 finalmente se extrajo la caja; al abrirla, emergió el frasco con los efectos de la humedad y el tiempo: la tapa estaba totalmente oxidada y el papel contenido era casi ilegible, solo se pudieron leer dos palabras y una cifra: “junio” “Misael” y “1918”. La desilusión fue grande ante la desmedida expectativa.

Con el correr de las décadas, las actividades yerbatera y forestal se combinaron en un trabajo intenso y duro que rápidamente necesitó de vías de comunicación seguras, tanto terrestres como fluviales. Las picadas mulateras se multiplicaron y conformaron una red vial indispensable para estos productores inmigrantes y criollos; los cultivos para autoconsumo, muchas veces, se transformaron en el auxilio económico para la subsistencia y, casi sin querer, Azara es, en la actualidad, un ícono de constancia

¡Hasta el próximo viernes!

¿Que opinión tenés sobre esta nota?