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En la guardia crece la demanda de pacientes en estado de crisis
La guardia de salud mental del Hospital Samic de Eldorado atiende a pacientes que llegan desde Jardín América hasta Iguazú y el resto de la zona Norte de la provincia. Y en los últimos tiempos aumentó la demanda, remarcaron.
Marcela Ayala, psiquiatra que está a cargo del área, brindó detalles sobre el funcionamiento de las guardias y cuáles son los trastornos más tratados.
“El área que cubrimos, durante las 24 horas, los 365 días del año, en las guardias es muy amplia. Para ello contamos, además de mí, con cinco psicólogos, una trabajadora social, cuatro administrativos y dos promotoras de salud. Por lo cual el trabajo es constante e intenso. Por esa razón la guardia trabaja conjuntamente con la guardia general del Samic, y ante cualquier problema que pudiera surgir como el ingreso de un paciente, nos comunicamos por teléfono en caso en que no esté nadie presente en ese momento y acudimos”, explicó.
Si bien dentro de las instalaciones el hospital hay camas destinadas al área de salud mental, las internaciones son cortas y en casos excepcionales. “El principio básico de las enfermedades mentales es la no internación. La internación es el último recurso que utilizamos. En el hospital tenemos seis camas a disposición, pero la mayoría de los tratamientos son ambulatorios. Muchas veces, dadas las características de las patologías de la salud mental, los pacientes no suelen acudir en tiempo y forma a buscar o aplicarse los medicamentos que les corresponden, por lo cual las promotoras de salud se trasladan hasta sus domicilios para aplicarlos. Es un trabajo complejo pero que se puede llevar a cabo gracias a la colaboración permanente, en todo sentido, gracias a las autoridades del hospital”, agregó.
El área de salud mental del Samic de Eldorado ya lleva muchos años trabajando, pero de acuerdo a lo expresado por la psiquiatra a cargo, en los últimos tiempos la demanda aumentó de manera considerable.
“La pandemia de Covid y la crisis económica trajo aparejado niveles de estrés que se vieron reflejados en el número de consultas. Muchas personas consumen ansiolíticos por la angustia, y aumentó también el consumo de estupefacientes. No hay una franja etaria definida, es un problema que cruza a todas las edades. Antes había intentos de suicidio, pero eran muy pocos. Ahora el número es mucho mayor, ubicándose en el segundo lugar en el número de casos tratados. El primero son los trastornos siquiátricos relacionados con trastornos de ansiedad o ataques de pánico. Eso es lo más común y está dado por las dificultades de muchas personas en cuanto a lo económico y la inseguridad que les provoca el no saber si el dinero les alcanzará para ellos y su familia.
Y agregó: “En tercer lugar se ubican los trastornos psicóticos. Pero lo que más preocupa es el aumento en el número de intento de suicidios en jóvenes”.
En las enfermedades mentales, más allá de los pacientes propiamente dichos, las que sufren las consecuencias son las familias, y en eso hizo hincapié la doctora Ayala. “El papel de la familia y de los afectos en la contención y recuperación de los pacientes es fundamental. Soy una obsesiva en eso de remarcarle a cada familia el trabajo que deben realizar para recuperar a un paciente, porque en definitiva la enfermedad la sufre todo el núcleo familiar. En eso noto que hoy hay una mayor comprensión por parte de los familiares del papel que deben jugar”, finalizó.
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