El ahora ex alcalde se refirió a las presiones

La idea de cambiar al titular de finanzas desató la disputa en Pipó

Tras renunciar como intendente, Luis Bourscheid dijo que el Concejo Deliberante se puso en su contra cuando intentó conformar su propio equipo de trabajo municipal
viernes 22 de julio de 2022 | 6:04hs.

El próximo lunes se llevará a cabo la asunción de Claudia Acuña como nueva intendenta de Santo Pipó tras la renuncia de Luis Bourscheid. Este último se había hecho cargo de la administración comunal el 9 de diciembre de 2021, al reemplazar a quien hasta ese momento estaba al frente de la comuna, Mabel Cáceres, actual diputada provincial.

 La nueva jefa comunal, quien ejercía como concejal y también se había desempeñado hasta el 2019 como directora de Cultura municipal, deberá tener el mandato local hasta 2023, cuando haya nuevas elecciones (ver Claudia Acuña se prepara...).

La renuncia, presentada el pasado lunes 18 de julio, es indeclinable y se enmarca en un conflicto político que incluye hasta presiones a la hora de ejercer el mandato.

Es que fue Bourscheid quien en comunicación con El Territorio afirmó haber recibido una fuerte coacción a la hora de tomar decisiones, principalmente proveniente de los concejales, y –según sus palabras– con la injerencia de Mabel Cáceres.

“Renuncié por presión del equipo, en realidad, porque quise hacer unos cambios. Yo quise cambiarle a Luis Arroyo de su puesto (director de Finanzas municipal) y poner otra persona que maneje lo que entra y sale del movimiento municipal. No echarle, sino cambiarle de lugar, al igual que a Jorge Acuña, que es secretario de Gobierno. Pero se me volvió en contra todo el equipo, en especial los concejales”, expresó.

En ese sentido, hizo hincapié en que la idea no era despedir a nadie, sino cambiar puestos para ir conformando de a poco su propio equipo de trabajo, lo que no pudo lograr. “Mi idea era ser candidato el año que viene, ir armando mi grupo”, dijo, y agregó: “Los concejales me dijeron que me iban a buscar la quinta pata al gato para destituirme. Por eso terminé renunciando, porque sólo no puedo, creo que nadie iba a poder”.

Según Bourscheid, hay una situación crítica en cuanto a las finanzas, pues todo lo que entra y sale “pasa por las manos de Arroyo” sin un control del intendente.

“Simplemente iba a poner a otra persona que maneje el tema de las finanzas, de lo que entra y sale, porque todo pasa por la mano de Luis Arroyo, no pasaba por mi mano. Hace 16 años que maneja todo y en los siete meses que estuve de intendente, todos los papeles, cuentas bancarias, todo pasa por él. Las transferencias o cheques los firmaba yo, pero todo es manejando por él. Por eso quise poner a otra persona, un contador, en ese puesto, para que sea parte de mi equipo”, explicó.

El equipo de trabajo que actualmente se desempeña en la Municipalidad de Santo Pipó ya viene de la anterior gestión de Cáceres.

“Yo con Mabel Cáceres había hablado después de que fui decidido a hacer la renuncia, porque calculo que ella habrá tenido injerencia en la presión hacia los concejales. Por eso vinieron a presionarme a que vuelva atrás y no haga ningún movimiento porque me iban a hacer la vida imposible”, afirmó.

Al mismo tiempo, añadió: “Había días que volvía contento y otros que volvía triste por no tener mi equipo armado, que era lo que quería para sentirme cómodo”.

Y lamentó que los mismos ediles renovadores sean los que ahora tengan este trato hacia su persona.

“Somos todos del mismo equipo, yo soy de la renovación, siempre  fui concejal. Siempre con la misma idea. Tuve reunión con el gobernador y con Ricardo Wellbach (coordinador de Gabinete provincial), me brindaron apoyo total e incondicional cada vez que necesitaba algo. Y yo quería ser el candidato del año que viene, con la renovación”.

Justamente, el gobernador Oscar Herrera Ahuad -consultado por esta cuestión- había remarcado: “He leído por ahí que tienen que ver con algunas cuestiones estructurales de toma de decisiones, pero las tomas de decisiones las tiene que hacer el intendente. Su gabinete lo conforma el intendente y debe tomar la decisión y hacerlo”.

Finalmente, Bourscheid apuntó a que el trabajo de intendente es complejo. “Yo no tengo mucho estudio, sólo séptimo grado y me costó”, pero sostuvo que “tampoco es imposible”. Sus siguientes pasos serán quedarse en casa, con su familia, y atender la despensa que tienen en el mismo domicilio, ubicado en paraje Cerro Romero, a unos 20 kilómetros del casco urbano Santo Pipó.

“Simplemente quiero pedirles disculpas a los santopiposeños por no cumplir con mi mandato, no completar estos dos años. El pueblo, gran parte, siempre estuvo apoyándome. Incluso ahora que renuncié hubo un montón de mensajes de la gente pidiendo que vuelva, pero ya es una decisión tomada”, cerró.  

Claudia Acuña se prepara para asumir la intendencia

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