Ñande reko rapyta (Nuestras raíces)

Los mormones

viernes 29 de julio de 2022 | 6:00hs.

Dentro de las muchas religiones que se practican en nuestra provincia están los denominados mormones, fieles pertenecientes a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fundada como Iglesia de Jesucristo, por Joseph Smith en Estados Unidos en 1830. La denominación más difundida deriva del ‘Libro del Mormón’; básicamente es un texto de carácter sagrado, recopilación de mil años de escritos de profetas americanos precolombinos, sobre la visita de Jesús -luego de la resurrección- a este continente. Mormón fue uno de los últimos profetas que aportó texto a la obra alrededor del año 390 de nuestra era, redactó en primera persona y sus dos principales tareas en relación con la escritura fueron compilar las Planchas Mayores de Nefi y escribir los textos Libro o Registro y Palabras de Mormón. La nueva creencia surgió en el Norte y creció hacia el Oeste de ese país -Ohio, Missouri, Illinois-; en 1844, Smith y su hermano fueron asesinados, lo sucedió Brigham Young; dada las persecuciones el nuevo patriarca condujo a los fieles a un nuevo emplazamiento en Nebraska primero y a partir de 1847 a las tierras que se designarían como Utah.

En nuestro país comenzaron su prédica misional a partir de 1925, a Misiones llegaron por primera vez en 1941 -dos misioneros enviados desde Buenos Aires- según registró Dorita Mármol en su diario personal, los datos que el hermano Harold D. Dowle (Provo, Utah, USA) compartió en una reunión realizada en el barrio Saénz Peña, el 17 de marzo de 2002-; meses más tarde, el 24 de junio de 1942 se realizó el bautismo de Raúl Carballo, fue el primero en esta región

La tarea religiosa se interrumpió en 1942 ante los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial; transcurrieron más de dos décadas hasta que un nuevo grupo de misioneros retomó el desafío; Peter Stewart Cookson y Robert Blair Smith arribaron el 23 de noviembre de 1965, ambos élderes -rango de misioneros varones jóvenes-, con la misión de organizar y formar una Rama, pocos días después se sumaron William Calvin Addington y Curtis David Clayton, todos se alojaron en el Hotel Suizo de la ciudad de Posadas.

Primeramente, se dedicaron a localizar y alquilar un espacio adecuado para realizar las reuniones, tarea complicada dada la escases de inmuebles de entonces; encima Cookson finalizó su período de servicio como misionero regular y regresó a Uruguay, Smith fue elegido para reemplazarlo como Elder Presidente, el 21 de diciembre del mismo año. Pocos más tarde - por fin - encontraron la vivienda necesaria donde se instalaron en los últimos días de 1965, estaba ubicada en Catamarca 484, era propiedad de Nélida Emilia Pilleri de Fernández.

Allí comenzó otra etapa, la primera Reunión Sacramental se concretó el 2 de enero de 1966 a la tarde y el día 14 se ofició un Servicio Bautismal en el río Paraná, a las 5,30 de la mañana la señora. Emilia Pilleri despuntó la ceremonia, la secundaron Aída Inés Fernández -su hija-, Alicia Estela Fernández y Trigidia Báez; el segundo servicio se llevó a cabo a fin de ese mes, la familia Rivas en pleno fue bautizada – Manuel, Stella Maris y Juana Gómez, a quien llamaran Mamá Juana por tanto tiempo.

Se sumaron más bautismos: Domingo Ramos Alvarenga, Prudencia Riqueza -Mecha, que dictaba inolvidables clases dominicales-,  Celsa Díaz, Gregorio Lencina, Yolanda Lencina, Graciela Lencina, Basilio Benítez, Osvaldo Leyría, Elsa Carballo, Mirta Carballo, Carlos Carballo - hijo de Raúl, el primer bautizado en el año 1942 - Reynaldo Bueno, José Mármol y familia, Rita Martínez de Mármol, Gregoria Mármol,  la familia Vera, Roberta Benítez, Elba Rodríguez de Sotelo y su familia, Ramón Zalazar y su esposa Gladys, Carlos Flores y su esposa Artemia Sánchez,  Roberto y Esther Tau, la familia Vera, Felipe Cazaut, Fausta Marconi, Hildegard Kurtz y tantos otros…

El grupo inicial del 14 de enero de 1966, de cuatro misioneros y cuatro hermanas creció sin pausa, en la actualidad la Iglesia de Jesuscristo de los Santos de los Últimos Días está compuesta por 7.716 fieles, en Posadas -Estaca Posadas- se cuentan  4.562 miembros distribuidos en seis barrios conformando cinco Estacas -Costanera, Lavalle,  Miguel Lanús, Jardín y San Martín- también tienen representación en Garupá, Candelaria, Santa Ana, Corpus, Jardín América, Oberá, Ituzaingó, Eldorado -con 1.552 fieles-, Puerto Iguazú, Montecarlo, Puerto Rico, Apóstoles -con 1.450 miembros-, Gobernador Virasoro y Santo Tomé, la unidad que funciona en San Vicente depende de la Misión Argentina de Resistencia.

Aquel primer domicilio en la capital misionera de Catamarca 484 se trasladó a Córdoba casi Ayacucho, luego Belgrano casi Buenos Aires, más tarde Santa Fe 365 -casi Félix de Azara-, finalmente pudieron adquirir el predio ubicado en la avenida Roque Sáenz Peña y Córdoba, el 1° de junio de 1976 se procedió a dar la “palada inicial” para construcción de la capilla. El acto contó con la presencia de autoridades municipales y provinciales; durante el tiempo que demandó la obra, los servicios del culto se brindaron en locales alquilados, uno de ellos estaba ubicado en Entre Ríos casi Jujuy.

Los misioneros fabricaron los bloques de cemento que darían luego forma a las paredes y los miembros se reunían regularmente para pulirlos -a mano- bloque por bloque; una pareja llamaba la atención durante la tarea, de don José Mármol guiado por su esposa Rita alisaba las caras como ninguno de sus hermanos, la particularidad estaba en su ceguera.

Bajo la supervisión de Andrés Martín, René M. Masmani, Jorge A. Albarracín, Mario A. Fornet y Antonio Hércules Palermo completaron la primera etapa del edificio, sin descuidar la actividad pastoral. Bajo la presidencia de Vicente Tito Gómez, se inauguró la obra de la Rama I.

La actividad incesante de tantos presidentes permitió el crecimiento de las vocaciones y las conversiones, siempre secundados por la totalidad de los miembros, el ejemplo de Gregorio Lencina, Roberto Tau, Kiao, Manuel Franco, del Primer Patriarca Carlos Flores y los obispos Miguel Tau, Daniel Alberto Aranda y José Machado -por citar algunos nombres- es el legado atesorado y replicado de estos hombres y mujeres, hermanados por la fe.

En este caleidoscopio que es Misiones, ellos encontraron paz.

Y nosotros podemos conocer este derrotero gracias al trabajo de Gregoria Dorita Mármol de Tabares, asesora de Registros e Historiadora de Estaca Posadas.

¡Hasta el próximo viernes!

¿Que opinión tenés sobre esta nota?