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De Tita a la China, la música como retruco a las críticas

Entre ‘Se dice de mí’, popularizada por Tita Merello en 1954 y ‘Lo que dicen de mí’, lanzada por Eugenia Suárez recientemente, hay una colección de canciones que artistas mujeres grabaron para responder a las descalificaciones machistas

jueves 28 de julio de 2022 | 6:00hs.
De Tita a la China, la música como retruco a las críticas

Imperfectas, débiles, secundarias, demasiado flacas, demasiado gordas, demasiado sexys, muy poco sexys, y miles de etcéteras: a las críticas y descalificaciones con sesgo de género, muchas artistas respondieron con canciones.

A través de toda la historia de la música, las mujeres se han enfrentado a críticas que no tienen que ver con cuestiones artísticas, sino, con cuestiones de género en una sociedad atravesada por el machismo.

Desde Se dice de mí, popularizada por Tita Merello en 1954, hasta Lo que dicen de mí de la China Suárez, de reciente lanzamiento, hay canciones que no sólo son letra y música, sino también escudo y espada y porqué no, poética justicia.

En un artículo especial para Télam, Silvia Arcidiacono y Carolina Santos, coautoras junto a Gabriela Cei, del libro Historia del rock argentino hecho por mujeres, de próxima edición por Gourmet Musical analizaron este  fenómeno del “retruco” desde el arte como modo de hacer oír la voz.    

Distinta vara

Como indica María Loizaga Cano, “el propio lenguaje musical más formal utiliza términos mediatizados por el género. Así, se denominan cadencias femeninas a las terminaciones también llamadas imperfectas, ritmos femeninos a los que su acento recae en parte débil, y tema femenino al tema secundario de la sonata, relegado al tema principal también llamado masculino”.

El lenguaje no tan formal de un sector del periodismo a la hora de abordar su crítica a artistas mujeres, también supo estar, y aún sigue estando, intervenido por el sesgo de género.

Podemos abrir cualquier revista de rock para constatarlo: por ejemplo, aquella que en su primera edición del año 1970 publica una nota a doble página sobre Fedra, la cantante del dúo pop Fedra y Maximiliano, que para ese entonces ya llevaban grabados dos discos en la CBS, con enorme aceptación del público. Pero la nota no hablaba sobre eso. El autor no hace referencia a cómo canta ni qué canta Fedra, sino a que es bastante flaca, que no usa maquillaje, que algunos la ven fría y poco femenina, que puede arañar, que muy pocos la ven sexy, que pocos la ven atractiva, aunque para el autor sí es sexy, y es femenina.

Difícilmente se encuentre una nota con ese enfoque cuando se trata de un artista varón heterosexual.

Finalmente, el lenguaje nada formal de los haters muestra sin disimulo su odio de género llenando las redes de las artistas con descalificaciones basadas, sobre todo, en lo que concierne a sus cuerpos y también sobre sus dichos, sobre sus actitudes, sobre sus movimientos.

A los sesgos, versos y escenario...  

Tal como señala la etnomusicóloga Mercedes Liska, si bien Tita Merello (1904-2002) llegó a ser aclamada como la figura femenina más importante del espectáculo argentino en el siglo XX, también fue muy criticada: acusada de ninfómana, robamaridos, de involucrarse con hombres mucho más jóvenes que ella, multada por actuar sin medias en el teatro, Tita escandalizaba las costumbres morales y burguesas que la época reservaba para las mujeres.

Cuando en el año 1954 grabó Se dice de mí, burlándose de las críticas, estaba protagonizando mucho más que un hecho artístico: estaba dejando un legado para las siguientes generaciones, una lección de empoderamiento, una herramienta anti bullying. No hay forma de pensar a Tita anclada en el pasado mientras escuchamos esta canción: ella fue una adelantada a su tiempo, y hoy está más vigente que nunca.

“Me cortarían la cabeza/ me echarían a la calle/ romperían la guitarra/ prohibirían que tome mate/ me cortarían todo el pelo con odio/ y me meterían en un manicomio/ Me arrancarían la garganta/ y listo el pollo con sus gritos/ con todas mis canciones harían una fogata/ Ay! Qué vengativos son los cerditos…”, así dice un fragmento de La piara (Celeste Carballo).

En 1983, tiempos en los que el odio no necesitaba de redes ni haters para canalizar eficazmente su expresión, Celeste Carballo con su canción La piara (Los cerditos), de arrolladora ironía, les dejaba bien en claro a quienes no soportaban verla arriba de un escenario, que, sin importar lo que hicieran, jamás podrían silenciarla.

“Los cerditos no soportan que/ una mujer/ se ponga a cantar de frente/ solita su alma con una guitarra”….

En tanto, en el álbum de Marilina Ross Cruzando las grandes aguas (1985), una canción se abría paso a modo de contundente respuesta a los prejuicios y a la homofobia: “Usted, que en una radio se atreve a comentar/ que está tan preocupado por mi sexualidad/ Usted, tan calladito ante tanta atrocidad/pregúntese cómo es usted”…. cantaba Marilina en su tema Quiero ser yo, y demostraba, una vez más quién es ella: una artista fundamental de nuestra historia, eterna defensora de la libertad.

Y en 1986, las Viudas e hijas de Roque Enroll  sacan su tercer LP, Vale cuatro. El título retruca a cierto sector de la prensa que fue siempre muy crítico con la banda de rockeras. Como recuerda Mavi Diaz, una de sus integrantes -junto a María Gabriela Epumer, Claudia Sinesi y Claudia Ruffinatti-, “en aquella época, o te maquillabas, o cantabas; o estabas buena, o tocabas bien; no podías ser las dos cosas”.

La canción “Somos un invento”, de ese disco, ironizaba puntualmente sobre una crítica recurrente sobre ellas que apuntaba a que eran “un producto” inventado por la industria.

Siglo XXI

Tini Stoessel canta Guiso de lentejas, una canción que ya estaba escrita antes de que fuera concebida: cada verso es un comentario sacado de sus redes donde se le critican desde su talento hasta su cuerpo.

Tini Stoessel se encargó de hacer rimar cada estrofa de ese discurso de odio y de ponerle música y humor para hacer Aikido con las palabras, ese arte marcial que usa la fuerza del contrincante. El resultado es una respuesta cargada de ironía que pone cada cosa en su lugar y deja a los haters en ridículo.

También, Nathy Peluso aportó Mafiosa, a la lista de retrucos, al cansarse de las críticas.

  Y el último hit reivindicativo viene de la voz de Eugenia ‘China’ Suárez con Lo que dicen de mí. 

Si muchas de las canciones que responden a críticas usan el humor y la ironía como recursos expresivo, Lo que dicen de mí, la canción que la China acaba de lanzar con videoclip incluido, responde desde el dolor a las descalificaciones con las que debe enfrentarse por cuestiones de su vida privada.

Aún así, la artista señala con fortaleza y música la doble vara con la que se juzga la vida de las mujeres y de los varones. 

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