Ordenaron la detención del policía que, alcoholizado, despistó y mató a otro uniformado en Posadas

En las últimas horas fue ordenada la inmediata detención del oficial subayudante de la Policía de Misiones, Sebastián Seredisky (29), para que cumpla la condena de cuatro años de prisión por la muerte de su colega Cristian Alejandro Troncoso Guidek (34), ocurrida en un siniestro vial en octubre de 2014.

La resonante decisión judicial es consecuencia de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) recientemente dejó firme el fallo condenatorio dictaminado a mediados de marzo del año pasado por el titular del Juzgado Correccional y de Menores Dos, Cesar Raúl Jiménez, quien al frente de un tribunal unipersonal también lo inhabilitó para manejar vehículos automotores por el tiempo de ocho años. El mismo magistrado, ahora, más allá de la detención, ordenó el alojamiento del condenado en uno de los pabellones de la Unidad Penal Uno de Loreto, a cargo del Servicio Penitenciario Provincial (SPP).

Seredisky fue encontrado culpable del delito de homicidio culposo agravado, porque aquella madrugada de hace alrededor de ocho años manejaba, en estado de ebriedad, un Chevrolet Corsa II, excediendo además los límites de velocidad. En esas circunstancias perdió el control y despistó sobre la avenida Andrés Guacurarí de Posadas, terminando contra dos árboles en medio de una plazoleta. Troncoso Guidek iba en el asiento del acompañante, salió despedido del habitáculo y murió en el acto.

Cabe recordar que durante los alegatos -en el tramo final del debate oral- la fiscal subrogante María Laura Álvarez había pedido el máximo de pena prevista para este tipo de delitos, enmarcado en el Artículo 84 párrafo 2 del Código Penal, es decir, 5 años de cárcel efectiva y el doble de inhabilitación para manejar (10 años).

La defensa de Seredisky, en tanto, representada por el abogado Sebastián Pérez Dorrego, creyó conveniente una pena simbólica de 2 años y 8 meses de ejecución condicional.

El juez Jiménez, después de analizar los elementos de prueba y argumentos de ambas partes, fijó la condena en 4 años de cárcel y 8 de inhabilitación para manejar. Fue inmediatamente apelada (por el condenado) pero ahora confirmada por el STJ, por lo que deberá finalmente cumplir.

El juicio a Seredisky se realizó luego de que provocara -cuatro meses antes- la suspensión presentando un certificado psiquiátrico. "Presenta episodios de pánico, alteración del ritmo del sueño, inestabilidad anímica y emocional con accesos de llanto y angustia", había certificado en aquel entonces la psiquiatra Noelia Maldonado.

Despiste, vuelco y muerte

El siniestro fatal ocurrió minutos antes de las 5 de la madrugada del 9 de octubre de 2014, sobre la avenida Andrés Guacurarí, entre Félix de Azara y Colón -frente a la Escuela de Música-, cuando el automóvil al mando de Seredisky despistó, chocó dos árboles y terminó volcado.

Según testigos circunstanciales, la velocidad del rodado al pasar por un badén hizo que se desestabilizara y el conductor perdiera el control, generando el despiste y luego el choque.

Las pericias oficiales determinaron que el uniformado circulaba a una velocidad mínima de 102,70 kilómetros por hora cuando la reglamentación vial para ese tramo indica un máximo de 60 kilómetros por hora.

El cuerpo de Troncoso Guidek salió despedido del coche y como consecuencia de las graves lesiones falleció prácticamente en el acto, aplastado por uno de los laterales del vehículo. El informe médico constató "traumatismo grave con pérdida de huesos del cráneo y sustancia del lado izquierdo, múltiples excoriaciones y hematomas en miembros superiores y tórax".

Seredisky sufrió apenas lesiones leves, fue derivado al Hospital Madariaga por prevención y a las pocas horas volvió a su casa.

El test confirmó que estaba alcoholizado, arrojando 1,10 g/l de alcohol en sangre, en tanto que el análisis hecho al cuerpo de la víctima fatal marcó 1,98 g/l aunque en su caso carece de relevancia puesto que no estaba a cargo de la conducción sino que iba en el asiento del acompañante.

"Seredisky conducía un vehículo automotor realizando una maniobra negligente e inobservando los reglamentos o deberes a su cargo, cuando le era exigible otra, a saber, debía conducir cuidadosamente, con precaución y sin haber consumido bebidas alcohólicas, tal como surge del informe de alcoholemia que arrojó resultado positivo de 1,10 g/l de sangre, llevar una velocidad de 60 kilómetros por hora máximo permitido para la vía en que circulaba, siendo que de las pericias accidentológicas surge que la velocidad mínima del vehículo era de 102,70 kilómetros por hora y antes de iniciar la maniobra de trasponer el badén debía aminorar esa velocidad y así evitar el desplazamiento del vehículo", quedó expuesto en el debate oral.

La trágica muerte de Troncoso Guidek cobró rápidamente trascendencia pública puesto que era querido en el ambiente policial, siendo además el hijo de la supervisora de una conocida cadena comercial posadeña.

Su esposa, Lidia Esther Rea, había dicho entonces "mi marido era una excelente persona, no se merecía esto" y confesó: "Nosotros lo extrañamos mucho".