Se dispuso el traslado del imputado a la Unidad Penal de Cerro Azul

Prisión preventiva para detenido por la muerte de Josías

La acusación contra Andrés Rogelio T. se basa en un testigo que afirmó que el imputado le confesó el homicidio. Por el momento el sospechoso se abstuvo de declarar ante el juez
sábado 30 de julio de 2022 | 3:30hs.
Prisión preventiva para detenido por la muerte de Josías
Prisión preventiva para detenido por la muerte de Josías

El juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, ordenó la prisión preventiva de Andrés Rogelio T. (26) como imputado por la presunta comisión del delito de homicidio en perjuicio de Josías Ezequiel Galeano (15), cuyo cadáver fue hallado en un bañado de Oberá en avanzado estado de descomposición el pasado 3 de junio.

La misma resolución firmada ayer dispone el traslado del sospechoso a la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, medida que se concretaría luego de las pericias psicológicas solicitadas por la defensa del implicado y que están previstas para los primeros días de agosto.

“Para esta etapa del proceso se considera que hay elementos para imputar a encartado, como ser el testimonio de una persona que declaró que le confesó la autoría material del hecho y el resultado de la autopsia que confirmó que se trató de un homicidio”, precisó un vocero del caso.

El acusado cuenta con asistencia del defensor oficial Matías Olivera y por el momento se abstuvo de declarar. En tanto, al menos por unos días más permanecerá alojado en la Seccional Tercera de Oberá.

El expediente 57841/2022 investiga las circunstancias del asesinato del menor obereño, cuyo cadáver fue hallado luego de 34 días de angustiosa búsqueda.

Ese mismo 3 de junio, horas antes, la Policía detuvo al único sospechoso, quien se encontraba tarefeando en un yerbal de San Vicente. 

Andrés Rogelio T. apareció en el radar de los investigadores luego que un testigo afirmó que el sospechoso le confesó el homicidio, si bien reconoció que sólo son conocidos del barrio.

Qué dijo el testigo

El pasado 8 de junio, Diego Armando F. (25) declaró ante juez Alarcón y su aporte sentó las bases para la acusación contra el único imputado por el homicidio de Josías.

“Koki me dijo que le hizo una llave con el brazo y le tenía del cuello, y ahí el otro le pegó con la mano para arriba y le pegó en la cara y él dijo que le terminó de matar haciéndole una llave con la mano, que le apretó más fuerte. Me dijo que estaban los dos solos, no me dijo dónde fue, sólo dijo que lo mató y que lo tenía enterrado en el Yazá, donde había un pantano lleno de musgos y camalotes. Y ahí me dijo si yo le podía comprar pan y mortadela”, afirmó.

El testigo posee antecedentes por delitos contra la propiedad, aunque se presentó como olero y tarefero con domicilio en el barrio San Miguel de Oberá.

Sobre el día en que el acusado le habría confesado el hecho, del cual no precisó la fecha, mencionó que lo mandaron a llamar por intermedio de dos menores a los cuales no conoce. 

“Yo estaba en mi casa y ahí los gurisitos me llamaron, no los conozco, seguro son del barrio. Después del medio día fue eso. Me dijeron que Koki me llamaba, y ahí yo no sabía nada lo sucedido, lo que estaba pasando. Me acerqué confiado, ahí fui hasta la calle 1 de San Miguel, fui solo y estaba Koki. Ahí me dijo lo que él hizo. Él dijo que hizo una macana y que tenía al desaparecido, y le tenía matado, y no me dijo el nombre de quien era el desaparecido. Le dije que no me podía involucrar en nada, que no me podía meter en problemas y ahí el amenazó de matarme a mí y a mi familia, si yo decía algo”, se cita en el expediente.

“Le tuvo que matar”

El testigo aseguró que no conocía a Josías. Tampoco supo precisar por qué el implicado lo eligió para confesarle el crimen, ya que apenas eran conocidos del barrio.

“No me dijo en qué fecha lo hizo, sólo que hizo una macana. Yo estaba aterrado. Me dio 400 pesos para que le compre pan y mortadela, plata tenía un montón, tenía una mochila negra y tenía más plata. Adentro de una bolsita en la mochila tenía la plata”, indicó.

Señaló que compró la comida en un kiosco de calle 1, mientras que el acusado lo aguardaba sobre la misma arteria.

“Fui solo al kiosco y le traje el pan y la mortadela (…) Yo le dejé eso y me fui a mi casa. No me quería meter y él me dijo que si yo habría mi boca mi familia corría riesgo. Se notaba que estaba malo, así como amenazándome”, agregó.

Si bien en el inicio de su declaración el testigo manifestó que el sospechoso le confesó el homicidio y luego le pidió que le compre pan y mortadela, sobre el final se contradijo: “Koki me contó todo después que yo le compré las cosas”.

Otro aspecto que siembra interrogantes es que en todo momento Diego Armando F. mencionó que el imputado aseguró que el cadáver de Josías fue arrojado al arroyo Yazá, en Campo Viera.

“Koki también me dijo que le tenía atado del cuello con una soga, y ahí le ato en una piedra y lo tiro en el agua”, detalle que no condice con la profundidad del lugar donde encontraron el cuerpo, un bañado de pocos centímetros.

“Koki me dijo que ellos se mandaron una macana juntos y que ahí le tuvo que matar para que no lo delate. Yo le agarré miedo por lo que Koki me contó. Dijo que lo mató y lo llevó al Yazá, que es por Campo Viera me dijo. Koki no me dijo cuánto tiempo hacía que estaban juntos con el gurí”, mencionó.


“Asfixia por inmersión o sumersión”

El informe bioquímico de la autopsia practicada sobre el cadáver de Josías Galeano (15) confirmó que el menor fue asesinado por “asfixia por sumersión”.

El estudio estuvo a cargo de la licenciada en bioquímica Claudia Noemí Caballero, especialista en microbiología clínica, quien analizó tejidos de médula ósea obtenidos del esternón del cadáver, lo que permitió hallar un tipo de algas unicelulares denominadas diatomeas.

También se analizó una muestra del agua del bañado donde fue encontrado el cuerpo sin vida del menor. “El hallazgo diatomeas, puede diagnosticar que la víctima efectivamente se ahogó”, precisa la autopsia, y agrega que “estamos en condiciones de decir que la víctima aspiró en forma activa el líquido circundante al lugar del hallazgo”.

Asimismo, el informe forense aclara que si se tratara de un cadáver caído o arrojado al agua, las diatomeas “podrían penetrar de forma pasiva en el aparato respiratorio, requiriendo que el cuerpo se mantenga sumergido en el agua un tiempo prudencial, pero no podrían llegar a otros órganos al no existir actividad circulatoria”. Es decir que fue asesinado.

La autopsia y la data de muerte de Josías Galeano

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