Julián Duarte, el sacerdote músico y youtuber

La vida consagrada es una vocación. Recibir y atender al llamado de Dios para servirlo se pone de manifiesto en distintas personas, tanto varones como mujeres, que eligen este camino de vida. En la Iglesia católica, hay sacerdotes que son muy queridos, poseen un gran carisma y congregan a una nutrida feligresía. En tanto hay otros que tienen todo eso e incluyen métodos novedosos para llegar a sus fieles.

Es el caso del padre Julián Ricardo Duarte (52), que con gran talento compuso reflexiones y canciones, y su voz alegre llega de una manera muy especial a todo aquel que lo escucha a través de YouTube. Todo surgió a raíz de la pandemia del Covid-19 y la necesidad de seguir evangelizando en tiempos de distanciamiento. Actualmente está en la parroquia San Vicente de Paul y Virgen del Perpetuo Socorro de la localidad de San Vicente.

El padre creó un canal de YouTube que se puede encontrar como Padre Julián Duarte -al que las personas pueden suscribirse- y allí sube la misa que graba con anterioridad y distintas reflexiones. Además llega a más de 650 contactos a través del WhatsApp.

“Empecé grabando en cassettes para compartir en las radios y con la gente en distintas pastorales, luego en CDs. Es así que pude lograr cinco que constan de reflexiones con canciones y tengo un total 30 CDs sólo de reflexiones”, contó sobre sus inicios en diálogo con El Territorio.

El sacerdote es tan querido que suele ser invitado por religiosos de otras parroquias para oficiar la misa. Después de cada encuentro, Julián se toma el tiempo de subir la grabación -que hace con su propio celular- a su canal donde tiene más de 700 suscriptores.

Julian pertenece a la congregación del Santísimo Redentor, nació en Formosa, se crió en Corrientes, estudió en La Plata y trabajó en diferentes comunidades.

“Soy el último de diez hermanos y cuando ingresé al seminario le dije a mi padre que sería el diezmo para Dios, de los diez hijos que él tenía que ofrecer a Dios. Él me respondió que sería yo el que iba a agradecer a Dios todo lo que nos regaló”, contó sobre sus inicios.

En cuanto a su trabajo como sacerdote recorrió distintas parroquias de Chaco y Misiones.

Para finalizar destacó: “Siempre digo que aquellos que llegamos a los 50 años hemos vivido la mitad de la vida y hay que vivirla con intensidad para que valga la pena vivirla, dejando una huella profunda y no ser vuelo de pájaro que no deja rastro alguno”.