Representaron al país en los Juegos Sudamericanos de la Juventud

De las playas misioneras a la selección argentina

Lo que empezó como un pasatiempo se convirtió en una carrera en el beach vóley. Facundo Doval y Marcos González son dos proyectos nacionales y parte del conjunto nacional
domingo 31 de julio de 2022 | 6:05hs.
De las playas misioneras  a la selección argentina
De las playas misioneras a la selección argentina

De un pasatiempo a pensarlo como una carrera. De verlo de pasada en la playa a la selección argentina. Facundo Doval encontró en el beach vóley más que un deporte y, paso a paso, se armó una carrera.

En 2018 llegó a la escuela de Cecilia Melgarejo, ex jugadora de la selección y hoy entrenadora, lo vio con condiciones para el juego y lo llegó a su primer Nacional. Desde ese momento y hasta ahora, Facundo no dejó de competir y es apuntado como uno de los jugadores con potencial a futuro.

A sus 17 años pasó por todas las categorías en los torneos Nacionales y llegó a defender los colores de la selección en los Juegos Sudamericanos de la Juventud, que se realizaron hace un par de meses en Rosario.

“Empecé a jugar en 2018. Vivo cerca de la playa y por eso me llamó la atención el poder venir a entrenar. Lo hice en un primer momento por hobby, pero después ya jugué mi primer Nacional en 2018, nos fue bien y ahí empezó esta linda historia”, recordó el pibe de 17 años.

Marcos y Facundo compitieron juntos en el Sudamericano de Rosario.

“Seguí entrenando y proyectando para adelante. Lo conocí a Marcos (González) y empezamos a entrenar juntos. Nos llegó la convocatoria para entrenar en Rosario y luego se vino la información del Sudamericano, que fue algo muy lindo”, agregó.

Marcos González (17) es el otro jugador misionero apuntado como un gran proyecto nacional. De hecho está convocado para el Mundial juvenil, que se jugará en septiembre en Turquía. El misionero viajará unos días a Mendoza para entrenar con su pareja y luego irá al Cenard para terminar la preparación de cara a la Copa del Mundo.

Es decir, Misiones tiene potencial en el deporte, pero ¿qué hace que un chico que se acerca a un deporte como pasatiempo decida que puede dedicarse a eso?

“Cuando Cecilia (Melgarejo) me dijo que podía ser un proyecto nacional, empecé a entrenar con más ganas. Venía todos los días, empecé a cumplir horarios. Cuando te empieza a interesar más, te vas metiendo”, analizó el posadeño.

El tener una disciplina es clave. Una rutina de entrenamientos y el acompañamiento de la familia son los condimentos clave para que un chico se sienta seguro de poder rendir a un medio y alto nivel.

“Mi familia está muy orgullosa. Me acompañaron siempre y siempre están presentes. Venían a los partidos, aunque primero les tuve que explicar cómo se jugaba”, contó entre risas Facundo, quien después de terminar la secundaria pretende ser profesor de educación física.

“Quiero hacer el profesorado de educación física y ser entrenador de beach. Más allá del deporte, quiero hacer algo profesionalmente. Es duro estudiar y competir, pero se puede”, tiró muy seguro.

Acompañar desde afuera

Durante muchos años Cecilia Melgarejo fue la referente del beach vóley en la Tierra Colorada. Hoy tiene otro rol. Desde afuera entrena y busca talentos en las playas de Miguel Lanús y toda la provincia.

Así, en 2018, conoció a Facundo Doval y un tiempo después a Marcos González, los dos apuntados como proyectos nacionales.

“Ellos tienen las condiciones que el beach vóley requiere. En el caso de Marcos, la altura, la agilidad. Facu quizás es un poquito más bajo, pero tiene mucha potencia. Ambos tienen una preparación física, técnica y táctica de varios años”, analizó la entrenadora.

Pero además de las competencias y del entrenamiento, el rol de técnico va más allá de lo que pasa en la arena.

“Hacemos un acompañamiento en conjunto entre la familia y los entrenadores. Los filmamos, les mostramos sus errores, hacemos también un trabajo de contención cuando quizás están desanimados. Siempre tratamos de que sigan y perseveren. En el deporte del alto o mediano rendimiento siempre hay frustraciones, temores, cansancio y siempre tiene que estar la familia y el profesor ayudando para que lleguen al alto rendimiento”, aseguró la entrenadora.

Es que este se presenta como un momento bisagra para los misioneros. Demostraron que están a la altura de la selección, de llevar la camiseta argentina, pero como muchas veces con las jóvenes promesas, cuando empiezan a estudiar o necesitan trabajar, el deporte queda de lado.

“Corresponde a los profesores hacerles notar que son buenos jugadores, hacerlos sentir importantes y que pueden ser de los mejores jugadores del país”, reflexionó Melgarejo. 

 

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